Àngels Barceló justifica por qué es una suerte que Aznar sea "el pasado"

Àngels Barceló justifica por qué es una suerte que Aznar sea "el pasado"

Aunque ¡cuidado!, porque amenaza con volver: "Puede tener esa tentación".

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"La chulería es propia del personaje que se ha creado. Y si no recordemos el episodio en el que le metió un bolígrafo en el escote a una señora (la periodista Marta Nebot)". Así se refería el líder de Podemos, Pablo Iglesias —ante las cámaras de laSexta—, al expresidente del Gobierno José María Aznar, quien minutos antes había comparecido en la Comisión de Investigación sobre la financiación irregular del PP.

Y esa presunta "chulería" en la que incidía Iglesias, unida a otros ingredientes como las supuestas mentiras que ha soltado el expresidente en sede parlamentaria, la hostilidad con la que se ha dirigido a sus Señorías y la falta total de autocrítica son las que han llevado a la periodista de la Cadena Ser Ángels Barceló a concluir que "Por suerte, Aznar es pasado".

La primera muestra de indignación de la periodista llegó en plena comparecencia del expresidente. Aznar venía lanzado de su rifirrafe tabernario con el diputado de ERC Gabriel Rufián y, aprovechando la inercia, fue a degüello desde el segundo uno contra un Pablo Iglesias a quien aborrece. La primera pulla fue con la supuesta financiación de Podemos proveniente de países como Venezuela o Irán, continuó con el "populismo" del líder de la formación morada y encontró su colofón en una acusación gravísima: "Usted es un peligro para las libertades y la democracia", le soltó Aznar a Iglesias sin que se le despeinara un ápice el tupé.

Estas palabras chirriaron especialmente a la directora de Hora 25, quien mostró su indignación y su estupefacción en Twitter con un mensaje que tiene más de 15.000 'me gusta' y que ha generado un encendido debate con más de 2.600 comentarios: "Le dice a un diputado elegido por los ciudadanos que es un peligro para la democracia", ha escrito Barceló, quien califica "de no creer" que estas palabras hayan sido dichas en sede parlamentaria:

Horas después, durante el programa Hora 25 —de la Cadena Ser—, Barceló desarrollaba su reflexión partiendo, precisamente, de esa actitud "arrogante, altiva y desafiante" que mantuvo en todo momento el expresidente en una comisión que, todo sea dicho de paso, "ya carece de sentido".

"Responder ha respondido más bien poco, a pesar incluso de la concreción de algunas preguntas. Mentir ha mentido mucho", ha defendido Barceló. Lo cierto es que Aznar negó directamente la mayor: para el expresidente no hubo condena al PP (la Audiencia Nacional condenó a Bárcenas a 33 años de cárcel y al PP por lucrarse por la trama Gürtel).

Aznar repitió también en incontables ocasiones que no conocía de nada al cabecilla de la trama corrupta Gürtel, Francisco Correa, que no existía una caja B en el partido y, en definitiva, y tal y como explica Barceló, una ristra de argumentos que "se desmontan con la simple lectura de la sentencia judicial de la primera etapa de la Gürtel o repasando algunas imágenes que certifican la cercanía de Correa a la familia Aznar".

A ese fondo hay que unir las formas de un expresidente que, a su salida de la comparecencia parlamentaria, reconocía que se lo había pasado "muy bien" y que tal vez le daba por volver: "Ha tenido para todos", recuerda Barceló, quien ha repasado los momentos en los que Aznar llamaba "etarra" al diputado de EH Bildu Oskar Matute o el antes mencionado "peligro para la democracia" a Iglesias.

"Nunca se ha visto tan claro a Aznar como el pasado de este país o, mejor dicho, de los peores momentos del pasado de este país", ha criticado con dureza Barceló, quien a su juicio "ha utilizado el Congreso de los Diputados para su propio espectáculo, para su monólogo soberbio y triunfalista".

El remate ha venido por la falta de autocrítica absoluta de Aznar. Ni un ápice de perdón, "aunque fuera con la boca pequeña" —como dice Barceló—, ha salido del expresidente. "Para él los diputados que le interpelaban son algo así como mequetrefes que ponen en peligro el futuro de España", ha argumentado la periodista de la Cadena Ser, quien ha reiterado esa idea de que "por suerte Aznar es el pasado" pero, ¡cuidado!, que se ha gustado tanto en el Congreso "que puede tener la tentación de volver".

"Y si no vuelve le ha enseñado el camino al nuevo PP, el de Pablo Casado, que no podía disimular su satisfacción por la actuación de Aznar", ha sentenciado.

Aznar ha reaparecido este martes en el Congreso de los Diputados, fiel al personaje que se ha forjado durante los últimos años: arrogante, altivo, desafiante. Comparecía en la comisión que investiga la financiación irregular del PP y es cierto que su comparecencia llega cuando la comisión ya carece de sentido. El propio Congreso, a través de una una moción de censura, echó al PP del poder, precisamente a causa de la corrupción, a raíz de la sentencia que condenaba al partido, pero en cualquier caso era una comparecencia en sede parlamentaria para responder a las preguntas de los diputados.

Responder ha respondido más bien poco, a pesar incluso de la concreción de algunas preguntas. Mentir ha mentido mucho, no hay condena al PP, ha dicho, no conocía a Correa ha insistido, no existe la caja B del PP... En resumen, afirmaciones fieles al argumentario de los populares que se desmontan con la simple lectura de la sentencia judicial de la primera etapa de la Gürtel o repasando algunas imágenes que certifican la cercanía de Correa a la familia Aznar.

Y Aznar, además, ha tenido para todos: al representante de Bildu le ha llamado etarra, al de Esquerra golpista y a Pablo Iglesias un peligro para la democracia. En sede parlamentaria Aznar ha decidido batirtse en duelo y saldar las cuentas que él cree que tiene pendientes. Nunca se ha visto tan claro a Aznar como el pasado de este país o, mejor dicho, de los peores momentos del pasado de este país. Ha utilizado el Congreso de los Diputados para su propio espectáculo, para su monólogo soberbio y triunfalista.

Ni una autocrítica ni una petición de perdón aunque fuera con la boca pequeña, nada de nada. Para él los diputados que le interpelaban son algo así como mequetrefes que ponen en peligrio el futuro de España. Por suerte Aznar es el pasado, aunque hoy se ha gustado tanto que puede tener la tentación de volver. Y si no vuelve le ha enseñado el camino al nuevo PP, el de Pablo Casado, que no podía disimular su satisfacción por la actuación de Aznar.