Suecia, el país que ha pasado cinco meses sin gobierno por no querer pactar con la ultraderecha

Suecia, el país que ha pasado cinco meses sin gobierno por no querer pactar con la ultraderecha

Los socialdemócratas y partidos de centro han confirmado un acuerdo para gobernar sin la extrema derecha.

JONATHAN NACKSTRAND via Getty Images

Después de cinco meses sin gobierno por no querer pactar con la ultraderecha, en Suecia los partidos han llegado a un principio de acuerdo para formar el Ejecutivo. Un pacto que deja fuera a los Demócratas de Suecia (SD), un partido xenófobo y antieuropeísta que se convirtió en la tercera fuerza política del país en las elecciones del 9 de septiembre.

El SD tiene sus raíces en el fascismo sueco y durante sus inicios en la década de 1990 fue principalmente un movimiento nacionalista blanco. Hoy rechaza oficialmente el fascismo y el nazismo. Su lema electoral fue "Ley y orden".Han sido las dos fuerzas de centro las que han tenido el dilema político y ético que también se ha planteado en Andalucía: recibir el apoyo de un partido ultra o hacer un cordón sanitario contra el mismo. En Suecia se han decantado por la segunda opción.

Lo que ha ocurrido durante los últimos meses en la política sueca "tiene similitudes con España", según el politólogo Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano. Como ha ocurrido en otros países, la ultraderecha se convirtió en un elemento crucial a la hora de formar el Ejecutivo. Desde las elecciones del 9 de septiembre, las formaciones políticas han estado debatiendo sobre cómo compaginar unas mayorías ideológicamente incompatibles.

  El líder de la ultraderecha sueca, Jimmie Akesson.JOHAN NILSSON via Getty Images

Están los dos partidos de centro-derecha (el Partido Moderado y Democracia Cristiana) "que serían como el PP" —y se quedarían fuera del reciente pacto—, las dos formaciones de centro (el Partido Liberal y el Partido Central), que "se parecerían a Ciudadanos", los socialdemócratas o lo que equivaldría aquí al PSOE , el Partido de la Izquierda y la ultraderecha (SD). Estos dos últimos también se han quedado fuera del acuerdo.

La coalición, que debe ser ratificada por los órganos de decisión de los respectivos partidos este fin de semana, implica que el candidato socialdemócrata Stefan Löfven podría gobernar cuatro años más en minoría con los ecologistas y dejaría sin influencia a la ultraderecha, tercera fuerza y aislada por el resto de partidos.

El mayor bloqueo político en las últimas décadas

Se ha tratado del mayor bloqueo político que ha sufrido el país en las últimas décadas. Löfven fue rechazado en dos ocasiones como primer ministro por el parlamento. Pero este viernes, los líderes del Partido Socialdemócrata y las fuerzas de centro han confirmado un acuerdo para apoyar un gobierno rojiverde.

  El líder socialdemócrata Stefan LofvenALASTAIR GRANT via Getty Images

Los cuatro partidos suman 167 de los 349 escaños del Parlamento, por lo que Löfven -que debe ser nominado oficialmente candidato el lunes- necesitará previsiblemente que el Partido de Izquierda, apoyo externo en la anterior legislatura, no vote en su contra. El bloque de izquierda de Löfven, cuyo partido fue el más votado, logró 144 escaños frente a los 143 de la llamada Alianza —conservadores, centristas, liberales y democristianos— y a los 62 del ultraderechista Demócratas de Suecia (SD).

Un pacto histórico

En caso de que el pacto se ratifique se daría una situación política histórica en Suecia. "Es interesante, porque en Europa hay unos cuantos países donde nunca ha gobernado la izquierda con la derecha, como es el caso de Suecia o España, pero son pocos", señala Molina. Explica que en aquellos países donde hay grandes coaliciones ha resultado más fácil integrar a los partidos de derecha populista: "Suecia es un país muy ideológico y cuando surge un partido así hay una reacción de que hay que hacer un cordón sanitario porque son ultras o neonazis, aunque ahora se han moderado".

El Partido Socialdemócrata lleva alrededor de un siglo siendo el partido más votado del país, aunque diversas coaliciones de otros partidos lo han alejado del poder en momentos puntuales. "Es un país donde la izquierda es fuerte y algunos veían una barbaridad pactar con el SD", asegura el politólogo.

  Varios manifestantes protestan en un mítin de la ultraderecha suecaJOHAN NILSSON via Getty Images

Los partidos de centro, un elemento clave

Molina asegura que hay similitudes con España y tacha este acuerdo de peculiar, debido a que los partidos de centro están más unidos a la derecha y han tenido que romper esa tendencia. "Han roto el bloque burgués y se han unido a los socialdemócratas y a los verdes. Es como si Ciudadanos se hubiese ido con el PSOE antes que con el PP".

La líder del Partido Centrista, Annie Lööf, ha explicado en una rueda de prensa su apoyo a Löfven —contra quien había votado hace un mes en el Parlamento— por los avances logrados en los últimos días en varias áreas y por la especial situación política en Suecia. "No es nuestra solución preferida, pero es la mejor posible en una situación difícil", ha afirmado Lööf, quien debe someter la cuestión a la deliberación del denominado consejo consultivo, máximo órgano del partido.

El presidente del Parlamento sueco, Andreas Norlén, se reunirá el lunes con los líderes políticos y nombrará luego a un candidato para elegir como primer ministro en la tercera votación desde septiembre.

  La líder del Partido Centrista, Annie LööfJESSICA GOW via Getty Images

¿Beneficia a la ultraderecha?

Uno de los grandes debates políticos que hay sobre la mesa es cómo afecta esta coalición a la ultraderecha. ¿Se verá engordada? Su discurso está centrado en la inmigración, como el del resto de populistas europeos, y Suecia es el país que más refugiados recibió per cápita en 2015.

En el caso de que no se hubiese llegado a un acuerdo y se hubiesen convocado elecciones extraordinarias, "igual les podría beneficiar un poco", asegura Molina. Pero lo que se preguntan ahora los expertos es cómo afectara al SD la situación actual: "La idea de que es un partido capaz de poner de acuerdo a viejos rivales puede ser muy eficaz y demostrar que hay un cordón sanitario muy fuerte. Pero también puede pasar como en Francia con los nacionalistas y que se les vea como el auténtico partido de la oposición mientras que los demás son establishment".

"No sabemos hasta qué punto es mejor la estrategia de Dinamarca y Finlandia de meterles un poco en el Gobierno para quitar ese impacto", sostiene. "Pero, evidentemente, si les metes van a meter parte de su programa como en Dinamarca, donde hay medidas muy antipáticas contra los refugiados", explica. Ese, según él, es el "debate europeo" que ahora "ha llegado a España con Vox".

"Defender la democracia"

"Los socialdemócratas consideramos que el acuerdo entre nuestros partidos defendería la democracia y haría avanzar a Suecia mediante reformas necesarias", ha declarado en un comunicado Löfven, quien ha recordado que hay en marcha "procesos democrático" en el seno de las fuerzas implicadas con respecto al pacto. El acuerdo establece una colaboración presupuestaria entre los cuatro partidos, renovable cada año, y reformas en el mercado laboral, el régimen de alquiler de vivienda y la política fiscal.

Aunque ha costado, Suecia ha votado por aislar a la ultraderecha en el parlamento. ¿Qué pasará en España si se materializa el temor de que Vox irrumpa en el parlamento?