Esto dice la ley si dimites de tu empresa por WhatsApp: "Da igual que luego borres el mensaje"
Una discusión por unas gyozas acabó desencadenando una batalla legal sobre la validez legal de un mensaje de la aplicación de mensajería instantánea.
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha ratificado una sentencia en la que se concluye que un mensaje de WhatsApp, incluso cuando se elimina después, demuestra una intención válida de dimisión por parte de la persona empleada. El fallo en cuestión, se centra en el caso de una trabajadora que manifestó su renuncia a su puesto de trabajo en un grupo de la aplicación de mensajes que compartía con sus compañeros, pero que después intentó negar, afirmando que nunca dimitió de manera oficial.
Todo comenzó el 5 de diciembre de 2023, cuando la empleada, responsable de cocina en una cafetería, discutió con la administradora sobre el número de gyozas en un plato. Acto seguido, envió un mensaje al grupo de WhatsApp de sus compañeros donde comunicaba que abandonaría su puesto en 15 días: "Ha sido un placer trabajar con vosotros", escribía. Poco después, la denunciante borró el mensaje, según Economist & Jurist.
Esa misma noche, se cambió de ropa, entregó las llaves del local y pidió a un compañero que recogiera sus pertenencias personales. Sin embargo, al día siguiente presentó una baja por incapacidad temporal, alegando enfermedad común y negó haber renunciado. La empresa, basándose en el mensaje de WhatsApp y en sus acciones posteriores, le dio de baja en la Seguridad Social el 11 de diciembre.
La trabajadora denunció a la empresa en el Juzgado de lo Social número 4 de A Coruña, afirmando que no había renunciado oficialmente y que borrar el mensaje demostraba su intención de seguir vinculada a la empresa. El juzgado rechazó su demanda, concluyendo que tanto el mensaje como sus acciones indicaban una clara voluntad de dimitir.
Posteriormente, la empleada presentó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. La Sala de lo Social ratificó la sentencia inicial, argumentando que la dimisión había sido clara y firme. Según el tribunal, "si bien es cierto que [el mensaje] luego fue borrado, ello por sí solo no desvirtúa su intención de abandonar el puesto de trabajo". Además, destacó que la entrega de las llaves y su petición para que otro compañero recogiera sus pertenencias personales reforzaban esta intención.
El tribunal recuerda que, tal y como establece el Estatuto de los Trabajadores, "la dimisión no requiere formalismos, siempre que quede manifiesta una voluntad inequívoca de finalizar el vínculo laboral". Asimismo, citó una sentencia del Tribunal Supremo de 2009 que avala que la dimisión puede expresarse tanto de manera explícita como a través de actos que demuestren dicha intención.
