Políticos que empezaron bien el 2018 y lo acabaron fatal

Políticos que empezaron bien el 2018 y lo acabaron fatal

Parecía que sí...

Cristina Cifuentes, Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y Susana Díaz.

Ni apoyar el pie derecho, ni llevar algo rojo (o amarillo), ni no dejarse ni una uva... Nada.

A estos personajes políticos, todo esto (si es que lo hicieron) no les sirvió de mucho para tener un buen 2018 ya que lo empezaron con buen pie y lo terminaron mal. Y algunos, hasta muy mal.

Estos son los políticos que nunca imaginaron que iban a terminar tan mal el 2018

Mariano Rajoy

Jamás pensó el bueno de Mariano Rajoy que terminaría el año regresando a su puesto de registrador de la propiedad.

Pero así es la vida y la moción de censura del pasado 1 de junio le sacó del Palacio de La Moncloa para que fuera Pedro Sánchez, líder del PSOE, quien ocupara el puesto de presidente del Gobierno.

Un par de semanas después, el ya expresidente del Gobierno regresaba a Santa Pola (Alicante) para reincorporarse a su trabajo como registrador. Un mes después, consiguió un nuevo trabajo en el registro mercantil número cinco de Madrid.

Cristina Cifuentes

Empezó el año siendo presidenta de la Comunidad de Madrid y una de las figuras con más poder político del PP, y lo ha terminado fuera de la Puerta del Sol e imputada por falsedad documental por la jueza que investiga el caso de su máster, que acabó con su carrera política.

Y eso que Cifuentes se aferró al puesto desde que se publicó, a finales de marzo, que obtuvo su máster en la Universidad Rey Juan Carlos gracias a notas falsificadas.

"No me voy, me quedo", llegó a decir, con tono burlesco, en un vídeo grabado en su despacho de madrugada. Una frase que ha quedado como su epitafio político desde que, un mes después del escándalo, se publicase un vídeo de 2011 en el que Cifuentes aparecía robando unas cremas en un Eroski de la capital.

Y no, no se quedó, se fue. Esa misma tarde Cifuentes anunció su dimisión, algo que muy probablemente no se esperaba a estas alturas del año hace 365 días.

Soraya Sáenz de Santamaría

Empezó el año siendo la mujer más poderosa de España y seguro que lo terminará deseando que no se repita lo que ha vivido en 2018.

Porque a la moción de censura de Sánchez, que hizo que tuviera que ceder su cartera de vicepresidenta del Gobierno a Carmen Calvo, se sumó su derrota en las primarias del PP contra Pablo Casado.

Era una de las favoritas para hacerse con la presidencia del partido, pero el resto de aspirantes apoyaron a Casado en la segunda vuelta y tumbaron sus aspiraciones.

Así que Sáenz de Santamaríatermina 2018 en el Consejo de Estado, donde llegó en octubre tras unos meses en los que se especuló con la posibilidad de que se marchara a la empresa privada.

María Dolores de Cospedal

Otra mujer del PP que perdió su puesto en el Gobierno con la moción de censura de Sánchez. Quien fuera ministra de Defensa y secretaria general del PP ha terminado el año en el ostracismo, apartada de la vida política por sus relaciones con el excomisario Villarejo, que la obligaron a dimitir.

Parecía que el año de Cospedal había mejorado con la victoria de Pablo Casado en las primarias del PP frente a Sáenz de Santamaría. Victoria que se produjo gracias al apoyo de su candidatura al ahora presidente del partido, que la incluyó en la directiva.

Pero a finales de octubre aparecieron grabaciones en las que la exministra y su marido ofrecían, en 2009, "trabajos puntuales" a Villarejo en relación con el caso Gürtel, que acababa de estallar.

Una semana después, Cospedal dimitía de la Ejecutiva del PP y dejaba su escaño. Quién se lo hubiera dicho a estas alturas del 2018.

Susana Díaz

Todavía sigue siendo presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, pero el resultado de las elecciones del 2 de diciembre no era lo que se imaginó Susana Díaz cuando, a principios de año, sabía que tendría que afrontar en 2018 una nueva convocatoria electoral.

La irrupción de la ultraderecha, con los 12 escaños de Vox, y la escasa movilización por parte del electorado de izquierdas, provocaron un histórico giro a la derecha en Andalucía, donde el PSOE afronta por primera vez en 40 años la posibilidad de terminar en la oposición.

Gaspar Llamazares

El exlíder de Izquierda Unida, actualmente portavoz de IU en Asturias, ha pasado una de sus peores nochebuenas este año al anunciar, en la mañana del 24 de diciembre, su dimisión de la dirección del partido que dirige Alberto Garzón.

El motivo, según Llamazares, la "campaña de linchamiento" contra su persona por la filtración de unos audios en los que se mostraba dispuesto a encabezar una lista electoral de Actúa, la plataforma que impulsó con el exmagistrado Baltasar Garzón y que se presentará a las europeas, autonómicas y municipales de 2019.

Carolina Bescansa

Tampoco es que el año, políticamente hablando, hubiera comenzado como para tirar cohetes. Pero ha terminado peor de lo que empezó.

A finales del mes de octubre, la diputada de Unidos Podemos y cofundadora de la formación morada anunciaba que dejará su escaño en el Congreso de los Diputados en el primer semestre de 2019.

Bescansa tomaba esta decisión después de perder las primarias a la secretaría general de Podemos en Galicia con Antón Gómez-Reino, afín a Pablo Iglesias.

Precisamente con Iglesias ha mantenido un enfrentamiento interno que se visibilizó con la difusión, por error, de un documento con un plan para desbancar al líder de Podemos de la Secretaría General.