'Res, non verba'

'Res, non verba'

El HuffPost

¿Les suena esta expresión latina? Por supuesto que sí. Pero para quienes no lo sepan, significa "hechos, no palabras". Pensaba en esta expresión mientras leía todo lo que se ha escrito sobre el avance de Vox y su espectacular resultado en las elecciones andaluzas. Y considero que se están malgastando muchos artículos tildándolos de fascistas y pocos en desmontar sus ideas. Se subraya que la culpa es de la izquierda, por no concretar mejor un programa político distinto. Pero apenas se remarca que la lucha contra Vox no es sólo cuestión de la izquierda: también lo es de los que se presumen liberales. En este breve artículo hablo de dos de los puntos del programa que más me llaman la atención de la formación.

La derogación de la Ley contra la Violencia de Género. Honestamente, nuestra ley actual es un desastre, pero hasta que se elabore otra mejor, pretender que se derogue es un error. Soy de los que piensa que uno de los problemas de nuestra actual legislación en la materia es la ejecución de la pena. Cuando los jueces dictan sentencias, la colaboración de la Administración Pública es fundamental, y si la pena accesoria es la prohibición de acercarse a la víctima, a la agraviada le ponemos una pulsera electrónica, y no funciona cuando el agresor se acerca, el fallo no radica en la Justicia, sino en la falta de medios en la Administración Pública y la escasa inversión en Justicia. De esto apenas se habla. Por otro lado, Vox propone una medida que ya incluyó Ciudadanos en su programa para las generales de 2015: la simetría penal en el seno de la violencia familiar. La medida podría ser buena si no fuera porque los ataques contra las mujeres crecen año tras año. En este caso, el contexto emocional es fundamental, porque todos tenemos un familiar o una amiga maltratada o una conocida. Hay que tener en cuenta a la hora de legislar que no basta sólo con el criterio racional, sino el impacto que esa reforma puede tener en el aspecto psicológico de las mujeres. Y más con sucesos como el de Laura Luelmo.

Sobre la presunción de inocencia en estos procesos. Basta con leer el texto de la ley para percatarse de que ninguno de sus preceptos sancionadores se priva a nadie de este derecho. Quizás la clave sería aportar argumentos empíricos y jurídicos por parte de los profesionales del Derecho para desmontar, también la mala praxis de los medios de comunicación sobre este asunto. "A pesar de que el tratamiento informativo ha mejorado, aún se acude con demasiada frecuencia a los estereotipos y a los mitos en esta materia invisibilizando la raíz real de la misma, que tiene una base estructural y social y creando una falsa justificación en el agresor", remarca con acierto el Consejo General de la Abogacía.

Para combatir este antifeminismo, aparte de la labor de las instituciones, el entendimiento entre el feminismo de izquierdas y el liberal es más necesario que nunca.

2. La obsesión de Vox con el feminismo. Es cierto que como cualquier tipo de movimiento político y social, se convierte en un arma peligrosa cuando depende de cualquier partido. Y mi problema con el feminismo no es ni de ideas ni de personas, sino de su vinculación con la Administración, que resta, a mi juicio, capacidad de maniobra para otro sector del movimiento que no quiere ser instrumento de la clase política. Convertir el movimiento en una auténtica sociedad civil, con instituciones fuertes financiadas por afiliados y no dependientes de la Administración conseguiría una independencia mayor a la hora de conseguir sus objetivos. Abascal no comprende que la paridad es una tarea que la Constitución le encarga a los poderes públicos y a la ciudadanía. Para combatir este antifeminismo, aparte de la labor de las instituciones, el entendimiento entre el feminismo de izquierdas y el liberal es más necesario que nunca: una amenaza totalitaria tendría que ser suficiente.

Sobre la responsabilidad de la izquierda en el crecimiento de Vox, nos encontramos con dos problemas fundamentales: el primero es que el mensaje de la ultraderecha es mucho más contundente que el de Unidos Podemos. Quizás la formación morada 'intelectualiza' mucho sus políticas. En otro orden, Pablo Iglesias, a diferencia de Errejón no está entendiendo que la moderación es necesaria para captar el voto de centro izquierda. También estoy a la expectativa de lo que hará Ciudadanos a partir de ahora, y es que si son socioliberales no pueden asumir el discurso de Vox y el PP en materia de violencia de género, feminismo. Otro asunto que llama mi atención es que dejando de lado cuestiones como la unidad de España o la gestación subrogada, no muestran un programa liberal en el plano político y social. Pongamos un ejemplo: la prostitución. Apuestan por su regularización, pero no han presentado ninguna proposición de ley. ¿Qué opina Rivera de que Pablo Casado quiera volver a la ley de supuestos del año en 1985 sobre el aborto o de que Vox quiera la derogación de la ley actual? ¿Se mostrarán socioliberales o, como han hecho en muchas ocasiones, negarán la mayor?

El ser humano no gestiona bien los cambios, y Vox es la consecuencia de todo esto.

La mejor forma de combatir a Abascal y compañía es con hechos y con explicaciones claras de las políticas que se quieren llevar a cabo. La complejidad de la sociedad contemporánea se manifiesta en situaciones de prosperidad, cuando las sociedades empiezan a movilizarse, agitando el resentimiento en otro sector. Entonces vuelve a ser odiosa la libertad y la sacrificamos por la seguridad. El ser humano no gestiona bien los cambios, y Vox es la consecuencia de todo esto.

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