A Santiago Abascal le obsesiona tu móvil

A Santiago Abascal le obsesiona tu móvil

La estrategia 'trumpiana' del líder de Vox: lejos de los periodistas y obsesionado con las redes

Santiago Abascal, en una imagen de su cuenta en Instagram junto a Javier Ortega Smith.INSTAGRAM / SANTIAGO ABASCAL

"Ahora me someto a sus preguntas. Les adelanto que si alguno quiere preguntarme por la gestión de los residuos sólidos urbanos o por la situación del lince en la dehesa extremeña, alguna vez me ha sucedido, les adelanto que yo no tengo el Estado en la cabeza. Tampoco creo que haga falta porque España tiene altos funcionarios capacitadísimos que sufren mucho precisamente a los políticos que tratan saber de todo y amoldar el Estado a sus estrechas ideologías y políticas arbitristas. No tengo el Estado en la cabeza, no me avergüenza reconocerlo, pero tengo a España en el corazón".

Palabras de Santiago Abascal en el foro de La Razón organizado el pasado 18 de febrero. La advertencia antes de someterse a las preguntas del público. Y un ejemplo de su política comunicativa: poco dado a ofrecer ya ruedas de prensa y avanzando que no profundiza en los temas. Todo se envuelve en el discurso de esa España en su corazón. Muchas redes sociales, pocos encuentros con los periodistas.

Y es que en Vox han aprendido mucho de lo que pasa allende el Atlántico y practica una política comunicativa a lo Donald Trump. Su concepción es que no necesitan a los grandes medios, su mensaje no se distribuye por las vías tradicionales. De hecho, se vanaglorian de ellos. Su teoría es que se pueden llenar de votos una urna teniendo a la prensa frente a ti. No hace falta una rueda de prensa tras una Ejecutiva de partido, es más efectivo un tuit o una foto en Instagram.

Abascal ha puesto en marcha este mecanismo. Desde Vox, por ejemplo, han declinado dar su opinión y ofrecer datos a El HuffPost sobre su política comunicativa y las ruedas de prensa ofrecidas por su líder.

De hecho, cada día vende más la pelea con los medios, como sucede en Estados Unidos, donde Trump y sus asesores se sienten tremendamente cómodos en su cruzada contra el New York Times, por ejemplo. Y los miembros de Vox también son proclives a hablar de manipulación de los medios y desacreditar a los periodistas.

Directos a tu móvil: whatsapps, Instagram y Facebook

Sus obsesiones para colocar su mensaje son otras. El líder Abascal tira mucho de Twitter, pero en la estrategia tienen en cuenta prioritariamente otras redes: Facebook, Instagram y Whatsapp. Saben lo que hacen: colocan emociones, vídeos impactantes, memes, zascas... Y con una idea muy clara: deben ser compartibles. El mayor valor de una pieza es que se la pasen entre grupos de amigos y familiares. Para ello, también mueven sus mensajes en el portal Forocoches.

Desde que irrumpieran el pasado 2 de diciembre en el Parlamento andaluz por primera vez, Abascal ha dado apenas dos ruedas de prensa. Se ha limitado a entrevistas en algunos programas de televisión de la mañana y al foro de La Razón. Y atendió a las cámaras el día que arrancaba el juicio del procés. Acudió hasta el Tribunal Supremo y en la plaza de la Villa de París él hizo declaraciones en clave política e Iván Espinosa de los Monteros atendió en inglés y francés a los medios. Estos días el partido verde tiene gran presencia gracias a que ejerce como acusación en este proceso a través del abogado y 'número dos' de la formación, Javier Ortega Smith. Esto preocupa especialmente en el Partido Popular.

En el día a día, Abascal prefiere tirar de Twitter. Según un análisis de su red social, tiene una media de 15 mensajes por jornada. Las cuentas que más retuitea son las de Vox, Vox noticias, Caso Aislado, eldebate.es y Hermann Tertsch.

Y los usuarios de Twitter que más menciona son: Pedro Sánchez, Hermann Tertsch, Javier Ortega Smith, Pablo Casado, ABC, Albert Rivera y Rocío Monasterio. Los datos también nos dejan a quien contesta más: su compañero de Vox Iván Espinosa de los Monteros, el portavoz del PSOE en el Senado, Ander Gil, y el abogado independentista Gonzalo Boye.

Los verdes han conseguido crear una auténtica maraña en las redes y se vanaglorian de haber logrado quitar estos días la hegemonía a Podemos y la izquierda en este tipo de canales. No obstante, en Twitter Abascal sigue muy por debajo -con sus 185.000 followers- del resto de grandes líderes (Pablo Iglesias lidera con más de dos millones de usuarios y Albert Rivera tiene más de un millón, en tanto que Sánchez se acerca al millón y Pablo Casado supera los 200.000). Pero esa red social no es prioritaria para llegar a los ciudadanos hoy en día, ya que tiene como principal público a periodistas y políticos.

Pero en Vox no quieren oír de canales tradicionales. Se fijan más en Instagram, que es la red con más influencia ahora mismo, especialmente entre los jóvenes. Las grandes marcas y empresas pelean precisamente por este espacio, es donde está el negocio, donde está realmente la gente de la calle. Y ahí los de Abascal arrasan: tienen 205.000 seguidores. Muy lejos aparece Podemos, que no llega ni a los 100.000. Ciudadanos supera los 70.000, el PP está en 54.700 y el PSOE va por 38.000.

Obsesión: tocar sentimientos y entretenimiento

Detrás de esta estrategia aparece un nombre: Manuel Mariscal. Un veinteañero, que en su día trabajó para el PP, pero que como Abascal se apartó o no encontró su hueco entre los populares y se lanzó a esta formación de ultraderecha. Su ideario es claro, como ha confesado en alguna entrevista: "No necesitamos a los medios, nuestras redes sociales tienen más alcance". Ha explicado que creó una red de voluntarios para redes cuando nadie hablaba de Vox en los medios. Esto provocó que la gente para informarse fuese a Internet y no a las vías tradicionales. Ellos mismos se convirtieron en su propio medio de comunicación. Todo muy Trump.

"En el equipo de comunicación de Vox no hacemos política. Nos basamos en el entretenimiento. En comunicación lo que pretendemos es no distorsionar una red social. Lo que queremos es adaptarnos a ella y no parecer unos bichos raros. En Instagram, por ejemplo, lanzamos contenidos distintos a los que podemos hacer en Twitter o en Facebook", relataba a DIRCOMFIDENCIAL. Siempre mirando lo que se hace en Estados Unidos donde hay una comunicación política pop, para afectar directamente a los sentimientos de los votantes. Él mismo movía contenidos cuando nadie les conocía con memes a través del programa Canva.

Precisamente del PP ha salido parte de Vox y de sus estrategas, que ahora provocan una sangría de votos en Génova. Y también de las filas de ese partido creció hacia La Moncloa Iván Redondo, que era asesor de José Antonio Monago y hoy hombre de confianza de Pedro Sánchez en La Moncloa.

Probablemente muchos de los vídos o memes que recibas estos días en tus grupos contra Pedro Sánchez o el PP no son tan fruto de la casualidad. Vox quiere votos colándose en tu Whatsapp.