Moreno Bonilla y la gran carambola política

Moreno Bonilla y la gran carambola política

El candidato del PP logra la investidura: la resurrección de una carrera gracias al apoyo de Vox.

Moreno

A las ocho de la tarde del pasado 2 de diciembre, Juanma Moreno Bonilla era casi un cadáver político. En la madrileña calle Génova 13 preparaban su funeral y en la sevillana San Fernando 39 aguardaban al fantasma de la gestora entre quinielas cainitas dentro del conservadurismo andaluz.

Pero la política española no deja de sorprender nunca, y en apenas una hora y media Moreno se erigía in pectore como futuro presidente de la Junta ante unos resultados que nadie había vaticinado y que hacían que PP, Ciudadanos y la extrema derecha sumaran más escaños para desalojar al todopoderoso PSOE andaluz del Palacio de San Telmo tras 36 años de poder en el sur. Lo nunca visto.

Moreno ha sacado los peores resultados del PP andaluz, lo hundió hasta los 26 escaños, perdió más de 300.000 votos... pero se ha convertido este miércoles en el primer presidente que no es socialista en Andalucía gracias a los votos de sus parlamentarios, más los 21 naranjas y los 12 de Vox. Un presidente que estará condicionado por los votos de la ultraderecha.

Será el primero de muchas cosas en el sur. El primer presidente del Partido Popular, el primero en liderar un Gobierno de coalición de la derecha junto a Cs en la Junta, el primero que proviene de la Andalucía oriental, el primero que pacta con la extrema derecha en España, el primer Ejecutivo autonómico de la era Pablo Casado...

El 'sorayista' que da el primer triunfo a Casado

Es una de las grandes carambolas políticas que se recuerdan. Moreno llegó muy tocado a la campaña electoral, con Cs amenazando con el sorpasso y sin oler la irrupción de Vox. Y, sobre todo, internamente lo daban por amortizado tras haber sido el principal puntal de la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría contra Pablo Casado en las primarias del partido en verano.

Moreno es uno de los 'sorayistas' de pro. Y logró que la exvicepresidenta fuera la más votada en la primera ronda de aquellas primarias gracias al masivo apoyo del PSOE andaluz. Le devolvía así el favor de haber logrado con su apoyo y el de Javier Arenas el cetro del PP andaluz en 2014, cuando Mariano Rajoy se decantó por él frente a José Luis Sanz, el hombre impulsado desde Génova por María Dolores de Cospedal.

  MorenoEFE

Un hombre de partido, partido, partido

El que va a ser presidente de Andalucía es un gran conocedor de la vida del partido, le gusta, la practica, le entusiasma. A los 19 años fue a escuchar a José María Aznar en un mitin en Málaga y sintió la llamada. De ahí a afiliarse. Empezó una meteórica carrera que pronto le llevaría a ser concejal en una ayuntamiento de Málaga capitaneado por Celia Villalobos. Y al trono de los 'cachorros': la presidencia de Nuevas Generaciones del PP (donde se aprende todo lo bueno y lo malo de la política).

Se matriculó en la facultad, pero nunca llegó a acabar sus estudios. En su currículum, sí cuenta que es titulado en Protocolo y Relaciones Institucionales en la Universidad Camilo Jose Cela. Fue uno de los primeros que protagonizó un escándalo por sus estudios, al incluir unos que no tenía en la web del Congreso. Él lo atribuyó a errores de sus asesores de hacía 14 años.

Moreno Bonilla siempre ha intentado huir del aire cortijero que impregna el PP andaluz. Él no viene de una gran familia ramificada en el partido. Siempre recuerda cómo hacía los deberes en la trastienda de la tienda que tenían sus padres en Málaga y es nieto de jornaleros. Y, otra cosa, también es el primer presidente catalán de Andalucía. Sí, sí, porque nació en Barcelona, cerca del Camp Nou. Su padre había emigrado allí para trabajar en la fábrica de Hispano Olivetti primero y luego en la Seat.

A sus 48 años, Moreno tiene la gran oportunidad política de su vida. En un momento precisamente en el que se vive una durísima crisis territorial con esa Cataluña en la que nació -aunque sus padres volvieron cuando apenas tenía unos meses-. Ya ha advertido que pretende defender desde San Telmo la unidad de España y no aceptará que la autonomía sea "moneda de cambio".

Moreno llega a un puesto autonómico pero que tiene un importante altavoz nacional. Y él conoce perfectamente la política a alto nivel, habiendo sido diputado en el Congreso desde 2000 hasta 2011. Además, en Génova quieren que Andalucía se convierta en el principal "escaparate", según fuentes del partido, de cara al superdomingo del 26 de mayo -elecciones europeas, municipales y autonómicas-. Es el nuevo gran barón del PP, con el permiso de Alberto Núñez Feijóo.

Una de las cosas que más ha chocado durante la negociación ha sido el silencio que ha guardado en unas reuniones que eran capitaneadas y dirigidas por Casado y su equipo en Madrid. Moreno missing. Habrá que ver ahora el papel que adopta, si era un perfil pasajero para no aparecer con Vox o si quiere ese tono bajo. Pero una cosa es lograr esos votos y ahora dirigir la comunidad más grande de España. Quiere un cambio "real", según dice.

  Firma del pacto entre PP y VoxEFE

Y especialmente la oposición estará atenta a sus movimientos en materias como la violencia de género. Él fue secretario de Estado de Servicios Sociales en el Gobierno de Mariano Rajoy, en el Ministerio de Sanidad que pilotaba Ana Mato. Se le presupone una mayor sensibilidad que sus socios de Vox y que el ala dura de su partido en estas cuestiones, aunque en el debate de investidura ha utilizado un lenguaje con reminiscencias verdes y ha pedido sacar de la contienda política este tema. Además, ha hecho un guiño público a los de Abascal felicitándolos por sus votos y diciendo que va a defender a todos los grupos que sean atacados.

La relación con Vox

Una de las grandes dudas será cómo trabaja esa relación con Vox para sacar adelante leyes con un Gobierno que no tiene mayoría absoluta. Él ya ha dicho que va a hablar con todos y que quiere diálogo rechazando "cordones sanitarios". Con el líder regional de la ultraderecha, Francisco Serrano, se ha tomado algún café sin cámaras delante.

  MorenoEFE

Tiene que demostrar su personalidad política ahora. Sus rivales en el partido siempre han creído que no tenía gran carisma. Pero para los suyos sí encierra un animal político al que le ha llegado su gran oportunidad. Con su jefe de partido, Pablo Casado, le une una amistad desde hace años, aunque sus visiones políticas se alejan. Ahora tendrán que convivir porque Andalucía será punta de lanza y el espejo para intentar repetir ese pacto a tres. Y ese puente entre los dos partidos se verá este mismo viernes, cuando acudan a su toma de posesión Santamaría, Rajoy y Casado.

Ahora llegarán unos días de vino y rosas. Ha prometido acabar con chiringuitos de la administración, pero la Junta es un transatlántico que no es fácil dominar desde el principio. Por eso, la idea es ir haciendo una transición tranquila para no caldear los ánimos y provocar a la calle. Poco a poco. Pero se espera que los primeros consejos de Gobierno sean muy efectistas. Durante la campaña no se cansó de vender una bajada masiva de impuestos, teniendo como gran referente la Comunidad de Madrid. Además, pondrá énfasis en aspectos de regeneración democrática como la limitación a dos mandatos la Presidencia de la Junta.

Aquel joven que cantaba con su grupo Cuarto Protocolo en Málaga, ya huele el barroco Palacio de San Telmo. Pero esta vez la banda sonora será de Danza Invisible, su grupo favorito. Sabor de amor, todo me sabe a ti...