Preguntan a Trump en La Casa Blanca por los aranceles a España y confunde a nuestro país y la respuesta es peor de lo esperado
El nuevo presidente de EEUU critica que la aportación de Madrid a la OTAN sigue siendo "muy baja", en una respuesta muy confusa a preguntas de la prensa.

El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confundió este lunes a España como un miembro de los BRICS, una organización de la que no forma parte. Al ser preguntado en el Despacho Oval sobre la aportación de española en la OTAN -es el país que menos aporta en lo económico-, el republicano aseguró que España es un país que forma parte de los BRICS, cuyas siglas vienen de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
España en inglés es Spain, de manera que el republicano podría haberlo confundido, quizá, con la última letra de los BRICS. ¿Despiste? ¿Primera evidencia de las lagunas del republicano en Política Exterior?
Trump dijo exactamente: "España es una nación BRICS. ¿Sabes qué es una nación BRICS? Lo descubrirás. Si los países BRICS quieren hacer eso, está bien, pero impondremos al menos un arancel del 100 % a los negocios que hagan con Estados Unidos", le contestó Trump al reportero.
Cuando el periodista le corrigió y le aclaró que España no forma parte de ese grupo, Trump insistió en que impondrá aranceles a los BRICS y eludió su error.
Hubo otra pregunta para que aclarase por qué se había referido a un país de la Unión Europea (UE) como un BRICS, pero tampoco quedó claro si Trump no la había entendido. Dijo que los BRICS son un grupo de "seis o siete" países que están tratando de "jugársela a Estados Unidos". "Pero si lo hacen, no van a ser felices con eso", añadió.
Más allá del error, sí tiene claro que el gasto en Defensa de Madrid sigue siendo "bajo, muy bajo", claramente menos del 2% comprometido por los aliados de la OTAN en 2014 o del 3% o el 5% que le gustaría de todos sus aliados ahora, en estos tiempos de nuevas amenazas como la rusa, que ha pulverizado el horizonte inicial. Fue el propio Trump el que reclamó ese 2% a los aliados en su primer mandato.
En su discurso de anoche en el Capitolio, Trump no habló de aranceles concretos, ni ha firmado ningún decreto sobre el tema, pero ha insistido en que la nueva política comercial traerá ingresos millonarios de aportaciones de países extranjeros. Más tarde, desde la Casa Blanca, insistió también en que no ha descartado en absoluto su amenaza de hace unos meses a Canadá o México. Y ha enfatizado en que podrían imponer aranceles de hasta el 25% desde el 1 de febrero, pero sin darlo por hecho definitivamente.
Su amenaza es la de subir los aranceles a China un 60% de inmediato, lo que despertará una nueva guerra comercial, y una vez aplicados estos, seguir con la Unión Europea, con la que no quiere tratar como bloque. A su toma de posesión invitó a Italia y a Hungría, aunque sólo la primera ministra del primero, Georgia Meloni, pudo acudir.