¿De verdad que el orgasmo es la mejor sensación del mundo?

¿De verdad que el orgasmo es la mejor sensación del mundo?

Nuestra sociedad está obsesionada con los orgasmos. Se supone que el momento de clímax es la mejor sensación de la que un ser humano puede disfrutar, superando a cualquier otra experiencia, incluso al sexo que precede a esta reacción que te deja la mente en blanco.

Dale el mejor orgasmo de su vida, 12 secretos para un mejor orgasmo, Cómo tener mejores orgasmos. Cuando se trata de maximizar tu placer, los titulares no tienen pérdida. Muchas revistas populares, webs y libros no se cansan de prometer que pueden ayudarte a tener orgasmos múltiples, más duraderos y más intensos. Es la clave de todo, la experiencia más codiciada.

Pero, ¿realmente es tan importante? ¿Debería serlo?

Nuestra sociedad está obsesionada con los orgasmos. Se supone que el momento de clímax es la mejor sensación de la que un ser humano puede disfrutar, superando a cualquier otra experiencia, incluso al sexo que precede a esta reacción que te deja la mente en blanco. Para algunos, alcanzar el máximo placer sexual no es difícil, pero para otros cuesta un poco, lo cual provoca que la sensación de conseguirlo sea aún más placentera.

Aunque no hago ascos a un orgasmo, especialmente a esos que llegan en los momentos más apasionados, creo que deberíamos analizar el hecho de que muchas personas le den tanta importancia y se sientan tan presionados para alcanzarlo. El orgasmo es sólo uno de los muchos placeres de la vida, algo que la gente tiende a perder de vista cuando se obsesiona con el siguiente orgasmo, con un mejor orgasmo, con un orgasmo más intenso, con un tipo concreto de orgasmo, o simplemente con tener uno...

Por tanto, la próxima vez que te frustres con llegar a ese clímax absorbente, o cuando esos titulares te taladren la cabeza, recuerda que la vida pone a tu disposición muchas otras experiencias tan increíbles como el orgasmo. Algunas son, de hecho, más sencillas y más agradables. Aquí tienes unos de mis ejemplos favoritos:

1. Un ataque de risa

Si la intimidad sexual no fuera una parte importante de las relaciones amorosas a largo plazo, ya me hubiera casado con uno de mis mejores amigos hace mucho tiempo. Desde el instituto, este compañero consigue hacerme reír en cualquier momento, hasta el punto de que es casi imposible parar. Esa situación en la que casi se te para la respiración es difícilmente repetible.

2. El abrazo de un niño

Nada es tan perfecto como la sensación de tener esos bracitos y esas piernecitas rodeándote con fuerza, con su cabeza apoyada en tu cuello. El mundo se para y se llena de amor en ese preciso instante.

3. Darte la vuelta en la cama y seguir durmiendo

¿Quién no ha disfrutado de ese delicioso momento en el que te despiertas, todavía con los ojos pegados, y te das cuenta de que puedes seguir durmiendo, sin ninguna prisa? Es aún mejor si la cama está calentita.

4. Saciar la sed

Sí, sí, nada mejor para hidratarse que ese codiciado vaso de agua fresquita cuando te estás muriendo de sed.

5. Darte un baño caliente cuando fuera hace frío

Quizás lo mejor de soportar las gélidas temperaturas de la calle es la sensación de entrar en calor cuando llegas a casa. Un buen baño a veces es la forma perfecta para conseguir que la sangre vuelva a fluir.

6. Recibir una ayuda financiera inesperada

Tanto recibir un regalo por tu cumpleaños o una herencia con la que no contabas como encontrarte un billete por la calle son sensaciones que te impiden dejar de sonreír. Te provocan un estallido de euforia incontenible, sobre todo si el dinero llega en un período crítico...

7. Meterte en una cama con sábanas recién lavadas

Es un placer bien simple, pero ¿a quién no le encanta llegar a su cama y encontrar las sábanas limpias y recién salidas de la secadora?

8. Sentir el cuerpo de tu pareja contra el tuyo

La presión del cuerpo (con o sin la intención de llegar a algo más) envuelto en los brazos del otro es una de las pocas cosas que nos hacen olvidar que el resto del mundo existe.

9. El subidón que te da al hacer deporte

Ya sea corriendo media hora en la cinta o batiendo tu mejor tiempo en una maratón, ejercitar tu cuerpo y liberar endorfinas puede llegar a ser adictivo.

10. Saber que la persona de la que estás enamorado también lo está de ti

De repente, todo en este mundo te parece bien cuando esa persona te dice "te quiero".

11. Conseguir algo grande

Cuando estás inmerso en un gran proyecto, te gradúas o te hacen la oferta de tu vida, la emoción de haber trabajado duro y de obtener un reconocimiento por ello es alucinante.

Es cierto que no hay nada exactamente igual que un orgasmo, pero tampoco tendría por qué haberlo. No hay motivos para situar las demás sensaciones intensas en un rango inferior. Después de todo, muchos de los adjetivos calificativos que he usado en este artículo se emplean a menudo para describir el placer sexual. De hecho, la liberación sexual tiene mucho en común con estos pequeños placeres de la vida.

Por ello, la próxima vez que te sientas presionado a tener un orgasmo, a tener más orgasmos o a tener un tipo de orgasmo específico, recuerda que la vida te da muchas oportunidades más para gozar. Por cierto, supongo que os habréis dado cuenta de que la gran mayoría de ellas no tiene nada que ver con la actividad sexual...

Traducción de Marina Velasco Serrano