'Los juegos del hambre' del PSOE en Andalucía

'Los juegos del hambre' del PSOE en Andalucía

Todos se preparan sigilosamente estos días navideños para una guerra tras la investidura de Moreno

Díaz y MonteroEFE

"Después de la investidura, esto va a ser como Los juegos del hambre. Esta expresión la utilizaba un cargo del PSOE andaluz afín a Susana Díaz estos días de vacaciones. El socialismo sureño (y más allá) no ha parado de hablar sobre su situación durante esta Navidad en conversaciones informales, pensando ya en el futuro y a la espera de que se inicie otra dura guerra interna.

Por ahora en público son palabras neutras, evitando entrar en un conflicto radiado. Y con la vista puesta en la negociación que llevan a cabo PP, Cs y Vox para materializar la investidura de Juanma Moreno como presidente de la Junta. Esto se producirá previsiblemente el 16 de enero, el día que los socialistas dejarán el Palacio de San Telmo después de 36 años gobernando la comunidad más poblada.

Por el momento, el PSOE-A de Susana Díaz intentan elevar la presión para que Cs se desmarque del pacto por acercarse a la ultraderecha de Vox y anhelando que Alde -el grupo parlamentario en la Eurocámara al que pertenecen los de Albert Rivera- frenara la operación.

Díaz no ha dado ninguna muestra de que a partir de entonces pudiera dar un paso al lado. Más bien sigue defendiendo que ganó las elecciones el pasado 2 de diciembre y se presenta desde aquel momento como un dique a la extrema derecha. Pero sus intentos no han dado ningún fruto. Lo que sí consiguió fue paralizar ese intento rápido que parecía salir de Ferraz para apartarla en cuestión de días.

  Susana DíazEFE

Montero, al alza en la villa y corte

¿Y qué va a pasar a partir de mediados de enero? Díaz y los suyos son conscientes de que empiezan a circular con mucha fuerza varios nombres que tendrían el apoyo de Ferraz para ese nuevo periodo de "reflexión" que apuntaba la dirección socialista tras el 2 de diciembre.

Y en los corrillos capitalinos siempre aparece un nombre con mucha fuerza: María Jesús Montero. La ministra de Hacienda se ha convertido en uno de los puntales del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez y, además, es la encargada de los presupuestos generales -la ley clave para aguantar hasta 2020-.

Montero, en apenas unos meses, ha sabido labrarse un nombre. La influyente Asociación de Periodistas Parlamentarios le entregaba apenas hace dos semanas el premio a la mejor relación con la prensa. Siempre educada y atenta, accede a explicar a quien tenga dudas y con buen talante cualquier aspecto sobre el dificultoso ministerio que dirige. Asimismo, ha sabido rodearse de un equipo que conoce la materia y que controla bien los resortes de la villa y corte madrileña.

  Ander Gil y María Jesús MonteroEFE

Sánchez podría pensar en Montero para ese periodo de reflexión, aunque algunos en el partido recuerdan que es precisamente la única consejera que ha estado junto a Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz. Y en el 'susanismo' no se "fían" de ella, como reconoce una persona cercana a la todavía presidenta.

En el entorno de Montero, según fuentes cercanas a la ministra, siempre se repite que ella está ahora en un contexto de política nacional y centrada en Hacienda. A la propia política le preguntaron hace unos días en la Cadena Ser, y comentó que no ha había hablado con el presidente sobre la posibilidad de relevar a Díaz. Su futuro, relataba ella misma, está "vinculado" al Ministerio y en esto está trabajando "casi 24 horas al día".

"En mi pensamiento no hay otra cosa que presentar los presupuestos en enero y conseguir las alianzas para que sean aprobados", señalaba la ministra, que también ha sabido forjar una buena relación con Podemos, socio del PSOE, según fuentes del partido morado.

Las cosas de la vida. Montero tuvo un pequeño papel en la guerra del 1-O contra Pedro Sánchez, ya que era miembro de la Comisión de Ética y Garantías y se enfrentó como miembro del sector crítico con la hoy ministra de Educación y portavoz, Isabel Celaá, por la disolución de la Ejecutiva Federal.

Los 'sanchistas' andaluces

Pero Montero ha sabido ganarse también durante este tiempo a los sanchistas y en Ferraz sólo hay buenas palabras hacia ella. Durante ese viaje por el desierto de Sánchez, se acercaron antes al hoy presidente miembros descontentos del PSOE andaluz y que hoy conforman parte de su núcleo duro. Empezando por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que es otro nombre andaluz en la carrera, pero que podría acarrear desequilibrios en el Ejecutivo. Además, la figura de Calvo es mucho más cuestionada que la de Montero dentro del PSOE-A.

  CalvoEFE

Si Sánchez quisiera lanzar una operación menos ruidosa, podría tener en Luis Planas, el ministro de Agricultura, un aliado menos dado a los titulares. Este dirigente ya intentó, de hecho, lograr el poder en la calle San Vicente -sede del PSOE-A- y se presentó a las primarias contra Díaz para suceder a José Antonio Griñán. No logró los avales, pero ahora orgánicamente es mucho más fuerte con Sánchez en Ferraz y La Moncloa.

En esta terna de andaluces 'sanchistas' siempre se cita a Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que precisamente llevó la campaña de Planas en aquellas primarias. En el pasado congreso del PSOE fue nombrado en uno de los puestos claves del partido como responsable de Relaciones Institucionales y Administraciones Públicas. Muchos lo esperaban en un alto sillón en el Gobierno tras la moción de censura, pero el presidente lo envió a Sevilla para ser delegado del Gobierno y tener controlado el territorio andaluz. Él conoce como nadie a Díaz, desde la época de Juventudes Socialistas.

Poco a poco Sánchez fue creando a su alrededor a un grupo de socialistas andaluces que se la tienen guardada a Díaz y a los que le gustaría tener influencia en San Vicente. Entre esos críticos estaban Fernando Martínez, Paco Salazar, el alcalde de Jun e Ignacio López (hoy director de Salvamento Marítimo). Y también realza cada día más su figura dentro del 'sanchismo' el jienense Felipe Sicilia, que estuvo en la batalla con Díaz, pero que hoy es persona de máxima confianza de Adriana Lastra en el Congreso de los Diputados.

Los jóvenes no se quedarán al margen

Nombres y nombres. Díaz sabe perfectamente que en todas las comidas navideñas y felicitaciones por whatsapp se comenta la época que llega. Ella sigue con su mensaje de que liderará la oposición en la Junta, de que no se va marchar y con la convicción de volver a la Junta tras unos años como le pasó a Guillermo Fernández Vara en Extremadura. Si quiere resaltar y buscar altavoces en esta nueva etapa, existe la posibilidad de que sea nombrada también senadora por la cuota autonómica, lo que le daría también presencia en Madrid. Además, crecen internamente muchas voces que critican el papel y la estrategia de personas cercanas a la presidenta como Juan Cornejo, secretario de Organización del PSOE-A, y Máximo Díaz Cano, secretario general de Presidencia.

Pero, a la vez, cada vez más jóvenes del PSOE andaluz empiezan a compartir en charlas que deberían tener un papel más destacado y voz de cara al futuro. Muchos de ellos son 'susanistas', pero quieren nombres potentes de su generación a partir de ahora. No planean por el momento ninguna operación formal, son conversaciones preocupados por el futuro y conscientes de que podría surgir una tercera vía si se produce un duelo entre Ferraz y Díaz. Como sucedió en las primarias del PP, que al final se coló Pablo Casado frente a los megabloques de María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría.

En esa hornada de socialistas más jóvenes que Díaz, en su mayoría treintañeros, se repiten varios nombres estos días: los granadinos Guillermo Quero y Juan José Martín Arcos. Podrían suponer un relevo generacional y además provienen de la Andalucía oriental, que pide paso en estos nuevos días tras el dominio sevillano. Y en esta generación también gusta mucho el nombre de María Márquez, aunque algunos creen que está muy marcada por el 'susanismo' y que podría ser vista como una operación de sucesión dirigida desde Huelva por Mario Jiménez.

Todo esto se produce a escasos días del desalojo del PSOE de Palacio de San Telmo. Y los nervios que hay entre muchos afines al socialismo que copan empresas públicas y que ven peligrar en estos momentos sus puestos de trabajo.

El PSOE andaluz, a las puertas de sus Juegos del hambre.