La fábrica del tiempo

La fábrica del tiempo

  A. P.El HuffPost

¿Sabes cuál es la carta más productiva de la baraja de naipes española? El dos de oros. Bueno, en realidad ni las barajas son productivas, ni el dos de oros es más especial que el resto, pero ese ejemplo me ayudará a presentarte otro concepto y que ya no lo olvides: LAS DOS DE ORO.

De la misma forma que no todas las calorías son iguales (no es lo mismo una caloría de grasa que una de proteínas), no todas las horas son iguales. A lo largo de tu día, sea en las horas de tu jornada laboral o de tu vida personal, existen dos en las que tu productividad se dispara. Son LAS DOS DE ORO. Es un trance de 120 minutos en el que eres más productivo que durante el resto de los minutos del día juntos.

Si lo que acabo de afirmar es cierto (yo prefiero que lo compruebes tú en lugar de que me creas a mí), entonces la clave está en que LAS DOS HORAS DE ORO no sean tan sólo dos, sino muchas más.

¿Listo para el secreto de este Peldaño?

Multiplica las horas productivas y multiplicarás el tiempo

El tiempo malo es tiempo quemado. No existe. Es aquel tiempo en el que nada sucede. No se vive, no se crece, no se produce.

El tiempo bueno es el que se convierte en vida. Es aquel en el que crecemos, disfrutamos, avanzamos, construimos y producimos.

De los dos, el segundo es el que realmente cuenta. Es el que recordamos en nuestro lecho de muerte, aquel que hace que otros nos añoren, el que produce nuestra huella en la sociedad, el que hace que la vida valga la pena y el que nos permite añadir valor al mundo, a nuestros seres queridos y a nosotros mismos. El quemado es el que nadie recuerda, ni siquiera nosotros mismos, puesto que es inerte y estéril. Dado que de los dos el único que cuenta es el productivo, multiplicar el número de horas que lo componen es multiplicar la vida misma.

Con las mismas horas con las que unos se preocupan por ver la televisión, otros se preocupan por construir el mundo que hay fuera de ella.

Para poder definir qué son exactamente las horas productivas, tan sólo tienes que prestar atención a aquellas de tus áreas que mejor conectan con tu escala de valores. La forma de hacerlo es preguntándote qué rescatas del último año, qué ha valido la pena del último mes, a qué le ves valor de lo que has hecho en la última semana...

... y a qué no.

¿Identificado? Ahora tan sólo haz más de lo primero y menos de lo segundo.

Seguramente nunca lo habías pensado, pero el tiempo del que se componen nuestras vidas en realidad es elástico. Si dedicas una hora a algo que tiene valor, esa hora pasará de improductiva a productiva y ese trozo de tu vida se habrá estirado. Si la desaprovechas o se la dedicas a algo que no lo tiene, esa hora de tu vida habrá menguado.

Producir estira el tiempo en la misma medida en que desperdiciarlo lo encoge.

Esto explica que un fin de semana en el que haces un viaje por carretera con mil aventuras parezca una semana, y un fin de semana rutinario parezca... un fin de semana.

#LaInteligenciadelÉxito

Si quieres vivir el doble, tan sólo haz que tu número de horas productivas se

multiplique por dos.

@Anxo

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