Saturnalia, la desenfrenada macrofiesta romana que dio origen a la Navidad

Saturnalia, la desenfrenada macrofiesta romana que dio origen a la Navidad

La RAE aún recoge la palabra "saturnal" como "orgía desenfrenada".

Cuadro 'Saturnalia' (1783), de Antoine Callet.Wikipedia

Sabemos que nació en un pesebre, que su madre era virgen, que tres reyes de Oriente le trajeron regalos... pero, ¿cuándo nació Jesucristo? Todo lo que sabemos sobre el alumbramiento de este mítico profeta, cuya figura dio origen a la religión cristiana, proviene casi exclusivamente de los textos bíblicos, pero en ninguna de estas fuentes se señala cuándo nació. Entonces, ¿por qué celebramos su cumpleaños, la Navidad, en estas fechas?

La palabra 'Navidad' proviene del latín nativitas (nacimiento) y fue usada para referirse a estas fechas decembrinas en las que se conmemora el nacimiento de Jesucristo, concretamente el 25 de diciembre. Existe constancia histórica de que la Navidad fue instituida como celebración religiosa allá por siglo cuarto d.C. por los dirigentes cristianos. En aquella época esta religión estaba en su apogeo, pero aún no era el credo hegemónico en el imperio romano, en el que seguía extendida la devoción a los dioses romanos. Uno de ellos, Saturno, era el segundo más importante para los romanos, solo por detrás de Júpiter. Precisamente en honor de Saturno, cada 25 de diciembre daba comienzo una festividad romana conocida como Saturnalia.

¿Por qué la Saturnalia se celebraba en estas fechas decembrinas? Este día coincide con el solsticio de invierno, el punto del año en el que las noches empiezan a ser más cortas y los días más largos en el hemisferio norte del planeta. Este proceso se prolonga hasta que llega el solsticio de verano y la tendencia vuelve a invertirse. Hace 2.000 años, cuando no había comodidades como luz o calefacción, que la luz diurna comenzase a durar más era motivo de celebración. Además, coincidía con el fin de la siembra de cosechas que serían recolectadas en primavera y verano, de modo que era un buen momento para unas "vacaciones". De hecho, este fenómeno solar es un hito que tiene una gran importancia en el calendario de otras religiones.

El apego de la ciudadanía del imperio a esta fiesta, que empezaba en torno al 17 de diciembre y se prolongaba hasta el 25 de diciembre, era demasiado intenso. El poeta Cátulo se refirió al arranque de esta fiesta como "el mejor de los días". A todos los rincones del imperio, que se extendía por toda Europa (incluida España), el norte de África y parte de Oriente Medio, llegaba esta macrofiesta: la gente se hacía regalos, se organizaban banquetes públicos, se bebía alcohol, los juegos de azar normalmente prohibidos se permitían, los esclavos eran liberados de sus obligaciones durante esos días... Hay fuentes que señalan que se llevaban a cabo bacanales y orgías. De hecho, antiguamente la palabra 'saturnal' era empleada como sinónimo de orgía. De hecho, la RAE aún recoge esta acepción:

  .

Tan amada era esta fiesta que aunque varios emperadores romanos trataron de reducir su duración, no lo lograron, a pesar de su poder.

Precisamente, los jerarcas de la pujante iglesia católica decidieron allá por el año 330 d.C, algunos años antes del decisivo Concilio de Nicea, que Jesucristo había nacido un 25 de diciembre, haciendo coincidir así las fiestas navideñas con la Saturnalia pagana. De este modo, la religión católica se hacía más atractiva a los romanos, porque no les exigía que renunciasen a su macrofiesta favorita, sino que solo le daban un nuevo envoltorio religioso.

Así que, como dirían hace 16 siglos en el imperio romano por estas fechas, ¡feliz Saturnalia!