La injusticia elevada a Ley
¿Cuántas personas más tienen que sufrir, llorar e incluso morir para que se paralicen todos los deshaucios? ¿Será necesaria una huelga de hambre? Lo que está en juego es la dignidad de la gente. Dignidad representada por sus viviendas, por sus vidas. ¡Menos mal que la Constitución española garantiza una vivienda digna para todos!
La sentencia del TUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea) ha sido muy clara: la Ley Hipotecaria española es injusta, permite el abuso por parte de los bancos y desprotege a las personas.
Esta Ley, con sus sucesiva modificaciones, ha sido aprobada y aplicada por los Gobiernos del PP y del PSOE, del PSOE y del PP. Es decir, tanto unos como otros han permitido, y son cómplices de una ley que da a los bancos todas las prerrogativas, que deja a los ciudadanos sin posibilidad de defender sus derechos y que impide que los jueces puedan impartir justicia.
La sentencia del TUE es muy clara: la Ley Hipotecaria española permite abusos, como son unos altos intereses de demora y unas altas indemnizaciones por impago, y a su vez imposibilita que los jueces puedan paralizar las ejecuciones de deshaucio. En resumen, una ley hecha para los bancos y contra las personas.
Tanto los Gobiernos del PP como los del PSOE han incumplido su obligación, la obligación de todo gobernante: proteger a las personas, y sobre todo a las más necesitadas. Tanto el PP como el PSOE son responsables de tanto dolor y sufrimiento como el que se ha infringido a tantas y tantas familias durante los últimos años. Y no han hecho nada porque no han querido. Porque obedecen a sus amos. Porque son parte interesada de esta gran estafa.
Han tenido que ser las personas quienes se han organizado y defendido. Quienes han tenido que presentar una ILP con el apoyo de casi 1,5 millones de firmas. ILP admitida a trámite, todos sabemos de qué manera. ILP que una vez admitida a trámite, y más aún después de la sentencia del TUE debe significar la inmediata paralización de todos los desahucios, repito, de todos los desahucios. Esto es lo que el 90% de los ciudadanos exigen. Cumplir con este mandato ciudadano supone aceptar la democracia, negarlo significa seguir con este autoritarismo democrático que practican tanto el PP como el PSOE.
Desde el año 2007 y hasta el 2012 hay un total de casi 200.000 procesos de deshaucio en curso. Y mientras tanto seguimos rescatando a la banca, seguimos pagando su deuda, y ellos siguen tirando a las familias de sus casas.
¿Cuántas personas más tienen que sufrir, llorar e incluso morir para que se paralicen todos los deshaucios? ¿Será necesaria una huelga de hambre? Lo que está en juego es la dignidad de la gente. Dignidad representada por sus viviendas, por sus vidas. ¡Menos mal que la Constitución española garantiza una vivienda digna para todos!
Tenemos que seguir movilizándonos al lado de los ciudadanos, al lado de las personas, al lado de la democracia real. Y tenemos que seguir bien lejos de los partidos del sistema. Esos que han permitido todas estas injusticias, esos que han consagrado el pago de su deuda por delante de las necesidades de la gente. Caulquier aproximación o alianza con ellos supone una traición a la sociedad.