¿A quién benefician (realmente) los planes de renovación de vehículos?

¿A quién benefician (realmente) los planes de renovación de vehículos?

¿Qué efectos tuvo el Plan 2000E sobre los precios?

fantastic flight over parked new cars at the car building enterprise at sunset, smooth rows of carsElena Perova via Getty Images

Por Juan Luis Jiménez González, profesor del Departamento de Análisis Económico Aplicado, Universidad De Las Palmas de Gran Canaria; Carmen García Galindo, profesora a tiempo parcial, Universidad De Las Palmas de Gran Canaria; y Jordi Perdiguero García, profesor de Economía Aplicada, Universitat Autònoma de Barcelona:

La crisis económica derivada de la expansión del coronavirus está produciendo una reducción en los ingresos, a la vez que un marcado aumento en el gasto público español.

Los diferentes confinamientos a los que se ha visto sometida una buena parte del planeta han supuesto que la demanda y la oferta permanezcan inactivas y que, además, no se encuentren entre sí.

Ante este repliegue del mercado, el sector automotriz en España ha reclamado ayudas al Gobierno, para recuperar la demanda de vehículos.

A esta petición se han unido empresas del sector petrolero, que también piden subvenciones a la compra de coches, para la renovación del parque automotor y la reactivación económica.

Algunos medios apuntan a que el Gobierno habría accedido a estas peticiones, y estaría planeando movilizar 800 millones de euros para este fin.

Pero, ¿es una buena idea gastar dinero público para reemplazar vehículos antiguos? ¿Quién gana realmente con estas medidas? ¿Qué ha pasado en otras ocasiones?

En 2009, al inicio de la Gran Recesión, el Gobierno incentivó la adquisición de nuevos vehículos con el fin de aumentar las ventas y sustituir los coches antiguos por otros menos contaminantes.

Mediante ese plan, al que se llamó Plan 2000E, el sector público aportaba 1 000 euros, mientras que las empresas rebajaban el precio de los coches en 1 000€.

Así, se otorgaba una reducción de 2 000 euros en coches de menos de 30 000€, que cumpliesen ciertas características técnicas (como no superar un determinado número de emisiones).

Posteriormente, la Comisión Nacional de la Competencia (ahora CNMC) publicó un informe en el que planteaba sus dudas sobre la idoneidad del Plan 2000E. Entre otros detalles, los precios de los coches subvencionados habían subido tras la aplicación del subsidio.

A partir de este informe de la CNC, en 2016 publicamos una investigación (aquí una versión previa), en la que cuantificamos el efecto del Plan 2000E en los precios de los coches (precios a salida de fábrica).

En dicho trabajo analizamos la evolución de los precios de los vehículos vendidos en España entre 2007 y 2010, tomando en cuenta además otros factores (unidades vendidas por marca, evolución del PIB, estacionalidad, etc.) que influyen en estos.

Se hizo una comparativa tanto con los precios de vehículos no subvencionados del mercado español, como con los precios en mercados sin subvenciones (en aquel entonces, Eslovenia) de los modelos incluidos en el Plan 2000E.

Los resultados fueron concluyentes: los precios de los vehículos aumentaron en torno a los 670 y 1 000€ tras el anuncio del plan. O, dicho de otra forma, los productores subieron los precios (casi) en la misma cuantía en la que posteriormente debían bajar.

En el estudio también se estimaron los efectos del plan sobre la demanda de vehículos. La conclusión fue que no tuvo un efecto significativo sobre la cantidad demandada.

Aunque la venta de coches aumentó ligeramente al inicio del Plan 2000E, pasados varios meses el crecimiento de la demanda pasó a ser negativo, anulando el efecto inicial. O sea, no se vendieron más coches gracias al plan.

En otros mercados también se han obtenido resultados similares al analizar los resultados de las subvenciones a la compra. En el mejor de los casos, este tipo de planes solo retrasan las compras de quienes desean cambiar de coche, o adelantan las de aquellos que la harán en el futuro, pero no parecen generar nuevas ventas.

De hecho, Fesvial and GfK Emer Ad Hoc Research (2009) realizaron una encuesta a 1 061 individuos, a los cuales preguntaron si el Plan 2000E les animaba a comprar un coche durante el año 2009. Solo el 5% respondió que el nuevo plan les motivaba “mucho” a comprar un coche durante 2009, mientras que un 15% respondió “algo”.

Teniendo en cuenta que las empresas aumentaron los precios, con lo que su aporte al programa de ayudas quedó anulado, y que no creció la demanda, ¿hay argumentos para dudar de la bondad de estas políticas?

Pese a la evidencia, y hasta donde estos autores conocen, no se ha hecho una evaluación pública del efecto de estas políticas de ayudas a la compra, aunque se han invertido más de mil millones de euros en los planes lanzados en la última década (Plan VIVE, Plan 2000E, Plan PIVE-1, Plan PIVE-2, Plan PIVE-3… y muchos más).

¡Han salido de las arcas públicas 1 000 000 000 de euros sin evaluación alguna! ¿La política perfecta? Pues no, no lo parece.

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