Los nueve detalles que se te pasaron por alto del último concierto de Los Beatles

Los nueve detalles que se te pasaron por alto del último concierto de Los Beatles

El evento del 30 de enero de 1969 en la azotea de Apple Records marcó un antes y un después en la historia de la música.

Concierto de Los Beatles en la azotea de Apple Records el 30 de enero de 1969.YouTube

Fue en la azotea de la discográfica Apple Records, en la londinense Savile Road, con alfombras en el suelo. John Lennon llevaba un abrigo de piel y la policía tuvo que detener el concierto. Así transcurrió, a grandes rasgos, el evento con el que Los Beatles se despidieron de los directos para siempre.

Esta actuación del 30 de enero de 1969 es uno de las más icónicas de los cuatro de Liverpool y marcó un antes y un después en la historia de la música. Pero más allá de la imagen que se recuerda de esta actuación, hay una serie de detalles que seguro que pasaron desapercibidos. ¿Acaso sabías que el abrigo de Lennon era de Yoko Ono? ¿O que los micrófonos estaban tapados con medias?

Con motivo del 50º aniversario de este concierto, hemos recopilado estas y otras muchas anécdotas que tuvieron lugar ese día y la repercusión que ha tenido en la historia de la música.

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La Fender Telecaster que tocó George Harrison durante el concierto era un obsequio de la firma de guitarras y se diseñó especialmente para él. La compañía buscaba lanzar una nueva línea de guitarras de palo rosa [madera procedente de árboles tropicales] y utilizó al beatle y a este evento para promocionarla. El instrumento fue trasladado con asiento propio de Estados Unidos hasta Inglaterra y la entregaron en manos en el estudio londinense.

El concierto tuvo lugar a mediodía, pero la temperatura ese 30 de enero no pasaba de los 7ºC, hacía viento y había amenaza de lluvia. Para cubrirse del frío, Lennon se vistió, como ya había hecho en otras ocasiones, con un abrigo de piel de Yoko Ono. Starr también le cogió prestado un llamativo impermeable rojo a su mujer, Maureen Starkey.

John, Paul, George y Ringo llevaban más de dos años y medio sin tocar en directo: su último concierto había sido el 29 de agosto de 1966, en San Francisco (EEUU). A pesar de que durante ese tiempo habían grabado Revolver y Sgt. Peppers Lonely Hearts Club, el grupo estaba desgastado y las tensiones entre Lennon y McCartney eran cada vez mayores, a todo esto había que sumar el problema de memoria de Lennon. En la canción Dig a Pony, del disco Let it be, el cantante pidió que hubiese un chico arrodillado delante y fuera del foco de las cámaras con una libreta con la letra de la canción.

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El mal tiempo, y más concretamente el viento, también se notaba en los micrófonos. Si los integrantes del grupo no contaban con abrigo, menos aún con paravientos. Tuvieron que recurrir a medias para cubrir los micrófonos, aunque esta vez no eran de sus parejas. El encargado de las grabaciones del grupo y, que sería también de los éxitos de Pink Floyd, Alan Parsons fue quien las compró.

5. El teclista Billy Preston, el verdadero quinto Beatle

Los Beatles fueron cinco en su último concierto. El teclista Billy Preston, que giraba con Little Richard y al que conoció Harrison durante una de las crisis del grupo, acompañó a los cuatro de Liverpool en la azotea de Apple Records. Pero antes, dejó su impronta en temas como Let it be y el exitoso Get back, que saltó directo al número uno en las listas de ventas tras este concierto. De hecho, esta canción es la única en la que comparte autoría con los cuatro de Liverpool y aparece como The Beatles with Billy Preston.

Esta azotea no fue la primera localización que pensaron para grabar el concierto, cuyas imágenes iban a formar parte del documental Get Back. Antes habían pensado en varios lugares, a cada cual más llamativo. El crucero Queen Elizabeth 2, las Pirámides de Giza, un hospital de niños enfermos o un anfiteatro romano en Túnez fueron algunas de las locas ideas que tuvieron los cuatro de Liverpool.

No era como Julio Iglesias hoy, pero Orson Welles también tenía hijos secretos. Uno de ellos era Lindsay-Hogg, encargado de grabar Get Back, y antes de Hey Jude y Revolution. En una autobiografía publicada en 2011 señaló que pensaba que era el único hijo reconocido del cineasta, pero su madre lo desmintió señalando que no tenía pruebas de ADN.

La Policía, que aparece en varias ocasiones en la grabación, acudió a la esquina de Savile Road por las repetidas quejas de ruido de los vecinos. No se dieron mucha prisa y les dejaron tocar más de media hora —unos 42 minutos—, pero esto no permitió que interpretaran una serie de canciones como Let it be.

"Quiero dar las gracias en nombre del grupo y en el mío propio, espero hayamos pasado la audición". Esas fueron las palabras de Lennon antes de salir de la azotea de Apple Records. Sonaba a despedida y así fue, Let it be fue su último disco y en 1970 Lennon se marchó del cuarteto de Liverpool, que terminó disolviéndose legalmente dos años después.

"Espero que hayamos pasado la audición"

La banda de Bono y compañía quiso tomar como referencia a Los Beatles y se subió encima de un tejado de un bar para interpretar la archirreconocida Where the streets have no name. Eso sí, los de Liverpool no fueron los primeros en hacerlo, apenas mes y medio antes, el 7 de diciembre de 1968, la banda Jefferson Airplane se había subido encima de un tejado en Nueva York para dar un concierto.

En el episodio El cuarteto vocal de Homer, los Solfamidas tocan encima del bar de Moe ante el asombro de George Harrison. Además, la historia del grupo de Homer Simpsons guarda otro parecido con la de Los Beatles. Al igual que la banda de Liverpool, sustituyó al batería, al igual que hicieron Los Beatles antes de contar con Ringo Starr. Todo referencias.

Puedes ver el concierto completo a continuación:

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es