9 trucos para intuir cuánto le mide sin bajarle los pantalones y otras curiosidades sobre el pene

9 trucos para intuir cuánto le mide sin bajarle los pantalones y otras curiosidades sobre el pene

Este artículo te descubrirá que, en más ocasiones de las que imaginas, las apariencias engañan. Más allá de la exhibición o la realidad está la suposición y más allá del tamaño está nuestra capacidad para seducir. Para ayudarte en esta empresa, te sugiero este plato: Tomates de Afrodita.

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Si eres de los que creen que el tamaño de tu pene da más pena que gloria, este artículo te descubrirá que, en más ocasiones de las que imaginas, las apariencias engañan. Y si te entretiene especular con lo que habrá debajo de unos pantalones, pero no te atreves a preguntarlo, te dará algunas pistas para intuirlo sin ponerte en evidencia, fantasear con el descubrimiento y poder actuar en consecuencia. A fin de cuentas, la imaginación es un arma poderosa que nos arrastra a lugares infinitos e insospechados, muy frecuentemente menos decepcionantes que aquellos que la realidad nos propone...o no.

Lo cierto es que, con la que está cayendo, con una economía que nos asfixia, con la política convertida en un verdadero problema, ¿qué sería de la vida sin estos conocimientos aparentemente intrascendentes y siempre sugestivos? Desde luego, una existencia mucho más insípida y aburrida porque ¿hay algo más interesante que lo superfluo?

Así, si creías que la playa nudista era coto exclusivo de aquellos que atesoran un misil entre las piernas, que sepas que ese cohete puede ser un balín comparado contigo a la hora de excitarse. Los estudios demuestran que un pene flácido que mide menos de 7'5 cm aumenta su tamaño aproximadamente un 260% en estado de erección, mientras que uno mayor lo hace de promedio tan sólo un 165%. Esto lo saben muy bien los fabricantes de condones, quienes periódicamente elaboran sus estudios y fabrican sus productos con arreglo a ellos. Por tanto, ríete a partir de ahora si en algún momento te has sentido cohibido en el gimnasio ante ese amigo que con una seguridad insultante se pasea desnudo hacia la ducha, es probable que en el fragor de la batalla manejéis sables parecidos.

Pero si las diferencias con tu amigo tal vez no sean tan acusadas como imaginabas, la etnografía hace ciertos algunos tópicos y demuestra que el tamaño del pene erecto varía sustancialmente de una raza a otra. Sí, como pensabas, los negros la tienen más grande y musculosa y sus testículos son los más aparentes. De media, se puede asegurar que el tamaño del pene en erección de las distintas razas difiere aproximadamente en los siguientes términos:

  • Orientales: entre 10 y 14 cm de largo y 3 cm de grosor.
  • Caucásicos (es decir, los de aquí): entre 14 y 15'2 cm y 3'8 de grosor.
  • Negros: entre 16 y 20 cm de largo y 5 cm de grosor.

Y lo más curioso: el tamaño medio de la vagina de la mujer diverge de una raza a otra adaptándose a las medidas tipo de los hombres de su entorno. De este modo, la vagina de las orientales es más pequeña que la de las caucásicas y la de las negras más grande que las anteriores, variando en la misma proporción el tamaño de su clítoris (que no el resultado de su estimulación). Otro curioso ejemplo de adaptación y selección natural que seguramente el tiempo y un mundo globalizado irá modificando... con permiso de los Creacionistas y la complacencia con que algunos líderes políticos les alientan.

Así que, visto lo visto, sabiendo que para los sexólogos todo pene mayor de 6 cm en erección es apto para la liza sexual, sin temor a ser conformistas (o sí), estamos en disposición de rebatirle a cualquiera, que sin pudor alguno nos exhiba las excelencias de su pene como un arma de destrucción masiva, que habrá que verle en la situación adecuada para determinar si su exceso de confianza lo confirma la realidad o la refuta.

Pero más allá de la exhibición o la realidad está la suposición; y, sobre todo, la especulación. Especular con lo que se esconde bajo el pantalón es algo que, siquiera inconscientemente, muchos hombres y mujeres han hecho alguna vez. Existe multitud de trucos, más o menos acertados, para determinar lo que puede medir el pene sin necesidad de bajarle los pantalones. Estos son algunos de ellos:

  1. Abrir la mano izquierda y medir la distancia entre el extremo del pulgar y del meñique (vamos, para entusiastas empedernidos).
  2. La medida del pulgar 3 veces (para fantasiosos sin solución).
  3. Con la mano extendida flexionar el dedo índice hasta tocar la palma de la mano manteniendo extendidos el resto. La distancia existente entre el punto al que has llegado y el extremo de dicho dedo, es la longitud del pene (bueno...).
  4. A manos grandes, pene grande.
  5. A pies grandes, pene grande.
  6. A nariz más grande, pene más grande.
  7. Hombre pequeño y delgado, pene más grande (se representa como una pistola a través de un gesto realizado con los dedos índice y pulgar formando ángulo recto, donde el índice es el lado paralelo al suelo e indica el pene y el pulgar es el hombrecillo. Al contrario, si el hombre es alto y de pene escueto).
  8. Dependiendo de cómo se siente el hombre podemos deducir la longitud de su pene también: si se sienta con los pies juntos y las rodillas separadas, se mide la distancia entre las mismas, se divide entre dos y el resultado es el tamaño del pene. Si por el contrario, lo hace con los pies separados y las rodillas caídas hacia los lados, la distancia entre ambas se divide entre 3 y el resultado es el mismo.
  9. Sin embargo, de todos los métodos que podemos encontrar, sólo uno viene avalado por el trabajo de un grupo de científicos coreanos que determinó que existe una relación directa entre el tamaño de los dedos índice y anular de la mano derecha y del pene, una relación manifestada en el mismo útero en el periodo de desarrollo del feto. Parece ser que la mano derecha podría estar más influenciada que la izquierda por la testosterona en el periodo de gestación, y los resultados fueron sorprendentes: la longitud de estos dedos indicaría lo grande que es el pene en estado de flacidez, mientras que la ratio de ambos nos daría una idea muy aproximada de su tamaño en erección. La ratio se obtiene dividiendo la longitud del dedo índice entre la del dedo anular, de forma que, cuanto menor es la ratio, más largo es el pene. Así que, ya sabes, a observar, porque a través de sus manos podrás saber muchas cosas interesantes acerca de él: cuanto más corto sea su dedo índice respecto del anular, más largo tendrá el pene en erección. Todo un hallazgo para tímidos y curiosas sin solución.

Pero, a pesar de todo ¿de qué nos sirve tener un pene largo o intuir lo que nos espera si no somos capaces de trazar el camino que posibilite sacarlo? Más allá del tamaño está nuestra capacidad para seducir, para cautivar a través de la mirada, de la voz, del gusto. Déjame que te susurre lo que esta noche te haré para cenar... Déjame que te susurre lo que mañana desayunarás... porque una vez metidos en harina el tamaño importa, pero tal vez no tanto.

Y para ayudarte en esta empresa, te sugiero este plato: Tomates de Afrodita, una receta que va mucha más allá del tamaño, una receta para enamorar. Con la tersura y el color sugerente del tomate y la carne sensual y femenina del mejillón. Un bocado para degustar caliente por dentro y fresco por fuera, para coger con las manos, llevarlo a su boca y perderse definitivamente en ella.

Que os aproveche.

NECESITARÁS (para 4 personas)

  • 4 tomates maduros pero tersos.
  • 16 mejillones.
  • 2 diente de ajo.
  • 1 cebolleta.
  • 1 pimiento verde.
  • 2 pimientos del piquillo.
  • 1 bolsita de tinta.
  • 1 cucharadita de harina.
  • 150cl de leche.
  • 20gr de mantequilla.
  • 1 guindilla.
  • Aceite de oliva virgen extra para freír.
  • Sal, pimienta y pimentón.
  • Pan rallado.

ELABORACIÓN

  1. Limpia bien los mejillones, cuécelos con un diente de ajo, y una cucharadita de pimentón. Cuando estén sácalos de la concha y reserva.
  2. Escalda ligeramente los tomates, pélalos con cuidado de no quitarles el tallo. Córtalos a 1 cm del mismo más o menos para que haga posteriormente de tapa y vacía la otra parte dejando las paredes lo suficientemente gruesas para que no se rompan al rellenarlos. Salpimentar por dentro y reservar.
  3. Cortar el ajo, los pimientos y la cebolleta finamente y sofreír junto a la guindilla, que retiraremos al final. A mitad de cocción, añadir la carne del tomate sin el agua que han soltado. Cuando casi esté bien frito, añadir los mejillones cortados en trocitos. Salpimentar y reservar.
  4. Elaborar una bechamel con la harina, la mantequilla, una cucharada de aceite y la leche. Cuando vaya espesando añadirle la bolsita de tinta de calamar para obtener una bechamel negra. Salpimentar.
  5. Juntar la bechamel con el sofrito y rellenar los tomates, espolvorear de pan rallado e introducir al horno hasta que adquiera un bonito color dorado.
  6. Emplatado: servir en cada plato un tomate con la tapa puesta, pintar con un pincel con aceite y espolvorear unas escamas de sal.
  7. Umm, sencillo, aparente, buenísimo y espectacular.

NOTA

Puedes poner en lugar de pan rallado un poquito de queso rallado y dorarlo al horno, aunque con pan el sabor es más sutil.

MÚSICA PARA ACOMPAÑAR

Para la elaboración: Vendedor de Bananas, Os Incríveis.

Para la degustación: Wear Suits, Yellow Ostrich.

VINO RECOMENDADO

Tarima Blanco 2013. DO Alicante

DÓNDE COMER

En la escollera, en el lugar más alejado, donde ni los pescadores ni los curiosos se atreven a llegar, sobre una roca plana, confortable y cómoda y a la hora del ocaso, cuando los matices rojizos y anaranjados potencian la pasión en su rostro. Que el sonido de las olas rompiendo lentamente en las rocas os traiga el recuerdo de un mundo que existe más allá de vosotros. Que tus manos sean el cubierto y tu boca su copa y alarga la velada tanto como puedas a pequeños bocados.

QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS

Si ya la cena ha sido todo un ejercicio de sexo tántrico, sobran las palabras con lo que ha de venir.