Theresa May sobrevive a la moción de confianza de sus compañeros del Partido Conservador
guerra en ucrania
Finlandia se venga de Rusia

Theresa May sobrevive a la moción de confianza de sus compañeros del Partido Conservador

La 'premier' del Reino Unido logra el apoyo de 200 de los 317 diputados de su formación durante la moción de confianza de esta tarde-noche.

La primera ministra británica, Theresa May, ha superado hoy la moción de confianza convocada por el Partido Conservador para decidir sobre su continuidad al frente de la formación y el Gobierno.

May obtuvo 200 votos a favor y 117 en contra en una votación secreta a la que estaban llamados todos los diputados del grupo tory en la Cámara de los Comunes. La primera ministra necesitaba al menos 159 votos (la mitad más uno). "El resultado de la votación de esta noche es que el grupo parlamentario tiene confianza en Theresa May", anunció Graham Brady, presidente del Comité 1922, que reúne a los diputados conservadores.

La situación, de enorme tensión, es fruto del enfado contra ella de parte de los conservadores, descontentos con el Acuerdo de Retirada pactado por Londres y Bruselas sobre el Brexit. Estos tories consiguieron el martes por la noche el mínimo de 48 cartas que es necesario que los miembros del grupo parlamentario envíen al Comité 1992 -órgano de gobierno del Partido Conservador en Westminster- para activar la moción de censura. Pero esta tarde su empeño de echar a May ha quedado en nada.

May, en un breve discurso ante su residencia oficial de Downing Street, ha reconocido que un número "significativo" de diputados conservadores han votado contra ella, pero ha insistido en que ha "escuchado lo que han expresado". Ahora, dice, seguirá adelante con el "trabajo" de materializar el Brexit.

Los políticos de todos los bandos deben unirse y actuar en el interés nacional

La jefa de Gobierno declaró que mantiene sus planes de viajar mañana, jueves, a Bruselas para reunirse con los líderes de los 27 Estados miembros restantes de la UE. Allí, buscará "garantías legales y políticas" sobre el mecanismo de seguridad para evitar una frontera en Irlanda del Norte, el principal escollo para aprobar en el Parlamento el acuerdo sobre el Brexit al que el Gobierno británico ha llegado con la Unión Europea (UE).

Convencida, dijo tras superar la moción de confianza, que se enfrenta a una "misión renovada" para "entregar el Brexit por el que votó la gente" y "construir un país que funcione para todos". "Los políticos de todos los bandos deben unirse y actuar en el interés nacional", ha enfatizado la mandataria conservadora, que se vio obligada a aplazar la votación sobre el tratado de salida de la UE en el Parlamento el pasado martes al no contar con una mayoría suficiente para ganarla.

Tregua de un año

De haber prosperado esta iniciativa rebelde, May hubiera sido derrocada como líder del Partido Conservador y, en consecuencia, también tendría que haber dejado su puesto como premier, dando lugar a un nuevo proceso interno para ocupar ambas vacantes.

Ahora, tras su victoria, la primera ministra no podrá ser sometida de nuevo a una moción de confianza por su propio partido en 12 meses, aunque sí podría afrontar una moción de censura contra su Gobierno por parte de la oposición laborista.

Horas antes, la propia May había anunciado a los diputados del Partido Conservador en un discurso emotivo y a puerta cerrada que no competirá por la reelección en los próximos comicios, previstos para 2022, en el marco de los contactos para sobrevivir a la moción de censura.

La diputada conservadora Nicky Morgan afirmó tras la votación que "la razón ha prevalecido", mientras que su compañero de bancada Jacob Rees-Mogg, uno de los líderes de la facción euroescéptica de la formación, consideró que los 117 votos en contra de May suponen un "resultado terrible" para la premier, que necesita convencer a ese grupo de parlamentarios para que respalden el acuerdo en una votación que espera convocar antes del 21 de enero. EFE.

El aplauso de los ministros

Esas fueron las dos primeras reacciones, pero poco después comenzó el rosario de apoyos de los ministros del Gabinete británico. El titular de Economía, Philip Hammond, señaló en la red social Twitter que el resultado de esa votación es "el correcto" y subrayó que ahora es tiempo de "centrarse en el futuro". "Su acuerdo significa que honraremos el resultado del referéndum al tiempo que salvaguardamos los empleos y mantenemos la confianza en los negocios", agregó.

El ministro del Interior, Sajid Javid, afirmó que es tiempo de "unión" para sacar adelante el Brexit y "mucho más". El titular de Exteriores, Jeremy Hunt, expresó por su parte sus "enormes felicitaciones" a la premier, de la que destacó su "fuerza, resiliencia y decencia". Atributos que consideró "ganadores" de la noche y que le han brindado la oportunidad de conseguir seguir adelante con la salida del Reino Unido de la UE.

El ministro del Brexit, Steve Barclay, calificó la victoria de "clara y decisiva" e insistió también en la importancia de que el Gobierno se centre en conseguir un "divorcio" con Bruselas que "respete el resultado del referéndum y, al mismo tiempo, proteja los empleos y la seguridad". Y para el titular de Transportes, Chris Grayling, el resultado muestra que el Partido Conservador quiere que sea May quien lidere a la formación para seguir con la ruptura de la Unión Europea. Grayling restó importancia al hecho de que 117 de los diputados de su propias filas no han apoyado a la primera ministra al afirmar que "el líder de ningún partido tiene siempre el apoyo de todos sus miembros". A su juicio, May puede sentirse "satisfecha" con el apoyo que ha recabado esta noche.

El 'backstop' sigue siendo el gran problema

May aplazó la votación parlamentaria que estaba prevista este martes sobre el acuerdo del Brexit, ya que decenas de sus propios diputados, del ala dura, amenazaban con rebelarse y votar contra su pacto. La jefa de Gobierno trata ahora de lograr nuevas concesiones de la Unión Europea (UE) para facilitar la aprobación del texto. En particular, busca clarificaciones que satisfagan a los euroescépticos descontentos con el mecanismo de salvaguarda para evitar una frontera en Irlanda del Norte.

La facción de los tories que activó la moción de confianza contra May de hoy teme que dicha cláusula deje al Reino Unido integrado en las estructuras comunitarias durante años, por lo que exigen a la primera ministra la certidumbre de que no será una solución indefinida.

Sin embargo, aunque May haya ganado la moción, los conservadores no tienen la obligación de apoyar el acuerdo del Brexit pactado entre su líder y los Veintisiete. El escollo del llamado backstop irlandés, que es el nudo gordiano del problema, sigue sin resolverse.

Durante el último año, el Gobierno de May trabaja en el concepto de "salvaguarda" - backstop, por su denominación inglesa- con Irlanda como una premisa imprescindible para aprobar el acuerdo de divorcio. Ahora se ha convertido en la palanca con la que May pretende convencer a los miembros del Parlamento escépticos con el acuerdo; si no hay acuerdo, la ruptura total con la UE es un salto al vacío que dejaría sin precisar el futuro de la frontera Reino Unido e Irlanda del Norte.