26 millonarios poseen la riqueza de 3.800 millones de pobres

26 millonarios poseen la riqueza de 3.800 millones de pobres

El informe de Oxfam previo al Foro de Davos desvela un mundo de desigualdad, una "enorme brecha consecuencia de un sistema económico fallido y sexista"

Una mujer prepara la comida en un campo de desplazados de Hajjah (Yemen). ESSA AHMED/AFP via Getty Images

La ONG Oxfam ha publicado un informe que desvela que la riqueza mundial acumulada por las 26 personas más ricas del mundo equivale al presupuesto de, al menos, 3.800 millones de pobres. El 13% de la clase trabajadora del mundo, vive por debajo de los índices de pobreza, indica el documento, hecho público con motivo de la celebración, esta semana, del Foro de Davos (Suiza). 

“El abismo que aumenta entre ricos y pobres penaliza la lucha contra la pobreza, perjudica la economía y alimenta la rabia en el mundo”, manifestó la directora ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanyima.

Asimismo, la investigación puntualiza que la cifra de multimillonarios se ha duplicado en la última década, llegando a ser 2.208 personas, lo que ha desatado un desbalance abominable en la distribución de la riqueza en el mundo.

“La forma en que están organizadas nuestras economías significa que la riqueza se concentra cada vez más -y de forma injusta- en unos pocos privilegiados, mientras que millones de personas apenas alcanzan a sobrevivir”, denunció el director de campañas de Oxfam, Matthew Spencer.

Oxfam manifiesta que los Gobiernos deben ser garantes de que las empresas y grandes corporaciones del mundo paguen los respectivos impuestos y paliar así la desigualdad a la que son sometidos los pueblos más vulnerables del planeta.

“Hay suficiente riqueza en el mundo para brindar a todos una oportunidad justa en la vida”, delinea el informe de la ONG.

Las mujeres, precarizadas

El trabajo de curas no remunerado es el “motor oculto” que mantiene en funcionamiento economías, empresas y sociedades, añade la denuncia de Oxfam Intermón en su informe Tiempo para la cura, publicado también este lunes al hilo de Davos.

Las mujeres y chicas dedican 12.500 millones de horas diarias a este tipo de trabajo, que engloba actividades como el cuidado de niños y niñas, personas mayores, enfermos o discapacitados, además de tareas domésticas como cocinar, lavar o ir a buscar agua o leña.

Este tiempo supone una contribución a la economía mundial de al menos 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología, es decir, del gasto total en tecnología que realizan en todo el mundo personas, empresas y gobiernos.

Oxfam Intermón muestra cómo el modelo económico sexista está alimentando la crisis de desigualdad, permitiendo a una élite millonaria acumular vastas fortunas a costa del resto de la ciudadanía, especialmente de las mujeres y niñas en mayor situación de pobreza. Como muestra, un dato demoledor: los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres de África.

“El trabajo de curas recae principalmente sobre las mujeres que, a menudo, a duras penas tienen tiempo para recibir una educación, conseguir un trabajo con un salario digno o participar en la toma de decisiones dentro de la sociedad. Eso las atrapa en la parte más baja de la pirámide económica”, según explica Lara Contreras, responsable de incidencia política e investigaciones de Oxfam Intermón.

Ellas se ocupan de más de las tres cuartas partes del trabajo de curas no remunerado. A menudo se ven forzadas a reducir la jornada laboral o renunciar a su empleo remunerado para poder hacerse cargo de las curas. En todo el mundo, el 42% de las mujeres no puede acceder a un trabajo remunerado porque son las responsables del trabajo de curas, en comparación con tan sólo el 6% de los hombres.

Las mujeres también constituyen dos terceras partes de la mano de obra que se ocupa del trabajo de curas remunerado. Puestos de trabajo como el de enfermera, trabajadora del hogar o cuidadora a a menudo están mal remunerados, no tienen derechos laborales, comportan un horario irregular y pueden suponer un importante desgaste físico y emocional. Sólo el 10% de las trabajadoras del hogar están protegidas por la legislación laboral igual que el resto de trabajadoras.