Probamos un Abarth Punto transformado a GLP

Probamos un Abarth Punto transformado a GLP

Si tienes un coche a gasolina, no estás dispuesto a cambiarlo por un diésel, y andas 20.000 kilómetros al año, o más, lo cierto es que te saldrá a cuenta montar un sistema GLP. Se amortizan relativamente rápido, son seguros, están bien acabados, y la infraestructura promete seguir creciendo.

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Un kit de este tipo sale por 1.750€, y se le puede montar a casi cualquier coche de gasolina del mercado

Llevamos ya varias semanas probando coches de GLP de diversas marcas, hablándote de sus beneficios y ventajas, pero... ¿y qué pasa si ya te has comprado el coche y ahora te pica el GLP como opción? Pues puedes recurrir a un kit post-venta, para reconvertir tu coche al gas licuado de petróleo.

De hecho, la gran mayoría de modelos que se ofrecen hoy por hoy en el mercado español con sistemas GLP integran kits de proveedores externos a la marca, en lugar de equipos originales pensados por las propias marcas, así que era lógico pensar que el resultado de uno de estos kits aplicado a un coche ya adquirido debería dar resultados tan buenos o incluso mejores que los que vemos en los concesionarios montados sobre coches nuevos.

La oportunidad de probar una transformación nos surgió tras hablar con los chicos de MoviEcoGas. Esta firma, que tiene distribuidores a lo largo y ancho de España en forma de talleres asociados, ofrece kits de conversión para coches de gasolina de todo tipo.

Y, como la cabra tira al monte (ya me entiendes), nos dio por pedirles la oportunidad de probar una unidad de demostración que han montado con base de Abarth Punto.

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El sistema de MoviEcoGas cuenta con una centralita motor programada específicamente para el uso de GLP

Por fuera nadie diferenciaría a este Punto Evo de una unidad normal y corriente. Sólo bajo la tapa del depósito de combustible nos encontramos una boquilla extra que sirve para cargar el GLP al depósito. Éste se encuentra situado bajo la cubierta inferior del maletero, donde iría la rueda de repuesto.

Así que sí, si optas por el GLP tendrás que usar un kit reparapinchazos. Eso sí, si tu coche ya llevaba rueda de galleta, el kit de GLP incluye una funda que queda adherida al fondo del maletero para que la conserves. Pero ese no era el caso del Punto. Ya sabéis que nosotros preferimos una rueda de repuesto convencional, pero las ventajas del GLP están en otra parte, de la que te vamos a hablar más abajo.

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El depósito de combustible va asentado sobre unas zapatas de goma que impiden que salte y haga ruidos molestos (la experiencia con el Subaru XV GLP nos sacó un poco de quicio en ese sentido, pues su depósito crujía demasiado). Se usan manguitos flexibles y una válvula de seguridad para que, en caso de accidente y fuga, el gas salga hacia el suelo a presión, alejando el foco de llama del vehículo.

A pesar de los muchos miedos que da el GLP, lo cierto es que todas las pruebas de impacto y de homologación de estos vehículos ante impactos traseros se superan igual de bien que en un coche de gasolina convencional, por lo que el riesgo "extra" no existe si la instalación está correctamente hecha. Nos llamó también la atención el cuidado de la válvula que controla el flujo de combustible al motor, que estaba mejor terminada que la que vimos, por ejemplo, en el Fiat 500 GLP oficial de la marca italiana, que se dejaba escuchar en el habitáculo, mientras en este Abarth no se percibían ruidos desde el maletero de ningún tipo.

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Bajo el capó delantero nos encontramos un motor prácticamente idéntico al de serie, donde sólo vemos diferencias en el sistema de inyección, que se duplica para contar con inyectores propios para el GLP.

Lo interesante del sistema que comercializa MoviEcoGas es que se utiliza una centralita electrónica con programación específica para el uso del GLP. Hasta ahora, todas las unidades con GLP que habíamos probado empleaban una ECU duplicada del sistema de gasolina. Es decir, el coche llevaba dos ordenadores para gestionar de idéntica manera el motor, uno con gasolina y otro con gas.

El sistema de MoviEcoGas utiliza programas distintos para funcionar con GLP o gasolina, adaptando de esta manera la entrega de potencia y para las características concretas del GLP, aprovechando de esta manera mejor el rango de consumo y de sacrificio de potencia.

De hecho, el responsable de la firma nos comentó que, a petición del cliente, algunos coches se podrían configurar con más balance hacia prestaciones o hacia ahorro, a gusto del cliente.

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En el interior del habitáculo nos encontramos el botón de permutación entre los modos GLP y gasolina. Y no, no nos gustó el botoncito. Como en todos los coches GLP que llevamos probados en los últimos cuatro meses, el indicador de nivel de depósito de gas y el botón parecen demasiado de bricomanía. Es un punto a mejorar... pero de momento cumple con creces su función, aunque resulta algo complicado darse cuenta de cuánto gas tenemos en el depósito.

Eso sí, si te acercas a dejarlo vacío, el sistema emite un pitido sonoro para advertirte.

¿Cómo se mueve?

Pero ¿de verdad vale la pena el GLP? ¿corre menos el coche con él? Para probar las cosas de manera decente, comprobamos el motor del Punto Evo funcionando con gasolina y con GLP en el banco de pruebas.

De serie, el Punto Evo anuncia 165 caballos, pero en el banco ofreció 180 caballos, demostrando músculo de serie cuando funcionaba con gasolina. Tras poner el motor en modo GLP, el coche rebajó su rendimiento hasta 170 caballos.

Vamos, una diferencia de menos del seis por ciento. ¿Se nota? Pues nos pusimos a los mandos para comprobarlo.

No voy a ser pesado con este coche, porque ya lo hemos probado en sus diversas evoluciones, y en modo gasolina siguió demostrando lo que siempre hemos sabido de él: que el motor MultiAir tiene músculo y patada, y que es rápido en todo.

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Es prácticamente imposible percatarse de la diferencia de entrega del motor cuando funciona con GLP de cuando va a gasolina

Lo impresionante llegó tras pulsar el botón de cambio de modo. Cuando pasas a GLP esperas algún tipo de ruido, algún tipo de cambio en el comportamiento del acelerador, o en el olor a gas, cosas que sí hemos notado en otras conversiones a GLP.

Aquí tuvimos que pararnos a mirar un par de veces la bombillita que nos chivaba que ya estábamos funcionando con GLP para darnos cuenta de que, efectivamente, habíamos cambiado de modo.

Si nos ponemos muy, muy quisquillosos, llegaremos a percibir que con GLP el motor es algo más suave al ralentí, y se nota un pelo más silencioso. En aceleraciones fuertes desde abajo, podemos llegar a percibir un pelo menos de par, pero sólo con un pie muy, muy fino, y un crono, podremos notar diferencias realmente apreciables al volante.

Por todo lo demás, resulta casi imperceptible pasar de un modo a otro, salvo que le estés buscando las cosquillas.

Doctor Jekyll y míster Hyde

Y es ahí donde está la clave de convertir tu coche a GLP. Lo mejor es que tienes dos coches en uno. En el modo gasolina conservas toda la potencia y el garbo de serie, así que para enlazar curvas y sacar todo el partido disponible, puedes funcionar con el combustible de toda la vida.

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El GLP es la alternativa para ir más tranquilo, para funcionar en entorno urbano, para hacer kilómetros a ritmo constante... para todo lo que sea usar el coche como herramienta de transporte básica.

Y eso en un utilitario prestacional como este. En un coche de motor atmosférico de 100 caballos, por ejemplo, la pérdida de potencia es menos notable si cabe (hablamos de menos de un 6% en 100 caballos, algo que cuesta mucho notar). En estos coches conservar la capacidad de usar gasolina te da la ventaja de no tener problemas en caso de que te quedes sin combustible y no encuentres una gasolinera con GLP.

Ahorro, costes e infraestructura

Pero ¿cuánto se ahorra con un kit GLP? Cierto es que el GLP es más barato que la gasolina de 98 que hay que echarle a este Abarth para funcionar. Estamos hablando de 0,75 euros para el GLP por litro contra 1,6 euros por litro para la gasolina. Pero claro, en modo GLP el coche gasta algo más.

Con todo, combinando una cosa con la otra, el ahorro medio por kilómetro del coche en modo GLP es del orden del 35% largo. Esto es, cada 100 kilómetros recorridos, en gasolina gastaríamos 11,20 euros, mientras en GLP tendríamos un gasto de 7,28 euros. Con ese ritmo de ahorro, nos guardaremos 400 euros cada 10.000 kilómetros recorridos.

Traducido en lenguaje llano, si andas alrededor de 25.000 km al año, ahorrarás 1.000 euros si usas GLP para todos tus desplazamientos. La instalación del kit cuesta 1.750 euros, por lo que en 21 meses habrás amortizado la inversión de instalarlo. Si andas todavía más, sobre todo en entorno urbano, el ahorro se amortizará todavía antes.

Si no quieres perder la finura de marcha de un coche de gasolina, pero quieres ahorrar como si tuvieras un diésel, ésta es una buena idea. En cierto modo, es una alternativa excelente para los que prefieren conservar un gasolina por encima de un diésel, pero hacen kilómetros en cantidad.

¿Pegas? Dos, fundamentalmente. La primera es el tema de la infraestructura. A día de hoy, gracias a la instalación de Repsol, puedes encontrar GLP en cualquier gasolinera grande de ciudad. Pero en carretera abierta, si te sales de autopistas y autovías principales, puede resultar algo más complicado dar con una estación de servicio con GLP. Claro que para eso tienes el depósito de gasolina, ¿no?

Además, Repsol promete seguir aumentando en el número de estaciones de servicio con GLP, que además tiene el precio prefijado, gracias a subvenciones, a 0,75 euros por litro (la gasolina es más variable, y está por ver dónde tocará techo).

La otra pega es la pérdida de volumen en el maletero para la rueda de repuesto, pero esto ya lo tenemos más que asumido en muchos otros coches de serie... ¿no?

Conclusiones

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Si tienes un coche a gasolina, no estás dispuesto a cambiarlo por un diésel, y andas 20.000 kilómetros al año, o más, lo cierto es que te saldrá a cuenta montar un sistema GLP como este. Se amortizan relativamente rápido, son seguros, están bien acabados, y la infraestructura promete seguir creciendo.

No es un híbrido, no es un eléctrico, pero es una buena alternativa a corto plazo para sufrir menos con las subidas de la gasolina.

Artículo y fotografías originalmente publicadas en Autoblog.