¿Por qué es importante el viaje de Sánchez a Cuba?

¿Por qué es importante el viaje de Sánchez a Cuba?

Hace 32 años que no va un presidente del Gobierno para una cumbre bilateral.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajará a Cuba los próximos 22 y 23 de noviembre. La cita ha cuajado tras semanas de trabajo diplomático, después de que fuera acordada en persona con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, cuando ambos mandatarios se encontraron en Nueva York el pasado mes, con motivo de la Asamblea General de la ONU.

Pero ¿por qué es tan importante este encuentro, por qué Moncloa lo califica de "histórico"? Aquí tienes la respuesta.

Porque hace 32 años que no ocurre algo así

Sánchez será el primer jefe de Gobierno español que visite la isla desde que en noviembre de 1986 lo hiciera otro socialista, Felipe González. 32 años de nada. Es verdad que en 1999 viajó a Cuba José María Aznar (PP), entonces en La Moncloa, pero lo hizo acompañando al hoy rey emérito Juan Carlos I, en la delegación que asistía a una Cumbre Iberoamericana. No era, como ahora, para un encuentro bilateral.

Porque hay que recuperar el tiempo perdido

A España la han adelantado por la izquierda y por la derecha otros grandes países del mundo a la hora de acercarse a la nueva Cuba, la que desde abril no tiene a un Castro en el Gobierno, la que apuesta por el aperturismo hasta con Estados Unidos, su adversario clásico.

Tras la retirada del poder de Fidel Castro, sustituido por su hermano Raúl, quien se marchó la pasada primavera, el país ha dado muestras de mayor flexibilidad y el mundo se lo ha reconocido. Desde 2015, ya viajaron a la zona estando en el cargo el presidente norteamericano, Barack Obama; el de Francia, François Hollande; el portugués Marcelo Rabelo de Sousa, el primer ministro italiano Matteo Renzi, y hasta el actual papa Francisco, siguendo el camino de sus dos predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Tras la reunión en Naciones Unidas de Sánchez y Díaz-Pinel, cuando se barruntaba una reunión pero no tenía fecha, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, explicaba que un viaje como el que ahora se anuncia de Sánchez tiene sentido no sólo político sino también histórico y cultural. "Es absolutamente atípico que no haya habido una visita de un presidente español a Cuba en los últimos treinta y pico años cuando por Cuba ha pasado todo el mundo", dijo, mencionando a los mandatarios anteriores.

Borrell planteó: "¿Para qué sirve esta incomunicación, cuando todo el mundo va; qué sentido tiene que nosotros que tenemos relaciones históricas culturales y humanas tan fuertes con esta isla no hayamos pasado por allí ni tengamos nada que decir ni nada que aportar?". Ahora se sabe qué tenían en mente en su departamento.

Fuentes diplomáticas citadas por Europa Press y EFE explican además que el Gobierno de Sánchez quiere impulsar las relaciones con toda América Latina y que sería "raro" que Cuba quedase fuera de ese empeño. Sánchez hizo ya en agosto una primera gira iberoamericana que le llevó a Colombia, Chile, Bolivia y Costa Rica.

Porque puede allanar el camino a otra visita real

En realidad, Moncloa se ha adelantado a Zarzuela con este viaje. El año pasado, el entonces ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, fue a Cuba y dijo que estaba trabajando en los preparativos de una visita "de alto nivel" para 2018. Inmediatamente se pensó en un viaje de los reyes o del presidente del momento, Mariano Rajoy.

Sin embargo, el anuncio de la la salida del Gobierno de Raúl Castro y la transición posterior no hacían conveniente visita alguna. Luego, además, se planteó la moción contra Rajoy. Inicialmente se filtró que Felipe VI y Letizia Ortiz iban a trasladarse a la isla a principios de este 2018, pero en marzo, definitivamente, la Casa Real prefirió quedarse a la espera. Es un viaje sine die, hoy.

La visita de Sánchez -la de un jefe de Gobierno tiene más carga política; la de un jefe de Estado, más relevancia institucional y simbólica- puede servir de avanzadilla y allanar el camino a una posible escala real en noviembre de 2019. ¿Por qué entonces? Porque se celebrará el quinto aniversario de la fundación de La Habana y puede ser una buena oportunidad. Ya tenemos el precedente de este año en EEUU, donde han acudido a festejos similares.

Porque las empresas lo esperan como agua de mayo

Fuentes de Moncloa sostienen que el objetivo del viaje es "intensificar las relaciones entre ambos países y sus intercambios económicos y comerciales". Y es que en la agenda habrá, seguro, un encuentro con empresas presentes en Cuba, más de 200 según datos oficiales. La comitiva que acompañará a Sánchez será importante, precisamente, por el alto componente económico que se quiere imprimir a la visita. Es de destacar la presencia en Cuba de empresas españolas en el sector turístico: de las 10 primeras cadenas hoteleras, nueve on españolas.

Según datos del ICEX (la Red de Oficinas Económicas y Comerciales de España en el Exterior), Cuba fue con 899 millones de euros en 2017 el segundo país receptor de exportaciones españolas en el Caribe. En primer lugar está México con 4.600 millones. Después de Cuba está República Dominicana con 516 millones y Panamá con 377.

"España mantiene relaciones comerciales y de inversión con Cuba de una gran tradición, como demuestra el hecho de que es el país con más empresas mixtas y más sucursales implantadas en el país, con una destacada presencia en el sector del turismo y los servicios", abunda.

Nuestro país se mantenía a finales de 2016 como el tercer proveedor de Cuba (detrás de China y Venezuela), aunque los datos de 2017, posiblemente, indicarán que ya es el segundo. Siempre se mantiene como el primer proveedor de la UE. Las exportaciones españolas a Cuba han decrecido levemente desde que alcanzaron el récord histórico de 964 millones euros en 2015; 2017 cerró con unas exportaciones de 899 millones de euros, lo que supone un descenso de un 1% respecto al año anterior.

Y porque hay una enorme comunidad española

En su agenda, Sánchez tendrá un hueco para verse con la colonia española en Cuba, que Exteriores calcula en unas 140.000 personas.

Sólo hay cuatro países en el mundo con más presencia de españoles: Argentina, Francia, Venezuela y Alemania, según datos del INE.