Farol o arma secreta: un Torra acorralado quiere llevar a Sánchez al atolladero

Farol o arma secreta: un Torra acorralado quiere llevar a Sánchez al atolladero

“La paciencia de los catalanes no es infinita”, asegura el president de la Generalitat durante el debate de Política General

AFP/Getty Images

Crece el ruido de unas elecciones generales anticipadas. Torra ha presentado este martes un ultimátum al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que acentúa su fragilidad en el Congreso, donde necesita el apoyo de los independentistas para llevar adelante cualquier votación. Si antes de noviembre no ofrece un referéndum de autodeterminación a los catalanes, el PDeCAT le dejará caer en el Congreso.

El ultimátum de Torra llega pocas horas después de constatar el descontento de parte del independentismo con su gestión. El aniversario del 1-O ha dejado un sabor agridulce en el Govern: las críticas a Torra por la diferencia entre su discurso y una acción de gobierno que no da pasos hacia la independencia aumentan a diario y el lunes fue abucheado por los manifestantes, que pidieron su dimisión. Ante la falta de unidad estratégica del secesionismo, el president ha optado por trasladar la pelota al tejado de Sánchez.

"Es evidente que la paciencia de los catalanes no es infinita", ha asegurado el president durante su discurso en el debate de Política General, donde se trazan las líneas maestras de la acción política del Govern. "El margen para Pedro Sánchez se ha acabado".

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La única cosa que parecen compartir Torra y Sánchez ahora mismo es la fragilidad en sus respectivos hemiciclos. El president de la Generalitat necesita de los votos de la CUP para sacar adelante cualquier votación y no puede abandonar el discurso de confrontación. Sánchez, por su parte, necesita de los votos de los independentistas –cuenta con 84 diputados de 350– y ve cómo el cambio de tono del Gobierno respecto a Cataluña no convence en el Palau de la Generalitat.

"Si el independentismo prioriza el conflicto, habrá elecciones", aseguró el presidente del Gobierno el pasado viernes desde Nueva York. Torra parece allanar el camino para que se convoquen elecciones anticipadas al poner un precio muy alto por los votos del PDeCAT en el Congreso. La portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, también ha comparecido para rechazar el ultimátum e insistir en que su propuesta pasa por el "autogobierno", no por la independencia. "El Gobierno no acepta ultimátums y mantiene su determinación de seguir por la vía del diálogo", ha remachado Celáa.

Fuentes de los Comuns en el Parlament calificaban la propuesta de Torra como un "farol" para salir del "atolladero" en el que se encuentra el independentismo. "Está sin proyecto y no puede reconocerlo", decía un diputado de este espacio. El líder del PSC, Miquel Iceta, ha ido más allá y ha señalado que la propuesta de Torra era un intento de conseguir un titular ante un discurso vacío. "No habrá referéndum de autodeterminación autorizado por el Gobierno español y esto lo sabe todo el mundo", ha afirmado.

Sin plan para la legislatura

Torra ha evidenciado este martes que el Govern no dispone de un plan claro para esta legislatura. Por un lado anuncia que "no renunciará" al "mandato" del 1-O. Por otro sostiene que este mandato "podría renovarse" mediante un "referéndum vinculante, pactado y reconocido internacionalmente". Después de casi 10 meses en la Generalitat, todavía no se ha aprobado ninguna ley en esta XII legislatura. Torra, sin embargo, se ha jactado de que su Govern ha presentado cuatro proyectos de ley, dos decretos ley y nueve decretos.

El president mezcla llamadas al diálogo a la vez que amenaza con no aceptar una sentencia condenatoria a los procesados del 1-O: hace unas semanas lo dijo a título personal en un acto en el Teatro Nacional de Cataluña; este martes ha implicado al Govern y lo ha dicho en sede parlamentaria. "Si la sentencia es condenatoria será el punto de inflexión y no retorno de la legislatura", ha afirmado, "estarán legitimando el derecho de autodeterminación del pueblo catalán".

Torra ha reivindicado su acción de Govern, presentando un plan poco concreto de mejora de los servicios sociales, educación, sanidad y ecología a la vez que trataba de convencer a su electorado de que se están dando pasos hacia la independencia. Ha anunciado la creación de dos organismos: "la oficina por los derechos civiles y políticos" y el "consejo asesor del fórum cívico y social constituyente". Siguiendo con su discurso de confrontación, ha asegurado que "antes de diciembre" se volverán a aprobar todas las leyes sociales suspendidas por el Tribunal Constitucional si el gobierno de Sánchez no retira las impugnaciones presentadas por el Ejecutivo de Rajoy.

Jornada agitada en el Parlament

El debate de Política General ha venido precedido de una mañana agitada en el hemiciclo, donde se anticipan futuros enfrentamientos entre los independentistas y la oposición a raíz de la situación de los diputados en prisión o huidos. El pleno ha aprobado que los diputados suspendidos puedan delegar su voto –lo que implica reconocer la suspensión decretada por el juez del Supremo Pablo Llarena– pero a continuación, en una votación separada, el pleno ha votado que se "rechazaba" esa sustitución. Puro procesismo.

A pesar que los diputados están efectivamente suspendidos –de hecho, no cobran su sueldo como diputados desde el pasado julio– el grupo de Ciudadanos ha anunciado una querella contra el president del Parlament, Roger Torrent, así como un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC). El portavoz de la formación naranja, Carlos Carrizosa, ha advertido de que cada vez que un voto de los presos sea decisivo, no reconocerán la proclamación de los resultados de esa votación hasta que se pronuncie el TC.