A mi madre

A mi madre

El 024 no será la panacea, pero el gesto es muy importante porque da otro paso más para escuchar a la gente que tiene una enfermedad mental y no sabe qué más hacer.

Imagen de archivo de dos manos entrelazadas en un gesto de ayuda.fzant via Getty Images/iStockphoto

Una cría de pájaro se ha caído al suelo desde una buganvilla en el patio de casa donde había un nido. Allí estaba junto a otras crías con la boca bien abierta pidiendo comida y un golpe de viento la ha tirado al suelo del patio. La madre llegaba al nido para alimentarla y se adaptara al medio lo antes posible. Así podría valerse por sí sola en la vida adulta.

Al caer al patio, su sueño de conocer mundo se ha truncado y he tenido que recogerla con una servilleta de papel roja que usamos para las ocasiones especiales (así estamos) porque a mi pareja le daba repelús.

Al recogerla, mi madre se me ha aparecido de repente. Hace tres años que decidió decir adiós al mismo mundo que el de esta cría de ave, pero en su caso se fue por voluntad propia.

Dicen que el duelo de una persona suele durar de dos a tres años, a veces toda una vida. Superado en gran parte y recordándola como es natural, si me la encontrara hoy le diría que, a pesar de que en 2021 se alcanzó la tasa más alta de suicidios (3.941 personas), hemos dado un paso importante. Le contaría que los medios hablan cada vez con más naturalidad de las enfermedades mentales y del suicidio. Les ha costado muchos años liberarse de los prejuicios ante una parte de la sociedad que lo veía como un pecado (todavía queda algo de esa gente apolillada), pero hemos dado un paso importante en gran parte porque el número de pacientes afectados por estas enfermedades mentales han crecido durante la pandemia de forma sustancial.

Además de los artículos al respecto que se pueden leer en los periódicos, y de las noticias que sobre este tema vemos en un telediario con más asiduidad que hace tan sólo un par de años, el gobierno ha implantado un sistema para que puedan comunicarse con alguien que no conocen, antes de decidirse o no por un intento de suicidio: sólo hay que marcar el 024.

Es cierto que no será la panacea, pero el gesto es muy importante porque da otro paso más para escuchar a la gente que tiene una enfermedad mental y no sabe qué más hacer para encontrar una salida. Hay mucho por hacer en la sanidad pública en esta materia, destinar muchos más medios para prevenir y ayudar a estas personas, muchas de ellas sin recursos económicos para pagar la consulta de un psicólogo o psiquiatra privado, como suele ser lo habitual.

La próxima vez, cuando recoja otra cría del suelo espero que me venga otra imagen a la cabeza y se haya dado otro paso al frente, como mínimo, para avanzar en la prevención del suicidio. Así se evitarán muchas muertes y disgustos en miles de hogares de España en los que hay personas a las que la vida se les hace cuesta arriba y necesitan ayuda urgente.

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Jorge Todolí (Madrid, 1978) es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Fotografía en la Escuela EFTI y MBA en Empresas e Instituciones Culturales de Santillana Formación. Siempre le ha gustado reírse más que hacer reír, aunque tiene sus momentos de gloria, sobre todo cuando se toma unos botellines con los amigos. Ha trabajado en Europa Press, además de publicar en el suplemento dominical Magazine ( El Mundo) y formar parte en sus inicios del equipo de Teinteresa.es como redactor y responsable de las redes sociales del periódico. Actualmente es coeditor de Parecedelmundotoday.com y piensa sobre la vida y el humor.