Los cuatro pilares de la perseverancia

Los cuatro pilares de la perseverancia

Los 88 Peldaños del Éxito

-El compromiso más importante de tu carrera hacia el éxito es el de que, pase lo que pase, no desistirás. Y una vez has asumido ese compromiso y estás convencido de que es férreo e irrompible, debes tomar la decisión de ir a por él y saltar, no con un pie, sino con dos. Con absoluta convicción.

La mejor manera de saber que no hay marcha atrás es verte en el aire, tras haber cortado las ataduras que te retenían en el suelo.

Casarte con tu objetivo es hacer de ese compromiso un fortín que no quiebre ante ninguna de las tormentas que lo azotarán los días en que te consuma la desidia, las dudas, la pereza, la desilusión, la inseguridad y el miedo. Es mucho mejor que tengas presente que esos días llegarán porque anticiparte a su llegada les restará parte de su fuerza. Pero casarte con tu objetivo es tener por bandera la perseverancia a pesar de todos ellos.

Sin embargo, sólo mantendrás la perseverancia si la alimentas. ¿Cómo? Haciendo uso de cuatro impulsores. El porqué, el contacto, la cuantificación y el grupo de apoyo.

Averiguar el sentido que tiene lo que estás emprendiendo es averiguar su porqué. Va a ser un camino largo y duro. ¿Realmente vale la pena pasar por todo lo que vas a pasar? Si tu porqué es lo suficientemente grande, sí. Si no lo es, desistirás con el primer bache. Dado que el porqué es lo que da sentido a tu esfuerzo, es esencial que lleves tu mirada deliberadamente hacia él y que lo tengas presente de manera constante. Define tu porqué, escríbelo y léelo, si es posible, a diario. Hacerlo fortalecerá tu perseverancia.

El contacto es para el objetivo como el agua para la planta. No tener contacto con tu objetivo es permitir que se marchite. Es necesario que todos los días hagas algo, grande o pequeño, que te mantenga en contacto con tu objetivo y te impulse hacia él. Tener contacto es hablar de él, escribir sobre él, analizarlo, investigar o reflexionar sobre él, leer libros que te documenten sobre él, contarlo y, sobre todo, dar pasos concretos que te acerquen a él.

La cuantificación. Divide tu objetivo global en objetivos minúsculos. Cuanto más pequeños, mejor, ya que un alto número de mini objetivos protege tu perseverancia porque produce un alto número de mini celebraciones. Tener mini objetivos te permite medir la ruta hacia tu meta. Cuantificar cada paso da sentido a cada paso, y esto, a su vez, te mantiene activo en la ruta. Acostúmbrate a medir siempre cuánto avanzas y a celebrar cada uno de esos avances.

Piensa en al menos cinco personas que deseas convertir en tu grupo de apoyo. Explícales cuál es tu objetivo, cuándo esperas conseguirlo y qué pasos vas a dar diaria o semanalmente para alcanzarlo.

Una de las principales recomendaciones para salir de una adicción es tener un grupo de apoyo. Son aquellas personas a las que les has contado tu objetivo y que, bien directa bien indirectamente, te están apoyando en tu camino hacia él. A veces es más un apoyo moral, otras un apoyo más activo, pero todos debemos de contar con ese grupo y acudir a él siempre que flaqueen nuestras fuerzas. Piensa en al menos cinco personas que deseas convertir en tu grupo de apoyo. Explícales cuál es tu objetivo, cuándo esperas conseguirlo y qué pasos vas a dar diaria o semanalmente para alcanzarlo. Incluso ten una reunión semanal para confirmar tus progresos y reafirmar tu perseverancia. ¿Sabías que aquellos que cuentan sus objetivos a otras personas tienen el doble de probabilidades de materializarlos? Es una cuestión de coherencia. Si has comunicado a alguien que vas a hacer algo, tu cuerpo trabajará para demostrar que lo que dijiste era cierto.

Si tu objetivo es aprender inglés, tal vez desees hacerlo porque no quieres ser el único de tus amigos que no lo hable, porque te hace falta para poder ascender en el trabajo, porque vas a estudiar en un país anglófono, porque necesitas comunicarte con tus colaboradores o clientes, o porque quieres acceder a oportunidades de negocio que ahora mismo tienes vetadas. Cualquiera de esos cinco podría representar el porqué sobre el que te anclarás cuando tus fuerzas flaqueen.

El contacto podría ser cualquier componente que te haga pensar en tu objetivo de defenderte en inglés y te acerque un paso más a él, como por ejemplo buscar en el diccionario una palabra que desconoces, leer en un avión uno de esos artículos que aparecen en nuestro idioma a la izquierda y en inglés a la derecha, prestar atención a una conversación en inglés o participar en ella, o ver una película en versión original en inglés con subtítulos en tu idioma.

Tener en cuenta la cuantificación supone medir y llevar cuenta de tu conocimiento en inglés. Hacer una lista de todas las palabras que sabes con sus traducciones en tu lengua nativa es dar un valor cuantificable a cuánto sabes realmente y, más importante, evitar que mengüe. La cuantificación tiene una magia especial porque crea una identidad entre tú y tu objetivo. Si buscas saber 5.000 palabras y construcciones en inglés, conocer cuántas llevas dará sentido a las siguientes que aprendas y te motivará para seguir remando.

Por último, un ejemplo de lo que sería hacer uso del grupo de apoyo puede ser una reunión semanal de intercambio lingüístico que te permita practicar el idioma con gente que te conoce y que te llamará por teléfono para decirte que te echan en falta si te saltas el encuentro dos semanas seguidas. Otro ejemplo de grupo de soporte, más estrictamente hablando, es un conjunto de personas cercanas a las que les cuentas tu objetivo con fechas de consecución y un plan concreto de avance, y de los que esperas que te motiven y te controlen de manera amistosa, asegurándose de que te mantienes fuerte en tus progresos y de que avanzas en tus conocimientos en inglés en modo acorde al plan inicial para alcanzar tu objetivo en la fecha que tú les has comunicado.

#88peldaños

Cuando te invada el miedo sobre el siguiente paso,

no escuches al miedo sin antes dar el paso.

@ANXO

Para cuando quieras escucharlo, ya habrá desaparecido.