El motivo por el que algunas personas se parecen a su pareja

El motivo por el que algunas personas se parecen a su pareja

Mucha gente se siente atraída por su propia cara y por las personas que se les parecen físicamente.

Brad Pitt, a la izquierda con su exnovia Gwyneth Paltrow y a la derecha con su exmujer Jennifer Aniston, no es el único que se transforma en la persona con la que sale en ese momento.Ron Galella/Getty Images

Cuando Alice, de 21 años, y su novia Melissa, de 20, pasean por la calle de su ciudad, San Antonio (en Texas, Estados Unidos) no son pocas las miradas que reciben de la gente. Aunque llevan juntas menos de un año, son asombrosamente parecidas.

Se parecen tanto que unas fotos que publicó Alice en Twitter se hicieron virales en julio:

10/10 can relate. Definitely my soulmate & definitely not related. pic.twitter.com/tkouTVOvAd

— lunesz ✨ (@alicelunesz) July 6, 2018

Sin duda podríamos ser familia. Está claro que es mi alma gemela y no, no somos familia.

"¿Os habéis hecho alguna prueba de ADN o algo? Porque juraría que sois gemelas", comentó un usuario de Twitter.

Tanto en internet como en el mundo real, el parecido entre las parejas es un tema de conversación recurrente, pero a estas alturas ya no es tan desconcertante.

"Estoy segura de que al principio les resulta raro a otras personas, sobre todo si estamos en público y nos besamos o intercambiamos cualquier muestra pública de afecto. Soy consciente de que lo primero que se le pasa por la mente a la gente es: '¡Anda, son igualitas! Me pregunto si son familia'. Personalmente, ambas creemos que hay cosas que nos hacen ser completamente diferentes la una de la otra", bromea Alice en declaraciones a la edición estadounidense del HuffPost.

Alice y Melissa no son las únicas que se parecen a su pareja. Este verano se hizo viral un tuit que mostraba cómo se transformaba Brad Pitt en todas sus novias desde los años 90. El actor clavaba el aspecto de sus parejas, desde las gafas de sol hasta los peinados y los reflejos.

I saw this news article about Brad Pitt and now I can't stop thinking about it. pic.twitter.com/OytJQD5rli

— Sarah McGonagall (@sarahmcgbeauty) July 26, 2018

I'm obsessed with these. pic.twitter.com/hoWm7acSdK

— Sarah McGonagall (@sarahmcgbeauty) July 26, 2018

"No solo es Brad, veo esto continuamente por la calle", asegura la asesora de relaciones Chantal Heide. "Creo que se debe a que estamos diseñados para perseguir lo que nos resulta familiar. Existe cierto sentido de comodidad cuando estamos con alguien que nos resulta parecido a nosotros. Como en casa, en ningún sitio, ¿no?", explica.

La revista Science coincide. La teoría del emparejamiento selectivo sugiere que las personas se benefician de la tendencia a buscar parejas de forma selectiva prestando atención a unos rasgos genéticos concretos. Un estudio de 2013 aporta más precisiones a dicha teoría y asegura que muchas personas se sienten atraídas por su propia cara y por gente que se les parece físicamente.

En este estudio, se pidió a 20 parejas heterosexuales que observaran siete fotografías de siete versiones de la cara de su pareja. Cada versión estaba fusionada con otra cara: algunas eran caras de hombre. Otras eran caras de mujer. Algunas eran consideradas del montón y otras, atractivas.

Una de las imágenes era una mezcla de la cara de la pareja del participante con la suya propia, aunque el participante no era consciente de ello. A los sujetos del grupo de control se les enseñó también una versión del rostro de su pareja combinado con una versión espejo que parecía retocada digitalmente.

Cuando a los sujetos se les pedía que ordenaran los rostros de más a menos atractivos, preferían la versión que estaba fusionada con su propio rostro, incluso más que la versión espejo del rostro de su pareja. (Cuánto ego, ¿no?).

Es extraño, aunque no infrecuente. ¿Por qué a la gente le gusta salir con sus dobles? Seguramente por el bien de los futuros hijos, apunta Madeleine A. Fugère, profesora de Psicología social en la Universidad Estatal de Connecticut del Este y autora de The Social Psychology of Attraction and Romantic Relationships.

"Hablando en términos evolutivos, los genes que son similares a los nuestros (pero suficientemente diferentes) pueden ser óptimos para el éxito reproductivo", resume Fugère.

"Algunos investigadores creen que ese estímulo que vemos a menudo puede ser procesado con mayor facilidad por el cerebro. También es posible que nos den más confianza las personas que nos resultan más familiares", añade.

El objetivo biológico es encontrar a alguien similar a uno mismo, pero no demasiado similar. Es decir, diversificar genes es bueno, ya que si tienes un hijo con una persona demasiado similar a ti corre el riesgo de nacer con defectos genéticos, como sucedió con las familias reales europeas del siglo XIX.

Pero, ¿qué pasa con esas parejas que al principio no se parecen y que poco a poco lo van haciendo, como Brad Pitt y todas las mujeres con las que ha salido? También hay una teoría para explicar eso.

Un estudio de finales de los 80 demostró que algunas parejas que al principio no tenían ningún parecido, tras 25 años de matrimonio habían adoptado el mismo aspecto.

Los investigadores conjeturaron que tras años de compartir experiencias emocionales (y desarrollando las mismas expresiones faciales) empezaron a aparecer "sutiles cambios en las líneas de expresión y en otros rasgos faciales".

La cara cambia sin que te des cuenta, pero, a veces, las parejas eligen vestirse y adoptar un mismo estilo. Ryan Abraham, de 29 años, y su novio Ruben, de 31, son un claro ejemplo. Su hashtag favorito de Instagram es #boyfriendtwins (novios gemelos).

A post shared by Rubenrodpa (@rubenrodpa) on Oct 5, 2018 at 2:54pm PDT

Todo empezó cuando Ruben se afeitó la cabeza para llevar calva como su novio. Tras ese cambio, su vestuario empezó a fusionarse también.

"A veces uno de nosotros prueba algo distinto, como una nueva barba, y al otro le gusta cómo queda y lo prueba también. La gente comenta cuando nos hacemos un cambio de aspecto y cosas así, y recibimos algunas críticas, pero no nos importa", comenta Abraham.

"Hay gente a la que le gusta y gente que lo detesta, pero estamos felices y eso es lo único que importa", concluye.

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.