Chávez y la economía: billetera generosa con propios y ajenos

Chávez y la economía: billetera generosa con propios y ajenos

Una renta petrolera anual estimada en 150 mil millones de dólares lo transformó en un personaje económico decisivo para sus vecinos latinoamericanos y hasta para España. En Venezuela repartió 61 mil millones de dólares en beneficios sociales. Sin embargo, generó más déficit fiscal y más deuda.

Una renta petrolera anual estimada en 150 mil millones de dólares lo transformó en un personaje económico decisivo para sus vecinos latinoamericanos y hasta para España. En Venezuela repartió 61 mil millones de dólares en beneficios sociales, que se reflejan en una mejora de los indicadores de pobreza e indigencia. Sin embargo, generó más déficit fiscal y más deuda. Hoy su país compra en el exterior prácticamente todo lo que consumen sus habitantes. El legado de Hugo Chávez, que incluye además una estratégica combinación de armas y política, no será fácil de asumir.

La muerte de Hugo Chávez Frías plantea un profundo interrogante para varios países. Muchas de las economías de sus vecinos se alimentaron hasta ahora de los petrodólares venezolanos. La llegada al poder del exjefe de paracaidistas potenció el intercambio comercial con toda América Latina, especialmente con aliados políticos como Cuba, Nicaragua, Argentina, Ecuador, Bolivia y --apenas un poco más distante-, Brasil. Pero la generosidad de la billetera chavista llegó también a Chile y España.

Venezuela cuenta con la reserva petrolera más grande del mundo y Chávez no quiso apartar al país de esa matriz productiva petróleo-dependiente. Las exportaciones hidrocarburíferas ascendieron en sus años en el poder de 76% a 96% del total. Los mercados y la situación internacional lo favorecieron. Cuando juró como presidente por primera vez, el barril de petróleo WTI valía 10 dólares. Hoy cuesta 89 dólares. Esto le permite exportar por 90 mil millones de dólares e importar por 60 mil millones.

A la hora de comprar, Chávez siempre se inclinó por los amigos. Argentina es un ejemplo de esta afinidad regional. El comercio bilateral pasó de 140 millones de dólares en 2003 a 2.200 millones de dólares, según la consultora abeceb.com. La cuenta da un precioso saldo en dólares a favor de Buenos Aires por unos 2.100 millones de dólares. El esquema planteado fue claro: petróleo por alimentos. Por otro canal muy cuestionado de contratación directa, Venezuela le ha vendido a Argentina fuel-oil por más de 2.000 millones de dólares para intentar paliar su crisis energética. Chávez incluso llegó a comprarle bonos a su amigo Néstor Kirchner por más de 4.500 millones de dólares a una tasa generosa de 14 % en los años inmediatos al default argentino.

Venezuela tiene déficit comercial con toda América del Sur. Con Brasil -su tercer socio comercial-, el resultado negativo es de 2.790 millones de dólares. Para Chile, pese a ser un país considerablemente menos afín en términos políticos, Chávez fue un gran cliente, según revelan los 1.189 millones de dólares de déficit comercial en 2012, también según abeceb.com.

El comandante tuvo sus predilectos. Fidel Castro es uno de ellos. La economía cubana depende del petróleo que le cede Venezuela bajos "condiciones especiales de financiación" a precio muy barato: 115.000 barriles diarios para usos múltiples, desde nafta para los vehículos hasta el abastecimiento de los generadores de electricidad que iluminan las noches habaneras.

A cambio, La Habana ha dotado al Gobierno chavista de más de 40.000 médicos. Además le vende níquel, medicamentos, ron y habanos. El saldo comercial favorable para los hermanos Castro fue en 2012 de 350 millones de dólares.

Daniel Ortega es otro beneficiado de la Revolución Bolivariana. En los últimos cinco años, el país centroamericano ha recibido de Venezuela, en concepto de cooperación, alrededor de 2.000 millones de dólares cuyo destino es cuestionado por la oposición nicaragüense. La Bolivia de Evo Morales recibe unos 200 millones de dólares por año desde Caracas en conceptos varios de cooperación.

Chávez ha sido también una figura clave para la economía española a pesar de haber ordenado más de 100 expropiaciones de grandes y pequeñas empresas españolas en Venezuela. Durante toda su gestión, Madrid ha sostenido un superávit comercial, incluso a pesar de la crisis europea. Según cifras oficiales, en 2011 el saldo favorable fue de 906 millones de euros, que en 2012 sufrió una dura caída a 202 millones de euros. La petrolera Repsol acaba de anunciar que su tercera reserva, luego de Trinidad Tobago y Perú, está en Venezuela. Y por último, la política: el 18% de las exportaciones de armas de España se dirigen a Venezuela.

Chávez fue magnánimo también puertas adentro. La renta petrolera le permitió invertir en planes sociales que hicieron caer la pobreza de 49% a 27% y la indigencia de 17% a 7 por ciento. Benefició a una clase popular de escasos recursos de la que sus antecesores poco y nada se acordaron. Sin embargo, por falta de inversiones y desconfianza hacia sus políticas, la inflación anual no puede bajar de 20%; el crecimiento de la economía en los 14 años de chavismo promedió apenas un 2,9%; la gran empresa nacional petrolera PDVSA perdió capacidad de producción y es hoy la más endeudada del mundo en relación con sus competidoras. La deuda externa en relación al PIB saltó de 25% a 49 por ciento. Y el déficit fiscal pasó de 4% del PIB a 17% en 2012, lo que obligó a Chávez a devaluar varias veces a lo largo de su Administración para poder seguir inflando su billetera en moneda local, teniendo en cuenta sus ingresos mayoritariamente en dólares.

El gran interrogante es qué hará su sucesor. ¿Nicolás Maduro mantendrá la política comercial de su mentor? ¿Será igual de desprendido con los petrodólares? "Un desequilibrio en Venezuela es un problema para todos en América Latina", reconoció el especialista en temas internacionales Luis Rosales. El legado chavista de negocios-de-la-mano-de-la-política está en juego.

Este post estará disponible en el blog del autor La revancha de Keynes