
He pillado a mi hijo mirando porno; ¿qué hago?
La pornografía ofrece una educación inapropiada y nada realista a los niños, pero además puede convertirse enseguida en una obsesión. La curiosidad por el sexo es algo normal. Lo que no es normal es el carácter extremo y a menudo violador del sexo que se muestra en la pornografía.