Los cien días de Martino

Los cien días de Martino

Gerardo Martino cumple 100 días como inquilino en el banquillo culé tras su apresurada llegada a Barcelona a finales de julio pasado. Después de más de dos meses de competición oficial, el trabajo del rosarino se ve en muchos aspectos del juego azulgrana.

El 3 de noviembre Gerardo Martino cumplió 100 días como inquilino en el banquillo culé tras su apresurada llegada a Barcelona a finales de julio pasado. Después de más de dos meses de competición oficial, el trabajo del rosarino se ve en muchos aspectos del juego azulgrana. Analizamos algunos de los aspectos más relevantes de su trabajo.

1. Presión del equipo: Solamente pisar el Camp Nou el Tata avisó que si algo quería era recuperar la actitud defensiva de todo el equipo, y empezar la recuperación del balón a partir de la línea ofensiva. Ante el Celta o el Espanyol, últimos ejemplos, se vio claramente que algunos automatismos defensivos vuelven a funcionar a pesar de tener un amplio margen de mejora

2. Plan B: Ya en los tiempos de Guardiola el equipo era acusado de aburrido y monótono por su obsesión de monopolizar el balón. En distinto partidos clave el equipo no supo cómo superar las espesas redes defensivas que los oponentes tejían frente al Barça, cada vez más estudiado y conocido. El Tata ha querido aportar una vertiente más vertical y directa en algunos compases del encuentro, que permite resquebrajar la solidez defensiva del contrario sin necesidad de dar vueltas y más vueltas alrededor del área.

3. Llegadas de segunda línea: El Barcelona ha dependido en exceso del juego y los goles de Messi, echados en falta cuando el argentino estaba lesionado o en baja forma. Martino ha enfatizado en la importancia de las llegadas de los mediocampistas desde la segunda línea, y hombres como Cesc han mostrado su mejor versión gracias a los retoques tácticos del técnico.

4. Explosión de Alexis: El chileno empezaba su tercera temporada en Can Barça con la necesidad de reivindicarse como el "jugadorazo" que presume ser. Después de dos cursos sin dar lo mejor de sí, la llegada del Martino le ha liberado de la presión y ha conseguido mostrar el potencial esperado de él. Su vaselina ante el Madrid, y su buena racha goleadora le impulsan a seguir regalando su entrega e intensidad a un público que cada vez agradece y aplaude más su juego.

5. Política de rotaciones: El curso es muy largo, este año hay Mundial, y todos los jugadores de la plantilla son necesarios. Al menos es lo que se desprende de los continuos descansos que el Tata regala a sus jugadores según los minutos acumulados. La propuesta permite mantener muchos hombres clave más frescos, pero a la vez no acaba de ser coherente con los más jóvenes, relegados al banquillo.

6. Carácter propio: Hacía mucho tiempo que nadie se atrevía a sacar a Messi del terreno de juego. Martino demostró que tampoco no cede ante la grandeza del astro argentino y le sustituyó ante el Levante, en la primera jornada, y la Real Sociedad semanas después. Su argumento: "Debo cuidar a Messi" parece más que razonable teniendo en cuenta cómo llegó el delantero al tramo decisivo del curso pasado. También fue paciente con la entrada de Neymar al equipo a pesar de la presión mediática que pedía a gritos la titularidad del fichaje estrella.

7. Respeto por el legado: Si de algo era consciente el Tata era de donde se metía. Consciente del increíble juego desarrollado en los años anteriores, no ha querido que su llegada fuera ninguna revolución para el equipo ni el equipo técnico, respetando las jerarquías del vestuario, mostrándose cercano i abierto con los jugadores, y manteniendo el cargo de muchos de los asistentes que Tito tenía en el cuerpo técnico.

Teniendo en cuenta que la temporada es muy larga y que el propio técnico reconoce que el equipo está lejos de su mejor nivel, también hay algunos aspectos que Gerardo Martino tendrá que tener en cuenta para llegar a la fase decisiva de la temporada con opciones de llevarse los títulos:

1. Bajón de Messi: El crack empezó la temporada especialmente enchufado. Con más vacaciones que nunca, el diez comenzó la Liga marcando a pares, pero desde hace un mes parece que no está. Las lesiones y la propuesta de hacerle jugar pegado al extremo izquierdo, impiden que Lio se desenvuelva cerca de la zona de gol, donde había demostrado ser un depredador de goles

2. Conexión Messi-Neymar: La llegada del astro brasileño cuestionó al mundo si el binomio podría convertirse en una dupla letal en el ataque azulgrana. A pesar de haberse asociado en algunos encuentros y que Neymar está especialmente predispuesto a respetar el juego del argentino, Martino plantea sus partidos alejándoles el uno del otro, por lo que la magia de ambos jugadores no llegan a encontrarse con la facilidad que podrían.

3. Menos brillantez: No es cuestión de equiparar continuamente. Nunca antes se vio a un equipo como el Barça de Guardiola, y cualquier comparación estará perdida, pero la realidad es que el juego de equipo no es tan vistoso como antaño, a pesar de tener momentos de gran nivel de juego.

4. Balones largos: Lo que podría ser una virtud se convierte en un defecto por su abuso, sobre todo por las reiteradas veces que Valdés regala el balón en busca de una carrera de los delanteros. Sin tener que salir siempre con el balón controlado, excederse en buscar la espalda del contrario con un zapatazo tampoco ha demostrado ser una solución.

5. Acumulación de defensas: Martino parece considerar que defender implica tener más defensas en el campo. Cuando el marcador es favorable el equipo tiende a recular y a perder el control del balón, lo que permite al contrario a querer ir en busca de la portería de Valdés. A pesar de los pocos goles recibidos, siete en doce partidos, la sensación es que la defensa sufre en los minutos finales con el marcador ajustado.

6. ¿Centros a quién? El Tata ha querido ensanchar el campo para ganar espacio en el centro y poder armar también el ataque desde las bandas. El problema es que muchas jugadas se basan en centros desde los laterales, generalmente del de Dani Alves, mientras que en el área no hay ningún rematador específico. Messi, Xavi, Iniesta, Alexis y Pedro no superan el 1'70, y solamente Cesc se siente cómodo en este tipo de llegadas.

7. Poca confianza en la cantera: Si por algo el público se ha sentido atraído por el equipo, además de por el buen juego, es por contar con jóvenes valores formados en la cantera, jugadores que han crecido en los conceptos azulgranas y que sienten la camiseta como un aficionado más. Hasta ahora, el papel de Bartra, Montoya o Tello ha sido el de simple recambio, mientras que Sergi Roberto y Dos Santos, el mexicano lesionado desde la semana pasada, aún han tenido menos protagonismo.