Sistematiza

Sistematiza

La Inteligencia del Éxito

Todos hemos presenciado la típica escena en la que el hijo resopla por vigésimo cuarta vez ante el consejo que el padre le ha dado por vigésimo quinta. Si yo tuviera un hijo y pecase de papá pesado con un «consejo resoplo», este sería mi elegido:

Sistematiza más.

Sistematizar es subir a una montaña escalón a escalón una sola vez para luego deslizarse plácidamente en trineo en la bajada.

Es comprar ese trineo una sola vez para disfrutar de él las veces que lo desees. Es pasar de un trabajo manual que realizas tú a un trabajo automático que se hace solo. No sistematizar es desaprovechar (nuestro querido enemigo del éxito) y, sin embargo, pocos sistematizan. ¿Por qué? Porque el proceso de sistematización arranca con una barrera: la barrera de poner en marcha el sistema y de adaptar tu mente al cambio. No es una barrera significativa, y, sin embargo, deja a la inmensa mayoría fuera.

Imagínate un supermercado que ofreciera una tarjeta gratuita de abonados que te permitiese obtener un 90% de descuento en todos sus productos toda la vida, pero con un pequeño problema. El supermercado se encuentra en la primera planta, pero la oficina que gestiona las tarjetas se halla en la veinte, y lamentablemente hay que subir a pie porque no hay ascensor. La gran mayoría de la gente no adquiriría la tarjeta sólo por no hacer el esfuerzo de subir veinte plantas una vez a pesar de que podrían beneficiarse de ello el resto de su vida. ¿Lógico? No, pero la miopía del ser humano le hace poner más peso en un esfuerzo presente que en sus beneficios futuros. Sin embargo, justo esa es la belleza de la sistematización: realizar el esfuerzo una vez para aprovecharse de sus ventajas de forma casi ilimitada.

Sistematizar supone tomar unos caminos más avanzados que antes no tomabas para obtener unos resultados más inteligentes que antes no obtenías

De los 88 Peldaños de este libro, este es uno de los que mejor representa la diferencia entre contar con una gran inteligencia del éxito y no hacerlo. Te explico el porqué.

Dado que sistematizar es probar nuevos métodos que antes desconocías y dado que eso requiere superar la barrera inicial de implementarlos y adaptarse a ellos, sistematizar es contar con muchas de las virtudes de la inteligencia del éxito: atrevimiento para probar cosas que desconoces, curiosidad por ver qué sucede si tomas un camino nuevo, estrategia para entender que los beneficios posteriores superan con creces el coste de la barrera inicial e inteligencia para superar la miopía del corto plazo y apostar por el crecimiento del largo.

Se puede sistematizar de mil maneras: invertir cinco minutos para automatizar un pago electrónico recurrente y evitar tener que hacerlo manualmente cada mes; invertir diez en aprender una vez a hacer la compra por internet para disfrutar de forma ilimitada de la comodidad de comprar a distancia cuando no quieras ir en persona; invertir una vez en aprender unos atajos de teclado que optimizarán tu manejo del ordenador cada vez que lo uses; invertir unos minutos en aprender a operar en banca electrónica una vez en lugar de hacer cola en el banco el resto de las veces, o invertir una vez en encontrar y registrarte en la app móvil para pagar el parking sin salir del coche el resto de tu vida.

¿Quieres una idea más loca de sistematización? Ten una bicicleta de poco coste con un candado más caro que la propia bici atada a la puerta del metro para usarla sólo del metro al trabajo y viceversa. Si inviertes en todo el proceso de comprar la bicicleta, encontrar el candado correcto y sobre todo convencer a tu mente para ponerte y hacerlo, quizás esa inversión de un par de días de tu tiempo mejore tu vida... para siempre. Sí, a mí también se me ocurrían los mismos peros que a ti, pero durante un periodo de mi vida llevé a cabo la técnica y... dio resultado. No, no me la robaron.

Todos esos peros que a ti se te han ocurrido al leer la idea anterior representan una mitad de la peligrosa barrera de la que te hablé al principio. Los fastidios de ponerlo en marcha son la otra mitad.

La última vez que intenté adquirir el dispositivo de telepeaje en autopistas para mi coche fue una odisea horrible. Me encontré un problema tras otro y los operadores con los que hablé parecían tratarme como un enemigo en lugar de como un cliente. ¿Lo hice igualmente? Por supuesto. ¿Por qué? Porque la odisea horrible duró un día. El beneficio dura toda la vida. No estaría siendo coherente con este Peldaño si no hubiera seguido peleando cuando me encontré las tres primeras dificultades y aún estaba al principio de mi odisea.

La importancia de la sistematización es enorme para todos y gigante para aquellos que tengan cualquier tipo de negocio, ya que es la madre de la escalabilidad. Y ¿qué significa tener un negocio escalable? Pasar de ser la tienda de la esquina a ser la tienda de tu país o incluso la tienda del mundo. Invierte en tecnología que sistematice procesos y aunque te asuste su coste inicial, no pienses en lo que pierdes hoy, sino en todo lo que ganarás mañana.

#LaInteligenciadelÉxito

Aprende a calcular no sólo el precio menor de dar un paso,

sino el precio mayor de no darlo.

@Anxo

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