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Por qué si Corea del Sur se resfría el mundo estornuda: el peso de un país que se juega la democracia

Por qué si Corea del Sur se resfría el mundo estornuda: el peso de un país que se juega la democracia

El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, con su ley marcial y la reacción civil y opositora en su contra, ha puesto en crisis a un país potente en lo económico y cada vez más en lo defensivo y lo cultural. 

Manifestantes rompen una pancarta que representa la bandera del gobernante Partido del Poder Popular, en una marcha contra Yoon Suk Yeol, el 9 de diciembre de 2024, en Seúl.Kim Kyung-Hoon / REUTERS

El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, declaró la ley marcial el pasado 3 de diciembre. Desde entonces, el país está sumido en el caos. La movilización de las fuerzas opositoras y la contestación social al paso dado, un autogolpe, frenaron la aplicación de la norma, creada para situaciones extremas como una guerra. Esto no ha acabado, porque el mandatario se ha negado a dimitir y este sábado se espera su destitución, hasta con su partido en contra. 

Siempre se dice que si Estados Unidos se resfría, el mundo estornuda, pero en este mundo de fuerzas múltiples, donde las grandes potencias y los bloques ya no son lo que eran, países como Corea del Sur han surgido también como piezas importantes del tablero. En este caso, por lo económico, principalmente, pero también por lo defensivo (cada vez más) y por lo cultural (la música o el cine vienen ahora de oriente a occidente). 

Corea del Sur, con casi 52 millones de habitantes, experimentó una transformación económica entre los años 1975 y 1999. En ese período, la agricultura pasó de ocupar el 45,7 % de la población activa al 11,6 % y actualmente representa sólo el 3,0 % del Producto Interior Bruto (PIB). Tras la guerra de Corea, las inversiones norteamericanas y japonesas, hábilmente dirigidas por el Gobierno coreano hacia sectores estratégicos, permitieron un despegue económico que ha llevado al país a superar en ocasiones países como España en PIB. Hoy en día, es la economía número 12 por volumen de PIB. 

Su deuda pública en 2023 fue de 875.648 millones de euros, con una deuda del 51,5% del PIB. Su deuda per cápita es de 16.933 euros por habitante. La última tasa de variación anual ha sido del 3,1%. El PIB per cápita, en 2023, fue de 32.881 euros, por lo que se encuentra en el puesto 31 de los 196 países del ranking de PIB per cápita.

En el Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país y que en definitiva nos muestra el nivel de vida de sus habitantes, está en la zona de desarrollo "muy alto", en el puesto 19 de los 193 estados que reconoce la ONU. 

"Corea es uno de los pocos países que ha logrado transformarse con éxito de una economía de bajos ingresos a una de altos ingresos y es un líder mundial en innovación y tecnología", constata el Banco Mundial (BM). "Ha logrado un éxito notable en las últimas décadas al combinar un rápido crecimiento económico con una reducción significativa de la pobreza, con un producto interno bruto (PIB) real que creció en promedio un 5,7% anual entre 1980 y 2023", indica. 

"El ingreso nacional bruto (INB) per cápita de Corea aumentó rápidamente de 67 dólares de EEUU a principios de la década de 1950 a 33.745 dólares de los EEUU en 2023. Corea fue el primer exreceptor de ayuda en convertirse en miembro del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2010", un salto de gigante, para el Banco Mundial. 

Las palabras que el BM usa para referirse a Seúl como aliado para el bien de la economía mundial es "clave". "Su experiencia ofrece lecciones para los países en desarrollo en materia de desarrollo sostenible, provisión de infraestructura y mejores servicios para mejorar las vidas de la gente y cómo hacer la transición hacia una economía dinámica basada en el conocimiento", expone.

Sobre todo, Corea del Sur se ha consolidado como un líder en innovación tecnológica. Muchos de nosotros podemos llevar inventos coreanos en el bolsillo, bien sea como teléfonos o componentes, por ejemplo. Suyas son marcas de referencia en el mercado como Samsung y LG, parte de esa inversión en investigación y desarrollo que alcanza el 4,8% PIB. 

Como importante productor de chips de memoria, pantallas y otros componentes tecnológicos críticos, Corea del Sur desempeña un papel esencial en las cadenas de suministro globales de productos que van desde tabletas y ordenadores hasta centros de datos. Líderes de esta industria como SK Hynix y, de nuevo, Samsung, son fundamentales hoy para el mundo, por lo que cualquier alteración en su Gobierno hace temblar, y más si es la democracia lo que está en juego. La industria los necesita. 

"Corea del Sur es una superpotencia en el sector de los semiconductores, especialmente en el campo de los chips de memoria y de los chips para sensores de cámaras, y representa recientemente alrededor del 18% de la capacidad total de producción de semiconductores del mundo", afirma el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). "Representa -explica- el 60,5% del mercado mundial de semiconductores de memoria, con una cuota de mercado de DRAM (memoria dinámica de acceso aleatorio) del 70,5% y una cuota de mercado de NAND (memoria flash) del 52,6%. La reciente agitación en Corea del Sur no hace más que poner de relieve la fragilidad de esta red".

Yoon Suk-yeol, el presidente surcoreano, en la cumbre de la OTAN de Madrid, en junio de 2022.Celestino Arce / NurPhoto via Getty Images

Economía aparte, Corea del Sur también se ha ganado un nuevo espacio mundial en materia de Defensa, tan sensible en estos días en que suena la palabra "golpe". En el ranking de este año, se sitúa entre las cinco principales potencias militares mundiales, sólo superada por EEUU, Rusia, China e India.

El país destina un presupuesto considerable a su defensa: destinará 54.700 millones de dólares de presupuesto en cinco años, cuando los 45.200 actuales ya son una cifra potente, según los cálculos de la consultora internacional GlobalData.

Es evidente la razón que alegan sus gobernantes para esa subida: el conflicto con Corea del Norte toma cada día tintes más preocupantes. El mundo aún soporta un muro, el que separa a las dos Coreas, creado en 1953, tras tres años de dura contienda. Oficialmente no hay un tratado de paz que marque el fin de una guerra, sino un armisticio, tras enterrar a entre cuatro y seis millones de personas. Así que cada vez que el Norte anuncia armas nuevas, hace maniobras o lanzamientos de proyectiles, el Sur se arma mejor, con vistas a la disuasión, defiende Seúl.

De esta cantidad se prevé destinar a Defensa, la cantidad destinada a adquirir sistemas de defensa pasará de los 13.400 millones de dólares actualmente a los 16.500 en 2029. Entre ellos destacan los aviones de combate F-35, los sistemas de defensa antiaérea multicapa o nuevos buques de guerra dotados del sistema de combate Aegis. Esa es otra característica de las Fuerzas Armadas del país: cuenta con tecnología de última generación y una fuerza activa bien entrenada. 

También lo está también la población civil, acostumbrada a continuos simulacros y a un servicio militar que es obligatorio para todos los hombres entre 18 y 30 años y que dura entre 18 y 21 meses.

Cada vez es mayor también la cooperación con la OTAN. Su secretario general de la OTAN, Mark Rutte, al hilo de la crisis de Yoon, ha afirmado que la "férrea relación" entre la Alianza y el país no cambiará. "Por supuesto, no forman parte de la OTAN, pero son amigos muy importantes nuestros. Colaboramos muy estrechamente en la asociación, también con Japón, Australia y Nueva Zelanda, y eso significa que seguimos paso a paso y momento a momento lo que está ocurriendo", indicó.

El año pasado, OTAN y Seúl firmaron un nuevo marco de cooperación en 11 áreas, desde ciberdefensa o antiterrorismo a tecnologías emergentes. Van a crear un órgano consultivo para fortalecer las capacidades comunes para la lucha contra el terrorismo y a que Corea participe en ejercicios de antiterrorismo, así como en grupos de trabajo en este área. El hasta ahora presidente surcoreano quiere crear un centro internacional de ejercicios cibernéticos para 2027 espera una "estrecha cooperación" entre ese organismo y el Centro de Excelencia de Ciberdefensa Cooperativa de la OTAN.

La Alianza también ha calificado el despliegue de tropas de Corea del Norte en suelo de Rusia, para ayudar en su invasión de Ucrania, como una "escalada significativa". Seúl ha informado de que se siente libre de asistir con más medios y fondos a Kiev ahora que sabe que su enemigo "ha entrado en la guerra" con su apoyo a Moscú sobre el terreno. 

Fuertes en el poder blando

Esos son los pilares fuertes, los clásicos, pero Corea del Sur también ha alcanzado una elevada influencia en lo blando, lo que le permite poderoso de otra manera. Belleza, cine, música o turismo son algunas de sus armas alternativas, por las que la nación está hoy más presente que nunca en el resto del mundo. 

La belleza a la surcoreana, por ejemplo, está en la cima. El país es la meca de los procedimientos estéticos (técnicas y cirugía) y de la cosmética avanzada. Con más de un millón de operaciones estéticas realizadas cada año, atrae a pacientes de todo el mundo, generando más de 10.000 millones de dólares sólo en 2022, cuando aún coleaban los efectos del coronavirus. 

Marcas como Laneige, Innisfree y Sulwhasoo han llevado la K-beauty a las principales capitales de la moda, con exportaciones que superaron los 7.000 millones de dólares en ese mismo año, reflejando un crecimiento del 15% respecto al año anterior. Las grandes firmas se las rifan y no hay perfumería occidental que no tenga ya un rincón amplio dedicada a estos productos. "Envases que parecen animales adorables, ingredientes nunca vistos en Occidente, fórmulas revolucionarias… y una rutina facial no apta para vagas", como la define Elle.

Los fans se preparan para la llegada de Jin, miembro de la banda de K-pop BTS, tras pasar por el servicio militar en Seúl, el 13 de junio de 2024.Antonia Giordano / Anadolu via Getty Images

Hay más "k" en esta ecuación del éxito, como el K-pop y los K-dramas. Son, posiblemente, las exportaciones culturales más reconocidas del país ahora mismo. Bandas como BTS y BLACKPINK han dominado las listas de éxitos mucho más allá de sus fronteras; incluso cuando miembros de las bandas como Jungkook y Jimin han seguido en solitario, el éxito ha sido igualmente notable. Se calcula que este fenómeno factura más de 10.000 millones de dólares anuales entre la música en sí y sus productos añadidos, pero es que es incalculable el valor de su influencia: como escribía recientemente en El HuffPost nuestra compañera Marina Prats, "los fans del K-pop han llegado a liderar movimientos sociales".

Luego están los K-dramas, un cajón desastre que incluye desde telenovelas surcoreanas -Aterrizaje de Emergencia en tu corazón o La Reina de las Lágrimas, en Netflix, son las más conocidas- a series de tensión como El Juego del Calamar -misma plataforma-. Dobladas o con subtítulos, funcionan con altísimas audiencias en públicos muy diversos, con patrones culturales que poco tienen que ver con los del país asiático. 

Los de Kim Soo-hyun, Park Seo-joon, Cha Eun Woo, Hyun Bin y Son Ye-jin son ahora rostros relativamente familiares para el gran público. 

Queda la pata del turismo, otro flanco en el que Corea del Sur brilla. Las visitas anuales están entre los 15 y los 17 millones y generan ingresos por más de 21.000 millones de dólares. Es el vigésimo país más visitado del mundo. Además del turismo cultural y de entretenimiento, Corea del Sur ha visto un auge en el turismo médico, con más de 400,000 pacientes extranjeros que no sólo buscan tratamientos médicos de alta calidad, sino también una experiencia cultural completa. Se han disparado las visitas de extranjeros que no residen en el continente asiático, sino en el americano o en el europeo. 

En el caso de España, también es importante el turismo que llega desde allí a nuestro país. Según datos de Turespaña, en 2023 nos visitaron 434.372 turistas coreanos (un incremento interanual del 140,9 %), que gastaron en  1.273 millones de euros, con un gasto medio de 2.931 euros. Son datos difundidos en mayo pasado. "El mercado emisor de Corea supone un activo estratégico para España", concluye el organismo público.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciada en Periodismo y especialista en Comunicación Institucional y Defensa por la Universidad de Sevilla. Excorresponsal en Jerusalén y exasesora de Prensa en la Secretaría de Estado de Defensa. Autora de 'El viaje andaluz de Robert Capa'. XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla.