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5 respuestas para 5 preguntas que te estás haciendo sobre el 'impeachment' a Trump

SPOILER: No, Trump no va a 'caer' (al menos todavía)

El presidente de EEUU, Donald Trump, en la ONU.REUTERS

“Anuncio hoy que la Cámara de Representantes inicia de manera oficial el proceso de juicio político, porque las acciones de Trump han sido una traición a su juramento del cargo, a la seguridad nacional y a la integridad de las elecciones”. ¡¡¡Booooom!!! Las palabras de la demócrata Nancy Pelosi la noche del martes aún resuenan en la mente de todos aquellos que llevan soñando desde el 8 de noviembre de 2016, día de la victoria de Donald Trump, con que se juzgue al líder estadounidense. También resuenan como la pesadilla que parece ir a tornarse en realidad para el presidente estadounidense y sus afines. Pero que ni unos canten victoria ni los otros menosprecien el paso dado por Pelosi... Se inicia un proceso largo, complejo, en el que, en definitiva, se juzga la cuestionable actitud del líder de la primera potencia mundial.

¿Pero qué es lo que ha pasado?

La sombra del ‘impeachment’ acompaña a Trump desde el preciso momento en el que asume el cargo. Nadie daba crédito al hecho de que una persona acusada de xenófoba, de homófoba, de menospreciar a las mujeres fuera a sustituir en la Casa Blanca a Barack Obama. Tras la revelación de negocios turbios, informe Mueller, el rusiagate y un muy largo etcétera, finalmente el ya llamado ‘Ucraniagate’ ha sido la gota que ha colmado el vaso. A comienzos de semana se supo que el presidente de EEUU habría coaccionado al gobierno de Ucrania para que investigase al exvicepresidente y candidato demócrata Joe Biden y a su hijo. Según publicó The Washington Post, Trump habría bloqueado cerca de 400 millones de dólares en ayuda militar para Ucrania con tal de coaccionar a su Gobierno para que abriese esa investigación, unos fondos que finalmente se transfirieron el pasado 11 de septiembre.

Dicho de otra manera: el presidente utilizó su influencia para presionar a un Gobierno extranjero para sacar trapos sucios de su rival político, y quiso utilizar el dinero del contribuyente para lograrlo. Y ahí está la clave que ha hecho que a Trump se le acuse de violar la ley, fallar a su juramento a la Constitución y de intentar entorpecer la investigación sobre la llamada.

¿Esto significa que Trump va a ser destituido?

No. De hecho, Trump no está todavía sometido a un impeachment: Nancy Pelosi, que preside la Cámara de Representantes, ha presentado la propuesta inicial, lo que se denomina “impeachment inquiry”, para que se evalúe si se debe aprobar la resolución con los cargos detallados y se abre así el juicio político.

En estos momentos, el Partido Demócrata cuenta con 235 de los 435 escaños de la cámara baja, por 197 de los republicanos, además de dos vacantes y un independiente, por lo que la propuesta de Pelosi tendría visos de salir adelante, sin necesidad de respaldo de ningún republicano. Además, según la CNN, hasta 165 demócratas de la Cámara de Representantes apoyan la iniciativa, lo que representa una base amplia sobre la que construir una mayoría. Con todo, aunque se abriera el juicio político -lo que ya representaría un considerable revés político para Trump, a poco más de un año de jugarse la reelección-, es improbable que el Senado apruebe su destitución, dada la mayoría republicana que domina la cámara alta del Congreso: el Partido Republicano tiene 53 senadores, por 45 de los demócratas, más dos independientes que habitualmente se alinean con los demócratas.

¿Sirve de algo este proceso?

Aunque Trump lo menosprecie asegurando que el paso dado por los demócratas no es más que una “caza de brujas”, lo cierto es que, si sale adelante, el ‘impeachment’ puede dejarle tocado y hundido. Y él lo sabe.

Según refleja la Constitución estadounidense, el presidente, el vicepresidente y todos los funcionarios civiles de país “serán destituidos de su cargo por acusación y condena por traición, soborno u otros crímenes y delitos menores”. Pero dada la amplitud de la definición, el Congreso puede iniciar el proceso de destitución debido a una actividad criminal, a abusos de poder o a cualquier otra presunta infracción.

Pelosi, conocedora como pocas de los entresijos de la política estadounidense puesto que se mueve en ella desde hace tres décadas, siempre consideró un error estratégico empezar el proceso por estar abocado al fracaso y por su potencial de ahuyentar a los votantes moderados. Pero esta vez sabe que ha dado con la ‘tecla’: Trump quiso usar dinero del contribuyente para sacar trapos sucios de su rival. Y eso es una línea roja que, a ojos del votante, jamás debería cruzarse. Por eso la demócrata, junto a la rabia de su partido que lleva dos años pidiendo el ‘impeachment’, ha dado un paso que sabe que incluso puede tener buenos réditos electorales para los suyos.

¿Esto se ha hecho alguna vez en EEUU??

Sí. Tres han sido los presidentes que han afrontado un juicio político y dos fueron absueltos: Andrew Johnson, en 1868; y Bill Clinton, entre 1998 y 1999; y Richard Nixon, quien renunció en 1974 al comenzar el proceso tras el escándalo del “Watergate”. El único presidente de que dejó el cargo antes de terminar su segundo mandato fue el republicano Richard Nixon (1969-1974).

¿Y qué dice Trump?

Pues lo de siempre. Para empezar, fanfarronear: dice que es una “caza de brujas” y que no tiene ningún problema en que se conozca el contenido íntegro de la conversación.

De ahí que la Casa Blanca tenga previsto entregar al Congreso de Estados Unidos una copia de la queja interna sobre la llamada del presidente a su homólogo ucraniano, Vladímir Zelensky, que ha provocado el inicio de un proceso de “impeachment”.

Si bien es cierto que el Gobierno de Washington se había negado hasta ahora a dar este paso, tanto The New York Times como Politico informan de que, tras el inicio formal del proceso de juicio político, la Casa Blanca habría cambiado su estrategia.

De acuerdo a los planes descritos por fuentes conocedoras de la cuestión, se hará entrega de la copia de la queja a finales de semana, junto al informe que elaboró el receptor de la filtración: el inspector general de la Comunidad de Inteligencia, Michael Atkinson. El rotativo neoyorquino, además, indicó que el Gobierno sopesa permitir que el filtrador, cuya identidad no se ha revelado, pueda reunirse con los investigadores del Congreso.

Está previsto también que este miércoles la Casa Blanca divulgue la transcripción de la conversación telefónica que mantuvieron Trump y Zelensky el pasado 25 de julio, origen de todo este terremoto político.

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Laura Riestra es subdirectora en 'El HuffPost'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III, ha trabajado en RTVE.es y en el diario 'ABC'. Puedes contactar con ella en laura.riestra@huffpost.es