Un británico que vive en España responde con contundencia a la crisis de la vivienda: "Un impuesto del 100% no la resolverá"
Las políticas de vivienda del Gobierno, bajo la lupa de los residentes extranjeros.

La propuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de complicar la compra de viviendas a los extranjeros que procedan de fuera de la Unión Europea ha encendido el debate en España y más allá. Los británicos que residen en territorio español, una parte significativa de los compradores extranjeros de vivienda en el país, han calificado esta propuesta como "una forma de buscar chivos expiatorios", según iNews.
Amanda, que desde 2022 comparte con su marido la propiedad de un apartamento en la capital de Málaga, no ha dudado en criticar el anuncio del Gobierno. "El problema de la vivienda en España no es culpa de los extranjeros que compran propiedades. Hay un mercado evidente para viviendas de lujo y por eso se siguen construyendo. El problema está en la falta de infraestructuras y vivienda accesible que el gobierno no soluciona", apunta con firmeza.
Sánchez justificó esta medida como una respuesta a la crisis de vivienda que afecta a las principales ciudades del país, donde los alquileres y precios de compra se han disparado vertiginosamente. Según el presidente español, en 2023 los no residentes compraron 27.000 propiedades "no para vivir, sino para ganar dinero" en España. Actualmente, los impuestos sobre la compraventa de viviendas oscilan entre el 6% y el 10%, dependiendo de si se trata de una vivienda nueva o de segunda mano.
Una medida que no convence
Para Amanda, esta medida extraordinaria no resolverá los problemas de acceso a vivienda que enfrentan los ciudadanos españoles. "En el Reino Unido, estamos acostumbrados a que los nuevos desarrollos urbanísticos incluyan un porcentaje de viviendas públicas. En España eso no existe y ahora intentan imponer un impuesto a los extranjeros, pero ¿qué harán con ese dinero? ¿Lo usarán realmente para construir casas a bajo precio o acabará en manos de los de siempre?", cuestiona.
Otros expatriados comparten su escepticismo. Alexandra Smith, residente en Mallorca desde hace 20 años y creadora del canal de YouTube Mallorca Under the Sun, también cree que el impuesto no aborda la raíz del problema. "No solo los no europeos compran propiedades. En mi vecindario, muchas casas pertenecen a europeos que solo vienen durante el verano, dejando las zonas casi desiertas el resto del año. Mientras tanto, los alquileres para los locales se han disparado", explica.
Alexandra detalla que un piso de dos habitaciones en su zona ha pasado de costar 750 euros al mes a un rango de entre 1.200 y 1.800 euros. "Esas propiedades vuelan del mercado en cuanto se anuncian", añade.
Tanto Amanda como Alexandra coinciden en que gravar solo a los compradores de fuera de la UE no solucionará el problema en España. "Si quieren hacer algo efectivo, estas medidas deberían aplicarse a todos los no residentes, no solo a los de fuera de Europa", subraya Alexandra. Para ambas, el problema radica en la falta de políticas públicas que incentiven la construcción de viviendas asequibles y regulen los alquileres.
Mientras las autoridades intentan frenar los efectos de la crisis inmobiliaria con medidas drásticas, el debate sigue creciendo, alimentado por voces que cuestionan si este tipo de propuestas ayudarán realmente a resolver la situación. "Un impuesto del 100% no la va a resolver", señalan las ciudadanas británicas que residen en España.