El potente discurso de Harrison Ford contra el cambio climático

El potente discurso de Harrison Ford contra el cambio climático

"Dejad de darle poder a quienes no creen en la ciencia".

Harrison Ford se ha quitado el traje de Indiana Jones para hacer un importante alegato a favor del cambio climático. El intérprete de 76 años participó el pasado 15 de septiembre en la Cumbre Mundial de Acción contra el Cambio Climático en San Francisco (EEUU) para recordar en un potente discurso de poco más de siete minutos la necesidad de proteger los ecosistemas, a las tribus indígenas, y también se paró a hacer una crítica a esas personas que no creen en la ciencia.

Puedes leer el discurso completo aquí:

"Estamos aquí porque nos importa esto. No solo hoy, nos importa mucho el futuro. Sabemos que solo tenemos una posibilidad de evitar la catástrofe que se avecina y la gente como nosotros se niega a abandonar. Los programas de conservación internacional [estadounidenses] llevan trabajando 30 años en proteger la naturaleza para la gente y en otros países lo llevan haciendo unos 20. Hemos hecho un buen trabajo durante este tiempo y hemos trabajado todos juntos. Hemos cumplido muchos objetivos, pero eso incluye muchos riesgos: no hemos conseguido cambiar el camino en el que estamos hoy. El futuro de la humanidad está en juego. A todos los que trabajáis en el desafío contra del cambio climático, os lo ruego: No os olvidéis de la naturaleza, porque hoy la destrucción de la naturaleza produce más emisiones contaminantes que todos los camiones y los coches del mundo.

Podemos poner paneles solares en todas las casas, convertir todos los coches en vehículos eléctricos, pero mientras Sumatra siga ardiendo, habremos fracasado. Lo mismo pasará, mientras el Amazonas esté siendo talado y quemado y hagan lo mismo con las selvas y los parajes tribales protegidos. Mientras que los indígenas están siendo invadidos y se están destruyendo los humedales y las turberas, nuestros objetivos climáticos seguirán fuera de nuestro alcance, y nos quedaremos sin tiempo. Si no nos preocupamos de parar la destrucción de la naturaleza, dará igual lo que hagamos. ¿Por qué? Porque proteger y unir fuerzas a favor de los manglares, de los humedales y las cuevas de carbón representa un 30% de lo que necesitamos hacer para protegernos contra la catástrofe del calentamiento global. Si no protegemos la naturaleza, no podemos protegernos a nosotros mismos. Esto es lo que necesitamos hacer con el calentamiento: incluir a la naturaleza en todos los apartados corporativos y en cada objetivo nacional contra el cambio climático.

Cada vez que se ponga en marcha un plan con su horario y su planteamiento, hay invertir en los manglares y en los bosques tropicales, igual que lo hacemos con las energías renovables. Hay que trabajar en frenar la destrucción de estos ecosistemas, hacer el esfuerzo en la próxima década de mantenerlos para el futuro. Hay que investigar en reforestación, igual que lo hacemos en las reservas de carbono. Ponéoslo como meta. El coste de las talas está creciendo dramáticamente y hay que empoderar a las tribus indígenas para usar su conocimiento, su historia, su imaginación para que crezcan en sus territorios. Respetadles y asegurad sus derechos. Educad y elegid a líderes que crean en la ciencia y entended la importancia de proteger a la naturaleza.

¡Por el amor de Dios, parad esta denigración a la ciencia! ¡Dejad de darle poder a la gente que no cree en la ciencia! O peor aún, a aquellos que fingen no creer en ella por sus propios intereses. Ellos saben quiénes son y nosotros sabemos quiénes son ellos. Ricos o pobres, poderosos o no, todos sufriremos las consecuencias del cambio climático y la destrucción de los ecosistemas. Estamos enfrentándonos a la mayor crisis moral de nuestro tiempo y aquellos que menos culpa tienen cargarán con los mayores costes.

No olvidéis por lo que estamos luchando, por los pescadores en Colombia, en Somalia, que se preguntan cuál será su próxima pesca. Sus gobiernos no les protegen frente a las piscifactorías de todo el mundo. Es una madre en Filipinas, que piensa que la próxima tormenta podrá solucionar un daño irreparable. Es gente en California, en la Costa Este, que está haciendo frente a incendios y a las peores tormentas de la historia. Es nuestra propia gente, nuestra comunidad, nuestras familias. Esta es la principal verdad. Si queremos sobrevivir en este planeta, el único hogar para nosotros es nuestro clima, nuestra seguridad y nuestro futuro, necesitamos la naturaleza. Ahora más que nunca. La naturaleza no necesita a la gente, la gente necesita naturaleza. Vamos a apagar los teléfonos, a remangarnos y vamos a patearle el culo a este monstruo".