El mundo suspende la asignatura de lucha contra la corrupción... Y ojo al caso de España

El mundo suspende la asignatura de lucha contra la corrupción... Y ojo al caso de España

Sí, tenemos un problema.

España mejora un punto en el índice de percepción de la Corrupción CPI que elabora la organización no gubernamental Transparencia Internacional. (TI) En concreto, pasa de los 57 puntos del año pasado a 58 este año y se sitúa en el puesto 41 (el año pasado en el 42) del mundo.

Para hacernos una idea de dónde nos deja, según la nota, una "full democracy" (democracia plena) está en el entorno de los 75 puntos, mientras que una "flawled democracy" (democracia defectuosa) estaría en el entorno de los 50 puntos.

A la cola de este ránking, como países más corruptos del mundo, se sitúan Somalia (10 puntos CPI), Siria y Sudán del Sur (13 cada uno), mientras que a la cabeza están Dinamarca (88 puntos) y Nueva Zelanda (87). Sólo ocho países de la UE están por detrás de España: Malta, Italia, Eslovaquia, Croacia, Rumanía, Hungría, Grecia y Bulgaria.

Estados Unidos ocupa el puesto 22 con 71 puntos mientras que China ocupa el puesto 87 con 39.

TI subraya en el estudio el "vínculo entre corrupción y salud democrática" y lo corrobora con datos: la puntuación media de las consideradas "democracias plenas" es de 75, frente a 49 de las "democracias defectuosas", 35 de los "regímenes híbridos" y el 30 que, en promedio, obtienen los sistemas "autocráticos".

Los efectos de Trump o Morales

  Imagen de archivo de Donald Trump.

Para mejorar la lucha contra la corrupción y reforzar la democracia, TI recomienda a los gobiernos "fortalecer las instituciones" responsables de controlar al poder político, llevar a la práctica las leyes sobre delitos económicos, promover el activismo ciudadano y apoyar a los medios "libres e independientes".

De hecho, considera que los esfuerzos globales contra la corrupción han encallado con el auge de líderes autoritarios y populistas contribuyendo a una "crisis democrática" ya que, en definitiva, en su clasificación anual suspende al 67% de los 183 países analizados.

Ciertos líderes autoritarios y populistas, denuncia, llegan al poder con una "narrativa anticorrupción", como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, o el de Guatemala, Jimmy Morales, pero es sólo 'discurso' para atacar a sus adversarios. Otros hacen promesas que no cumplen. Un tercer grupo aprueba leyes, pero no las implementan.

"Estamos hartos de promesas, queremos acción. Basta de discursos", ha manifestado Ferreira.