Gorriones y buitres

Gorriones y buitres

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El gorrión desaparece por extinción de su hábitat urbano. El cambio climático, la contaminación, la acción combinada de factores múltiples, el glifosato, los plaguicidas, el electromagnetismo, las emisiones de CO2 y la inhospitalidad de nuestros entornos vitales hacen que la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), registre la pérdida de 8 millones de ejemplares en los últimos 20 años. Dicen que está casi extinguido en ciudades como Londres, Dublín, Berlín, Hamburgo, Praga, Moscú o San Petersburgo. Se calcula que entre 1980 y 2013, un 63% de estas aves ha desaparecido en Europa.

Puede parecer una noticia menor, pero la desaparición de lo que llaman "sombra aviar" de la especie humana es una mala tendencia que se une a otras muchas de las que nos hacen inhabitables las ciudades e insoportable gran parte de la vida en ellas. Ahora, esta pérdida de habitabilidad se traduce en otras migraciones. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), España, desde que comenzó la crisis, había perdido hasta 2017 a más de 2,5 de dos millones y medio de jóvenes. Ese año fueron 76.197 más, lo que aumentó el porcentaje un 3,2%. Es difícil migrar para los más pobres, camareros y limpiadoras de hotel, con los repartidores en bici y moto,-los denodados "riders"-, que siguen siendo duramente explotados.

Las ciudades cambian de especies y de hábitats a más velocidad de la que se puede asimilar. Las casas de apuestas y los salones de juegos han invadido nuestros hogares con las apuestas en línea y el deporte, mientras que los famosos se convierten en reclamos para consumo de jóvenes precarios y barrios pobres. De hecho, el volumen de negocio no para de crecer, hasta un 27%. Ya en 2017, los españoles se jugaron en Internet más dinero que nunca, alcanzando en los primeros nueve meses del año los 9.776 millones de euros. El problema es que las especies más vulnerables son las que más caen en las redes de la ludopatía inducida. El doctor Manuel Isorna, profesor del Máster Universitario en Prevención en Drogodependencias y otras Conductas Adictivas de la UIV, señala que un dato excepcional de este negocio es que el 6,4% de los jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años han jugado dinero en Internet, siendo mucho más común en chicos (10,2%) que entre chicas (2,5%),

Nos cambian los jilgueros cantores, las abejas polinizadoras, las ardillas inquietas y los cielos limpios de atmósferas sanas por la basura de los rentistas anónimos que se ceban con la precariedad de nuestros jóvenes

La radiografía social que representan los cambios en las especies migratorias y las especies invasoras muestra un mapa de colonización de espacios que antes pertenecían a la comunidad, aquellos comercios y actividades que representaban lo comunitario en distritos llenos de raigambre popular, como Vallecas o en calles como Bravo Murillo. Estos días ya se informa de que los pensionistas recurren a los apartamentos de alquiler turístico para no naufragar con sus pensiones, saqueadas por los gobiernos. Es sintomático que el mismo alcahuete mediático del tupé sobado sea el que promociona con descaro la viralización de las apuestas, por las primeras citas o por los resultados deportivos, que antes promovieron otras celebrities.

Por cierto, con nombres, la mayoría en inglés, 888 Holdings plc, Bet365, William Hill, Luckia, Betfair, MarcaApuestas, etc., que se extienden por la geografía de las ciudades españolas, como los de "compro oro" y otras muestras de exacción más o menos visibles "en línea". Claro que siempre el Estado distribuye el pastel y se lleva una parte: Según la Dirección General de Ordenación del Juego la distribución es así: Juegos de Casino (49.89%), Apuestas Deportivas (37.76%), Póquer (11.57%), Bingo (0.72%) y Concursos (0.06%).

Pero los que se llevan la palma en el lucro extractivo son los fondos de inversión, más conocidos por su capacidad depredadora como "fondos buitre". Cada vez más guiados hacia las SOCIMIS: Hispania, Fidere, Testa, Cerberus, Blackstone, Blackrock, Carlyle y otros 200 fondos, Guide Bridge Capital, que acogen sin problema a ejecutivos de Bankia y otras entidades y auditorías como JP Morgan, junto a expolíticos o personajes de la familia. Estos directivos, inmunes a la incompatibilidad, transvasados de una función a otra como peones de berga, se dedican a comercializar y a vender o alquilar los activos patrimoniales obtenidos por la banca española gracias a las hipotecas, las ejecuciones judiciales, desahucios y daciones en pago de las titulaciones hipotecarias; esas tan alegremente fomentadas por bancos y cajas de ahorro (a través de directores sin escrúpulos) con la ayuda inestimable de auditores y tasadores y con la colaboración activa de muchos ayuntamientos deseosos de desprenderse del patrimonio público a bajo precio, después de haber especulado a fondo con él.

Cuando la globalización neoliberal avanza, las sociedades retroceden

El Panel internacional de Expertos del Cambio Climático IPPC advierte que el calentamiento aumentará 1,5 º entre 2030 y 2052 si el mundo sigue el ritmo actual de emisiones de gases de efecto invernadero. Necesitamos una transición "sin precedentes" y cambios en energías, ciudades, transporte e industria. Disminuir en 2030 del 45% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) respecto al nivel de 2010.

Con el expolio social sumado a los efectos del cambio climático se van unas especies y vienen otras. Apenas nos damos cuenta de lo que eso cambia nuestros hábitos comunitarios y nuestros hábitats urbanos. Nos cambian los jilgueros cantores, las abejas polinizadoras, las ardillas inquietas y los cielos limpios de atmósferas sanas por la basura de los rentistas anónimos que se ceban con la precariedad de nuestros jóvenes, sin que nadie les impida gozar de privilegios locales evadiendo impuestos en los paraísos fiscales. Cuando la globalización neoliberal avanza, las sociedades retroceden. Se van a millones los pájaros livianos y se instalan las aves de rapiña a llevarse el botín. Los fondos anónimos de la nueva locura del capital sin reglas son los buitres depredadores de los ludópatas del dinero adictos a la codicia. Nosotros quedamos como restos de sus despojos.

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