¿Por qué los médicos no quieren que haya más facultades de Medicina?

¿Por qué los médicos no quieren que haya más facultades de Medicina?

"Es una pena que no puedan estudiar todos los que quieren, pero la proliferación de facultades es peor para el sistema sanitario y para la profesión médica".

Fachada de la facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.EFE/Archivo

El diagnóstico es claro: en España hay un exceso de facultades de Medicina. Es la denuncia que hacen desde el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) y la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina (CDNMFE). Critican que la proliferación de facultades ha sido espoleada por decisiones políticas o económicas y no por criterios demográficos y sanitarios, lo que a su juicio va en detrimento del sistema de salud y supone un despilfarro de recursos.

Ambas organizaciones han redactado un documento, amparado por el Foro de la Profesión Médica, en el que señalan que en diez años España ha pasado de tener 28 a 42 facultades de Medicina. Son 14 centros más en una década, de los que 6 son públicos y 8 privados. Así, España se ha convertido en segundo país del mundo en número de facultades de Medicina respecto a su población, con 0,95 facultades por cada millón de habitantes, duplicando la tasa recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 0,5. Y la previsión es que estas cifras sigan creciendo en los próximos años...

¿Por qué se han abierto tantas nuevas facultades de Medicina en España?

"Un motivo de peso para la apertura de tantas facultades ha sido la demanda social", reconoce a El HuffPost Laura Martínez Hernández, presidenta del CEEM. El último curso se ofertaron poco más de 7.000 plazas, a las que aplicaron en torno a 23.500 personas, de modo que solo había plaza para un tercio de los aspirantes. Sin embargo, el número de estudiantes deseosos de hacer el juramento hipocrático no es el único motivo. Martínez añade que "tener una facultad de Medicina no da sólo prestigio social sino también reconocimiento institucional y económico, ya que en estas facultades la actividad investigadora que se realiza es alta".

"A las universidades les gusta tener una facultad de Medicina y son las primeras en promoverlas, pero necesitan apoyo importante a nivel autonómico, por lo que muchas veces las razones de abrir nuevas facultades han obedecido a decisiones políticas", ahonda Pablo Lara, decano de la Facultad de Medicina Universidad de Málaga y presidente de la CDNMFE. "Cuando se plantean las necesidades de facultades, lo que hay que tener en cuenta son criterios demográficos, académicos y sanitarios, y en atención a estos criterios nos parece que no hay justificación para que hayan aumentado las facultades de Medicina", defiende Lara, que recuerda que la OMS recomienda que haya un estudiante de Medicina por cada 10.000 habitantes. "Según ese criterio nos corresponderían 4.600 plazas, pero tenemos más de 7.000", indica.

  CEEM/CNDFME

La propuesta de reducir el número de facultades, ¿no resulta injusta para los aspirantes a estudiar Medicina?

"Es una pena que no puedan estudiar Medicina todos los que quieren, desde luego, pero la proliferación de facultades es peor para el sistema sanitario y para la profesión médica", responde Lara, quien remarca que se trata de una profesión muy regulada: para poder ejercer en el Sistema Sanitario Español (especialmente en el Sistema Nacional de Salud) es imprescindible realizar la especialidad, que se adquiere mediante la etapa MIR (Médico Interino Residente), y la oferta y la demanda tampoco cuadran en este caso.

"Este año se han presentado a la realización del examen MIR 15.475 personas para un total de 6.797 plazas, un ratio de 2.27 aspirantes por cada plaza. Teniendo en cuenta que cada año salen egresadas de las facultades de Medicina unas 7.000 personas, ya hay un desequilibrio notable", explica Martínez, que cree que este sistema es "insostenible". "Por tanto, estudiar Medicina no garantiza que ejerzas en España. Serían estudiar seis años para nada o para marcharse al extranjero forzosamente, no por propia voluntad", concluye.

  Un grupo de médicos durante una operación en el madrileño Hospital de La Paz.Getty Images

¿La apertura de nuevas facultades precariza el Sistema Nacional de Salud?

"Indudablemente, sí. Por un lado, al abrir nueva facultad de Medicina en una localidad que ya tiene al menos una facultad, los recursos van a tener que repartirse o compartir infraestructuras entre varias facultades como son los Hospitales Universitarios y los Centros de Salud, necesarios para las prácticas en el medio clínico. Así, habrá más estudiantes por médico-tutor de prácticas o menos días de prácticas, así como saturación de consultas y más trabajo para el profesional, en detrimento tanto de la formación de los estudiantes como de la calidad asistencial", señala Martínez.

Que los recursos existentes se destinen a abrir nuevos centros en lugar de reforzar las carencias de los ya existentes es otra de las razones que argumentan desde el CEEM y la CDNMFE. "En las facultades tenemos déficit de profesorado, nos faltan recursos para tener unas buenas prácticas en los hospitales, para fomentar la participación activa de los estudiantes, crear aulas de habilidades, modelos de simulación, faltan medios para hacer un campus virtual más potente... y en vez de fortalecer las facultades existentes, el esfuerzo económico se pone en abrir otras nuevas que no son necesarias", critica Lara.

El decano de la facultad de Medicina de Málaga añade otro factor a tener en cuenta: una vez acabado el MIR, los médicos que logran ejercer se enfrentan a "cierta precariedad" en los contratos laborales, por lo que muchos optan por emigrar al extranjero en busca de condiciones "mucho mejores".

  CEEM/CNDFME

¿Qué dice la Administración ante la propuesta de poner freno a la proliferación de facultades?

"En resumen, siempre hemos recibido la misma respuesta: entienden nuestra reivindicación, pero ninguna institución se hace responsable. Desde el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (antes Ministerio de Educación) a las Consejerías de Educación y Sanidad, todas ellas encuentran otro agente encargado", critica Martínez.

Tanto Lara como Martínez señalan que gran parte de la responsabilidad reside también en el ámbito de los gobiernos autonómicos por sus competencias educativas. "Entendemos que con voluntad hay situaciones que pueden regularse a nivel central y/o autonómico estrictamente. Esta falta de voluntad es la que hace que cada vez haya más facultades de Medicina y muy probablemente se abran otras tres (como mínimo, que conozcamos desde el CEEM) en dos años". "Hay que tener una perspectiva más nacional, no tan local", concluye Lara: "No puede haber facultades en todas las provincias".