A Renfe se le para el reloj
Y es peor para los trenes que viaja de Madrid hacia el norte de la Península.
Las averías continuas en los trenes Avril de Talgo que Renfe empezó a operar el pasado 21 de mayo, desde cuando se han registrado 479 incidencias, han desplomado la puntualidad en los trayectos que cubren, de manera que solo cuatro de cada diez trenes llegan en hora a su destino.
Según ha sabido la Agencia EFE en fuentes próximas a la compañía de capital público, frente a una puntualidad media en los servicios comerciales de Renfe (AVE, Avlo, Alvia e Intercity) del 76,2 % a 31 de julio, la de los nuevos convoyes S106 (los conocidos como Avril) fue del 40,7 %. Desde su puesta en servicio hasta el pasado 5 de agosto, los S106 han realizado 1.768 servicios, y en un 27 % de ellos, más de uno de cada cuatro, se registró alguna incidencia.
De las 479 incidencias, 352 produjeron retrasos de entre 10 y 30 minutos en la llegada o salida de los trenes; 99 provocaron demoras de entre 30 minutos y 60 minutos, y 28 llegaron más de una hora tarde. En 14 servicios fue necesario trasbordar a los viajeros.
El último percance se registró la semana pasada, cuando casi 500 personas quedaron atrapadas en un túnel durante más de dos horas, sin luz ni agua suficiente, cerca de la estación madrileña de Chamartín.
La inhabilitación de esa vía de entrada en Madrid mientras se resolvía la incidencia tuvo efectos en un total de 34 servicios y casi 12.000 pasajeros. Renfe deberá indemnizar a todos los viajeros afectados con 390.000 euros. El año pasado pagó 42 millones de euros en este tipo de compensaciones.
Las fuentes explican que los motivos principales de estas incidencias son averías o disfunciones del material motor, seguido por problemas en la tracción y en las puertas de acceso. A preguntas de EFE, Talgo ha preferido no manifestarse.
Peor los trenes hacia el norte
Las cifras de llegada en hora (se considera así hasta un retraso de 3 minutos) son todavía más bajas que la media general de los Avril en el corredor del norte (Madrid-Asturias y Madrid-Galicia), donde se sitúa por debajo del 30 %, es decir, solo 3 trenes alcanzan su destino a la hora establecida.
El corredor nordeste, que enlaza Madrid con Aragón y Cataluña, mejora algo, hasta el 46 %, y en el de Levante (Madrid-Valencia-Alicante-Murcia) la tasa llega al 60 %.
Aunque los nuevos trenes apenas representan el 9 % del total del parque en circulación Renfe en media y larga distancia, su escaso índice de puntualidad ha tirado a la baja del conjunto de la compañía, que hace un año se situaba 1,4 puntos por encima (77,6 %).
El 21 mayo se pusieron en marcha 22 servicios con trenes Avril, que han ido aumentando hasta los 32 servicios actuales (16 por sentido) en trenes AVE y Avlo (la marca de bajo coste del grupo) en todo el territorio nacional peninsular.
Renfe cuenta actualmente con 335 servicios de Alta Velocidad y Larga Distancia, por lo que los Avril suponen el 9,5 % del total.
La operadora ferroviaria española tiene establecido ese criterio de puntualidad de tres minutos, pero si aplicara el estándar de la Unión Europea (cinco minutos) elevaría su índice de puntualidad hasta el 87 %. En Alemania, Francia o Italia este baremo está fijado entre 5 y 10 minutos.
El último informe publicado por la Comisión Europea en septiembre de 2023 con cifras de 2020 (Rail Market Monitoring) refleja que España fue el sexto país con mejor puntualidad (91 %) en los servicios de larga distancia y alta velocidad, superado por Lituania, Letonia, Países Bajos, Bélgica y Dinamarca, todos ellos con una red mucho más pequeña.
Si se mide con aquellos países con red comparable, las cifras de España salen mejor: Francia registró un 83 % de puntualidad media; Alemania, un 70 %, e Italia, un 66 %.
En Cercanías los números de Renfe son mejores, con un 91,5 % de puntualidad.
Las obras de Chamartín
La última incidencia no ha tenido relación con las obras que se están llevando a cabo en la estación de Chamartín, que sí han provocado retrasos, especialmente en los últimos meses, tanto en las líneas de cercanías como en las de media y larga distancia.
La obra de la estación madrileña arrancaron en 2008, con un estudio informativo aprobado por el entonces Ministerio de Fomento (ahora Transporte), que contemplaba la construcción de un túnel de ancho estándar entre ese punto y Atocha para configurar una gran estación ferroviaria con esas dos terminales.
En 2020 se aprobó la construcción en Chamartín de un máximo de 18 vías de alta velocidad y 13 de Cercanías.
Hasta el momento la obra ha movilizado más de 500 millones de euros, financiados por fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), y está previsto que finalicen en junio de 2026.
La macroobra -que se está haciendo con el tráfico ferroviario activo- permitirá pasar de 36 millones de viajeros en 2023 hasta 55 millones en 2030.