Las 11 quejas más frecuentes de los padres primerizos cuando van a terapia

Las 11 quejas más frecuentes de los padres primerizos cuando van a terapia

La crianza de los hijos puede suponer desafíos que nunca pensaste que te tocaría afrontar.

Woman during a psychotherapy sessionFilippoBacci via Getty Images

Es un hecho: la vida cambia cuando tienes hijos. Aunque creas que podrás hacer frente a la falta de sueño y el cambio de rutinas (por no mencionar el cambio de pañales) sin problemas, la crianza de los hijos puede implicar retos que nunca pensaste que te tocaría afrontar.

La edición estadounidense del HuffPost se ha puesto en contacto con diversos psicólogos para que compartan las quejas que más suelen oír de sus pacientes cuando se convierten en padres. Quizá te sorprenden y, si tú también acabas de tener un bebé, seguramente te sientas identificado con ellos.

"No me gusta ser padre. Echo de menos mi antigua vida"

"Es muy común entre los padres primerizos tener expectativas irreales o críticas hacia la crianza de los hijos antes de la llegada de su bebé ('Nuestra vida social no cambiará, nos llevaremos al bebé allá adonde vayamos' o 'Mi hijo nunca se comportará así en público'). Es muy sencillo caer en la trampa porque no hay forma posible de entender cómo es tener hijos hasta que te toca vivirlo. Por muy gratificante que pueda ser, también es altamente impredecible y complicado. Por lo tanto, algunos padres vienen a terapia cargando con una cantidad enorme de culpabilidad por no estar disfrutando de su nuevo papel de padres. Lo ven como su pequeño secreto oscuro debido al mito de que tener un bebé llena a todo el mundo de sentimientos de amor incondicional y felicidad. Sin embargo, los padres primerizos pueden echar de menos su libertad perdida y pueden aparecer emociones de resentimiento conforme la nueva vida con el bebé se va convirtiendo en una realidad. En terapia, es importante normalizar estos sentimientos de los padres y recordarles que cualquier transición grande suele resultar incómoda e inquietante a veces. Busca apoyo, que no te asuste compartir tus sentimientos con otras personas que ya han pasado por eso y, con el tiempo, la vida volverá a encajar en su sitio". ― Tara Griffith, terapeuta y fundadora de Wellspace SF.

"A otros padres parece que se les da mejor"

"Uno de los desafíos que mencionan los padres primerizos es la presión de estar a la altura frente a otros padres en su misma situación. El 8% de los padres millennials indican que las publicaciones en redes sociales de otros padres a menudo les hacen sentirse inadecuados. Es el doble que en la generación previa. Y hay muchas formas 'correctas' de criar a los hijos, desde la clase de biberones que le das al bebé, pasando por el régimen de comidas sólidas hasta los movimientos en redes sociales que animan a dar el pecho con orgullo en público. Aunque todas estas son opciones válidas, llevan a muchos padres a cuestionar sus propias opiniones y decisiones a la hora de considerar qué es lo mejor para su familia. Los padres primerizos se encuentran atrapados entre las opiniones de sus círculos sociales o de sus propios padres y la influencia mayor de las redes sociales". ― Liz Higgins, terapeuta matrimonial y familiar y propietaria de Millennial Life Counseling.

"Tengo miedo de perderme a mí mismo/a"

"A muchos padres primerizos les cuesta afrontar el cambio de su noción de sí mismos cuando se convierten en padres. Las mujeres tienden a sufrir este problema con mayor intensidad que los hombres, pero todos los padres pueden sufrir cambios identitarios, y procesarlos y aceptarlos implica priorizar el ser padre por encima de la noción de uno mismo". ― Shanna Donhauser, terapeuta infantil y familiar y fundadora de Happy Nest.

"¿Y si no estoy a la altura?"

"Muchos hombres acuden a mí con el temor de transmitir a sus hijos su falta de emoción, y son conscientes de que probablemente les toque aprender mucho más que a la madre de sus hijos. A veces nunca han hecho de niñeros con sus hermanos o sus primos, nunca han cogido a un bebé en brazos, pero quieren estar ahí, quieren implicarse, quieren compartir la responsabilidad, no quieren que toda la carga recaiga sobre la madre. Sin embargo, les preocupa no estar a la altura. Puede que prueben a hacer algunas cosas las primeras veces, no lo hagan bien, se desanimen y den un paso hacia atrás. En ese momento, su pareja puede pensar que no se interesa, quizá lo empieza a considerar vago y entonces desconectará aún más. Estos hombres también suelen mencionar a su padre, distante, y estoico, de quien se preocupan, pero sobre el que reconocen que no fue la clase de padre que ellos quieren ser". ― Justin Lioi, experto en salud mental masculina y en relaciones.

"¿Estoy haciéndolo mal?"

"Lo que más me dicen las madres primerizas es que están preocupadas por estar 'haciéndolo mal'. Cuando las mujeres se convierten en madres, les invaden las emociones: amor, preocupación, esperanza, fortaleza, responsabilidad. Puede resultar complicado abrirse paso, pero en realidad se resume en que quieren ser buenas madres y tomar las decisiones correctas para su bebé. Trabajo con mujeres para desarrollar confianza en sus capacidades como madres, las ayudo a entender que es normal cometer errores, les hago aceptarlo y comprender que no existe la madre perfecta". ― Gwendolyn Nelson-Terry, terapeuta matrimonial y familiar.

"Estoy preocupada a todas horas. Yo antes no era así"

"Cuando una mujer se convierte en madre, su cerebro cambia. La amígdala se activa a tope, la materia gris se vuelve más densa y la oxitocina incrementa su actividad en las regiones que controlan la empatía, la ansiedad y las interacciones sociales. La parte positiva de la oxitocina es que refuerza el vínculo maternal; la parte negativa es un amor y una necesidad de protección excesivos, lo cual provoca la sensación de ansiedad. Pero quieres al bebé y eso es algo bueno. Trabajo con mujeres enseñándoles estrategias de mindfulness para que aprendan a aliviar la ansiedad y a encontrar recursos para reducir el estrés. Recuerda que mientras tengas tu seguridad básica cubierta, la mayoría de los bebés son capaces de adaptarse a circunstancias diversas. Mi hermana una vez se olvidó de cambiarle los pañales a su bebé durante un día entero y ahora su bebé va a la universidad. Ten más fe en tu bebé. Al fin y al cabo, es el producto de millones de años de evolución humana". ― Mabel Yiu, terapeuta matrimonial y familiar.

"Criar a nuestro hijo está poniendo demasiada presión en nuestra relación"

"Uno de los mayores problemas con los que acuden los nuevos padres a terapia es la pérdida de tiempo de calidad para estar juntos. El nuevo bebé exige demasiado de su tiempo, sobre todo a la madre primeriza. La intimidad de los padres en su faceta emocional, física, sexual y espiritual se ve puesta a prueba con frecuencia y a veces amenazada por la falta de tiempo de calidad juntos. Algunas formas prácticas de ayudarles a abordar el problema son establecer una noche semanal para tener una cita juntos, conseguir la ayuda de familiares y amigos de confianza para cuidar del bebé y darle a la madre un descanso durante el día para garantizar su bienestar físico, emocional, psicológico y espiritual. Es más, los padres deberían establecer una división de tareas, incluidas las tareas de la casa, y especialmente si ambos trabajan fuera de casa". ― Joyce Morley, terapeuta matrimonial y familiar.

"Se supone que tiene que ser la época más feliz de mi vida. ¿Por qué no me lo parece?"

"Todo el mundo ha estado expuesto a imágenes preciosas que retratan el vínculo entre la madre y el hijo como publicidad para productos para bebés o en las redes sociales. Lo que no muestran esas imágenes es a mujeres exhaustas y con coágulos de sangre saliendo de su orificio. Otras madres no hablan de ello porque el agotamiento propicia la memoria selectiva. Tener un bebé lo cambia todo, la mente y el cuerpo, así que tómatelo con calma. Lo que puedes hacer es, primero, tomarte un momento para desconectar de esas supuestas imágenes felices de vínculo entre madres e hijos. Busca webs de humor que te enganchen sobre la crianza de los hijos y después busca en Google la palabra loquios. Recuerda los pequeños momentos entrañables, porque los hay y puedes disfrutarlos". ― Mabel Yiu.

"Tengo miedo de convertirme en mi madre/padre"

"A veces, tener hijos hace que reproduzcamos en ellos nuestra propia crianza y relaciones con nuestros padres. Por lo tanto, en terapia, a los padres primerizos les surgen temores o preocupaciones por estar repitiendo ciertos patrones disfuncionales o estilos de crianza. Entre mis pacientes, los que no tuvieron modelos parentales positivos temen carecer de la experiencia y las herramientas necesarias a las que recurrir para criar a sus propios hijos de forma sana y cariñosa. Puede ser especialmente preocupante para los padres primerizos que sufren traumas o sufrieron abusos. Aunque es cierto que las experiencias que vivimos cuando somos niños pueden moldear cómo somos y cómo criamos a nuestros hijos de forma instintiva, no siempre significa que estemos condenados a reproducir los errores de nuestros padres". ― Tara Griffith.

"Estoy desbordado/a"

"Tras el nacimiento de un bebé, los familiares y amigos normalmente quieren venir a ayudar, pero es importante que los padres primerizos establezcan límites, que decidan cómo quieren pasar su valioso tiempo con su bebé y que se concentren en asentarse en su nueva normalidad como familia. No pasa absolutamente nada por decir que no a las personas que se quieren presentar sin ser invitadas si no encajan en tu plan o en las expectativas que tienes para las primeras semanas o meses de vida de tu bebé. Los padres primerizos reciben muchos consejos e indicaciones bienintencionadas, pero a veces esos consejos pueden resultar intrusivos e incluso críticos. A veces recomiendo a los padres que tengan una respuesta rápida preparada para estas situaciones, porque les puede ayudar a mantener los pies en la tierra y no perder el control en esos momentos". ― Sarah Weisberg, psicóloga y fundadora de Potomac Therapy Group.

"Me siento solo/a"

"Los padres que vienen a mi consulta suelen comentar que se sienten aislados, solos y preocupados por si están haciendo las cosas 'bien'. Es de vital importancia que acabemos con el estigma que pesa sobre buscar ayuda para la salud mental y que los padres primerizos se sientan alentados para erigir un andamiaje sólido de ayudas antes y después de la llegada del bebé. Yo animo a los padres primerizos a buscar terapia y a unirse a grupos de apoyo de padres por Internet o en persona, si es posible". ― Sarah Weisberg.

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.