Qué países avanzan y cuáles retroceden en el derecho al aborto

Qué países avanzan y cuáles retroceden en el derecho al aborto

Mientras que Argentina estudia un proyecto de ley para legalizar el aborto, Estados Unidos sigue dando pasos atrás. ¿Cómo están las leyes del aborto en el mundo?

Manifestación en Argentina por el derecho al aborto.GETTY EDITORIAL

Es el gran debate por el que, desde hace meses, millones de argentinos salen a las calles: ¿hay que legalizar o no el aborto? Con un pañuelo verde, los partidarios del sí. Con un tono azul cielo, los antiabortistas. La sociedad argentina, retratada en dos campos opuestos.

El 28 de mayo, la Cámara de Diputados relanzó el procedimiento y ahora examina un proyecto para evaluar la ley tras un primer intento de legalizar el aborto el año pasado, que fue rechazado por el Senado.

En este país católico y conservador, el aborto es legal sólo en caso de violación o de peligro para la madre. Si no, está castigado con hasta 4 años de cárcel para la mujer y para el médico que lo practica. Incluso en casos autorizados, a las mujeres les cuesta hacerse escuchar.

En marzo, la historia de Lucía, de 11 años, indignó a Argentina. Al quedarse embarazada tras una violación, pidió ocho veces que le practicaran un aborto, y fue en vano, explica Libération. Los médicos prefirieron que diera a luz por cesárea a los cinco meses de embarazo para intentar salvar al feto.

En Argentina, se practican 450.000 abortos clandestinos cada año. Una mujer muere cada día, según Libération. No son ni cifras excepcionales ni un país especialmente retrógrado. Dos tercios de los Estados todavía no autorizan o restringen con mucha dureza el derecho al aborto. A nivel mundial, uno de cada dos abortos sigue siendo clandestino, alerta la OMS.

Sólo 49 países autorizan la interrupción voluntaria del embarazo sin restricciones:

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Pero las cosas cambian. Desde el año 2000, 21 países han legalizado o facilitado el aborto, según Le Monde... Aunque esto se produce de forma lenta, y con la amenaza constante de una vuelta atrás. Desde Estados Unidos hasta Polonia, pasando por Brasil o España, el derecho al aborto sigue siendo un blanco prioritario para los movimientos conservadores que van tomando el poder en todo el mundo.

Irlanda. Un “sí” masivo. Ese fue el resultado del referéndum organizado en mayo de 2018 a favor de la legalización del aborto. Desde entonces, quedó derogada la 8ª enmienda de la Constitución irlandesa, que se introdujo en 1983 para prohibir el aborto, igualando el derecho a la vida del “niño que iba a nacer al de la madre”. El aborto ya es legal y gratuito; una evolución enorme en el seno de una sociedad regida por una tradición católica ultraconservadora que, hasta hace un año, condenaba el aborto con 14 años de prisión.

Aun así, la interrupción voluntaria del embarazo sigue siendo una carrera de obstáculos para las irlandesas. Según Le Monde, de los 4000 médicos del país, sólo 253 se han declarado voluntarios para practicar abortos.

Uruguay. Al adoptar en 2012 una ley que despenalizaba el aborto, Uruguay se convirtió en el tercer país de América Latina que autorizaba la interrupción voluntaria del embarazo, después de Cuba en 1965 y Guyana en 1995. Los países latinos que prohíben el aborto siguen siendo mayoría. El año pasado, el testimonio de Maira Figueroa, de El Salvador, dio la vuelta al mundo: acababa de ser liberada después de pasar 15 años entre rejas por un aborto involuntario, considerado por la justicia como un homicidio en un país que probablemente sea el más estricto con el aborto.

Mozambique. De los 54 países africanos, sólo cuatro autorizan el aborto: Túnez, Sudáfrica, Cabo Verde y, desde 2014, Mozambique. Antes de la reforma, el aborto en este país de África Oriental se regía por una ley de 1886 que databa de la época colonial. Una legislación arcaica que preveía una pena de 18 años de cárcel para las mujeres que intentaban abortar.

Corea del Sur. Todavía no se ha logrado, pero casi. O eso es lo que esperan los activistas pro-derechos surcoreanos. En abril, el Tribunal Constitucional juzgó que la prohibición del aborto era “inconstitucional” y que la ley tenía que cambiar antes de fin de año. A la espera de ello, el aborto sigue siendo ilegal, salvo en caso de violación, de incesto o si hay riesgo para la madre. Las mujeres que abortan se enfrentan a un año de arresto y a una multa, aunque estas penas se aplican menos desde la sentencia del Tribunal.

Estados Unidos. Las americanas tienen derecho a abortar desde 1973, pero cada Estado puede incluir sus propias restricciones, y los gobernantes conservadores nunca se han privado de ello. Desde 1973, más de la mitad de los 50 Estados han adoptado medidas restrictivas, según Ina actu. Estos últimos meses, el país se enfrenta a una nueva ofensiva de los antiabortistas alentada por el presidente Donald Trump, que se considera “profundamente provida”.

“Como la mayoría de la gente sabe, y para aquellos que quieran saberlo, soy profundamente provida, con tres excepciones: violación, incesto y protección de la vida de la madre. Es la misma postura que adoptó Ronald Reagan”.

“Desde principios de 2019, tenemos unas 300 leyes nuevas sobre el aborto en todo el país”, explica a France Inter la investigadora Marie-Cécile Naves. “Estos últimos meses, los ataques son más directos (...). Estamos en una oposición más dura, más conflictiva”.

Indiana, Ohio, Mississippi, Kentucky, Georgia, Missouri, Alabama y, por último, Luisiana. Todos estos Estados han votado leyes particularmente restrictivas en los últimos tiempos. Alabama, por ejemplo, plantea prohibir el aborto en casi todos los casos, incluso si ha habido incesto o violación, y prevé una pena de 10 a 99 años de prisión para los médicos. Estas leyes están siendo objeto de batallas judiciales. Los antiabortistas quieren ir hasta el Tribunal Supremo —de mayoría conservadora— para tumbar la sentencia ‘Roe vs Wade’, que legalizó el aborto allá por los años 70.

De momento, la más alta jurisdicción americana siempre se ha ceñido a dicha sentencia, pero últimamente la tendencia de estas decisiones es cada vez más conservadora. Por ejemplo, el 28 de mayo autorizó que Indiana hiciera obligatorio el enterramiento o la incineración de los fetos abortados, aunque rechazó otra disposición que quería el Estado para prohibir el aborto por malformación del feto.

España. Las españolas estuvieron a punto de dar marcha atrás, pero lograron frenarlo. El expresidente Mariano Rajoy trató de prohibir la interrupción voluntaria del embarazo en 2014, después de haber hecho campaña por esta propuesta. Su ley, validada en el Consejo de Ministros, fue finalmente retirada por la magnitud de las manifestaciones en contra. No obstante, el Gobierno aprobó en 2015 una ley que prohíbe a las menores abortar sin el consentimiento de sus padres.

Polonia. Este país prohíbe el aborto en casi todos los supuestos, salvo en caso de violación, peligro para la vida de la madre y malformación del feto. Y, aun así, esto no es suficiente para los conservadores que están en el poder, que reclaman una prohibición pura y dura. De momento, han tenido que ceder ante la presión de las calles.

Brasil. La irrupción del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro no ayudará a las brasileñas a acceder al aborto en un país que ya era sumamente restrictivo. La ministra de la Familia, Damares Alves (anteriormente pastora evangélica, tomó posesión en enero con un mensaje claro: “Queremos un Brasil sin aborto”.

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Francia y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano