El escalofriante vaticinio de Iñaki Gabilondo sobre Venezuela tras lo que le dijo Maduro a Évole

El escalofriante vaticinio de Iñaki Gabilondo sobre Venezuela tras lo que le dijo Maduro a Évole

"Dejó claro que va a oponer resistencia..."

CADENA SERCADENA SER

El periodista Iñaki Gabilondo ha argumentado —en su comentario Venezuela, guerra caliente o fría, en la Cadena Ser— que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, "en casi ningún supuesto puede ganar pero anoche —en el programa Salvados, con el periodista Jordi Évole— dejó claro que va a oponer resistencia".

"Por eso, aunque la creciente presión internacional genera una sensación de inminencia, de desenlace próximo, tengo la impresión de que con Rusia y China respaldando a Maduro, podríamos encontrarnos con un conflicto enquistado, en un nuevo equilibrio de tensión, una nueva guerra fría casi caliente que, por cierto, se va fraguando con nuevos elementos cada día", ha vaticinado Gabilondo, quien ha puesto un ejemplo para ilustrar este planteamiento: "La semana pasada Washington suspendió su participación en el pacto que vela por el control de armas nucleares de alcance intermedio desde hace décadas. El sábado, Rusia respondía que reanudaba la fabricación de nuevos misiles", ha recalcado.

"¿Guerra fría?, ¿guerra caliente?", se pregunta el periodista, antes de sentenciar que "en Venezuela lo que no se ve es por dónde podía llegar la paz".

Pincha aquí para escuchar el comentario en la web de la Cadena Ser

Venezuela, guerra caliente o fría

Maduro ha pegado su espalda a la pared y desde ahí, inmóvil, espera acontecimientos. En la entrevista de este domingo por la noche en Salvados, se veía que no descartaba que esos acontecimientos puedan ser sangrientos. Helaba la naturalidad con que consideraba esa hipótesis, aunque más la helaba escucharle decir que el pueblo ya se está armando. Mientras, Trump insistía en la CBS que el uso de la fuerza militar en Venezuela continuaba siendo una opción.

De todas formas, parece que Washington, antes de cualquier intervención de esa naturaleza, piensa actuar en dos direcciones menos cruentas pero contantes y sonantes: por una lado, con sanciones a la petrolera venezolana Citgo, con sede Texas; y por otro, apoyando a Guaidó de la forma más visible y popular que cabe: atendiendo su requerimiento de ayuda humanitaria.

Guaidó, al que España reconocerá este lunes como presidente, en casi ningún supuesto puede prever. Maduro, en casi ningún supuesto puede ganar pero anoche dejó claro que va a oponer resistencia. Por eso, aunque la creciente presión internacional genera una sensación de inminencia, de desenlace próximo, tengo la impresión de que con Rusia y China respaldando a Maduro, podríamos encontrarnos con un conflicto enquistado, en un nuevo equilibrio de tensión, una nueva guerra fría casi caliente que, por cierto, se va fraguando con nuevos elementos cada día. El último ha pasado bastante inadvertido para mi sorpresa: la semana pasada Washington suspendió su participación en el pacto que vela por el control de armas nucleares de alcance intermedio desde hace décadas. El sábado, Rusia respondía que reanudaba la fabricación de nuevos misiles. ¿Guerra fría?, ¿guerra caliente?, en Venezuela lo que no se ve es por dónde podía llegar la paz.

Si quieres leer más historias como esta visita nuestro Flipboard