La "demoledora sensación" de Àngels Barceló que da mucho que pensar tras ver un desfile cínico por el juicio del procés

La "demoledora sensación" de Àngels Barceló que da mucho que pensar tras ver un desfile cínico por el juicio del procés

"Suerte que ha aparecido por el Supremo el lehendakari Urkullu..."

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La periodista Àngels Barceló ha concluido —en su comentario Nadie quiso hacer lo que hizo, en la Cadena Ser— que de las jornadas que llevamos de juicio en el Supremo se deduce una "sensación demoledora": "Ni Puigdemont quería hacer lo que hizo, esa fatídica noche él quería convocar elecciones, ni Rajoy quería hacer lo que hizo, aplicar el 155, y por eso intentó negociar hasta el último momento".

De este modo, Barceló ha resaltado el tremendo cinismo que está primando en el Salón del Tribunal Supremo, donde parece, por lo que se está escuchando, que "todo fue una ensoñación, que nada de lo que vivimos pasó".

"Escuchando a los políticos independentistas juzgados, la mayoría aseguran que esa declaración no tenía ningún efecto, que fue simbólica, que nadie pagó nada, que nadie sabía de dónde salieron las urnas, de dónde salió el censo", ha resaltado por un lado la periodista.

"Escuchando al expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a la exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ellos lo siguieron todo por la tele y no participaron en ninguna decisión [...], y al exministro del interior, Juan Ignacio Zoido, asegurando que la orden a la policía de que actuara ante los centros de votación no fue suya", ha argumentado Barceló, quien ha destacado una honrosa excepción: el lehendakari Urkullu.

"Suerte que esta mañana ha aparecido por el Supremo el lehendakari Urkullu, el único, o de los pocos, que hasta ahora ha respondido con claridad y con datos", ha defendido la periodista de la Cadena Ser, antes de sentenciar: "Se intentó y no se consiguió [...], Mariano Rajoy negoció con los independentistas, claro que negoció, como debe hacer cualquier gobierno que quiera encontrar una solución a cualquier conflicto".

Concluye Barceló: "Si no paso lo que parece que pasó, si nadie hizo lo que quería hacer ¿por qué diablos estamos como estamos?".

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Nadie quiso hacer lo que hizo

Al final va a resultar que lo del 1 de octubre y la declaración de independencia de Catalunya nunca pasaron, que todo fue fruto de la imaginación de muchos. Escuchando a los políticos independentistas juzgados, la mayoría aseguran que esa declaración no tenía ningún efecto, que fue simbólica, que nadie pagó nada, que nadie sabía de dónde salieron las urnas, de dónde salió el censo. Escuchando ayer al expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a la exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ellos lo siguieron todo por la tele y no participaron en ninguna decisión. Y, hoy, el exministro del interior, Juan Ignacio Zoido, asegurando que la orden a la policía de que actuara ante los centros de votación no fue suya, sino que la tomaron los agentes al mando del operativo.

Al final resultará que todo fue una ensoñación, que nada de lo que vivimos pasó. Suerte que esta mañana ha aparecido por el Supremo el lehendakari Urkullu, el único, o de los pocos, que hasta ahora ha respondido con claridad y con datos a las preguntas de todos los que le han interrogado. Y de su declaración se desprende, porque él lo ha dicho con toda claridad, que medió entre el Gobierno central y el Gobierno catalán, que medió entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont, algo que ayer el expresidente del Gobierno no recordaba con exactitud.

Quizás su ataque de amnesia se debió a la beligerancia de su partido con cualquier tipo de diálogo o de negociación. Mariano Rajoy negoció con los independentistas, claro que negoció, como debe hacer cualquier gobierno que quiera encontrar una solución a cualquier conflicto. El nivel de detalle dado por Urkullu no deja lugar a duda, aunque al PP le dé alergia la palabra diálogo, el PP con Mariano Rajoy también lo intentó.

Se intentó y no se consiguió, y de las jornadas que llevamos de juicio en el Supremo se deduce otra sensación que es demoledora y, sobre todo, escuchando hoy al lehendakari. Ni Puigdemont quería hacer lo que hizo, esa fatídica noche él quería convocar elecciones, ni Rajoy quería hacer lo que hizo, aplicar el 155, y por eso intentó negociar hasta el último momento.

Si no paso lo que parece que pasó, si nadie hizo lo que quería hacer ¿por qué diablos estamos como estamos?