Sí, hay acuerdo de Brexit, pero eso no garantiza nada (todavía)
La clave está en la (enésima) votación de este sábado.
Cuando todos los periodistas seguían atónitos el minuto a minuto de la situación en Cataluña, va Boris Johnson y llega a un acuerdo de Brexit con la Unión Europea después de semanas (meses y años) de idas y venidas.
En este jueves de últimas horas, la información internacional cobra también peso con este giro euro-británico. El primero en anunciar la noticia ha sido el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude-Juncker, a través de Twitter y, un minuto más tarde, el premier británico, Boris Johnson.
Ambos se han felicitado por un “gran” acuerdo “justo y equilibrado”, según lo han descrito, pero ambos se han apresurado a recordar sutilmente que este compromiso todavía tiene que pasar un par de filtros.
“Recomiendo que el Consejo Europeo respalde este acuerdo”, ha pedido Juncker en el mismo tuit. Johnson ha sido más directo, si cabe, al señalar que “ahora el Parlamento debería aprobar el Brexit el sábado para que podamos seguir adelante con otras prioridades como el coste de la vida, la sanidad, el crimen violento y nuestro medio ambiente”.
Efectivamente, el acuerdo Johnson-UE pasará este sábado por el Parlamento británico en una sesión extraordinaria, donde necesita que una mayoría de parlamentarios lo respalde en la Cámara de los Comunes. En total, la ratificación necesitaría el voto favorable de 320 de los 650 escaños que conforman la Cámara Baja del Parlamento británico... y Johnson no las tiene todas consigo.
Para empezar, los unionistas norirlandeses (DUP) han anunciado a primera hora de esta mañana su oposición al acuerdo, y posteriormente han reafirmado su postura, según ha sabido la agencia AFP por fuentes del partido. El respaldo de sus 10 diputados resulta clave, teniendo en cuenta que son el partido con el que gobiernan los Conservadores, que con 289 parlamentarios no tienen mayoría en la Cámara.
El Partido Laborista cuenta con 245 diputados, de los cuales una mayoría previsiblemente votará en contra. Jeremy Corbyn, líder de la oposición, ha dicho sentirse “insatisfecho” con el acuerdo —“peor incluso” que el de Theresa May— y ha pedido que su partido se oponga este sábado en el Parlamento. “Este acuerdo no reunirá al país y debe ser rechazado. La mejor forma de resolver el Brexit es dar la última palabra a la gente en una votación pública”, ha señalado este mismo jueves en un comunicado desde Bruselas.
Ni siquiera está claro que todos los tories lo apoyen. Algunos de los conservadores defensores de un Brexit más duro se han mostrado escépticos con el plan de aduanas que propone Johnson. También se inclinan hacia el rechazo la mayoría de los 19 diputados del Partido Liberal Demócrata y el Partido Nacional Escocés (SNP), con 35 representantes. Su líder, Nicola Sturgeon, ya ha anunciado que se opondrán al acuerdo. Además de criticar que esta salida es “mucho más dura” en lo que respecta a “los estándares alimentarios, la protección del medio ambiente y los trabajadores”, ha recordado que “Escocia no votó por el Brexit en ninguna de sus formas y los diputados del SNP no votarán por el Brexit en ninguna de sus formas”.
Con unas cifras tan ajustadas, es probable que Johnson recurra a parte de los laboristas. Según apunta la edición británica del HuffPost, hasta 19 diputados del Partido Laborista están dispuestos a votar por el acuerdo, pese a la recomendación de su líder, que les anima a votar en contra.
Es posible que Corbyn y los Liberal Demócratas presenten una enmienda al acuerdo de Johnson para forzar un referéndum de confirmación, que permitiría a la gente volver a votar.
Y todo eso, sin contar con que los 27 líderes de los Estados Miembros también tienen que aprobar el acuerdo en la cumbre de dos días que comienza este jueves en Bruselas. De momento, el francés Emmanuel Macron ha asegurado sentirse “satisfecho” con un acuerdo, en su opinión, “positivo”.
Podría ser una foto más, pero se trata de una visita al centro de control donde se estaba construyendo una central nuclear
Si hace falta pinta él las líneas del campo de juego, como en esta visita al césped del Bury FC
A los mandos de un brazo robótico, echando una mano durante una visita a un centro de FP de Burnley
Johnson, haciendo algo extraño con las manos durante una conexión en directo con el presidente ucraniana, Volodímir Zelenski
Johnson disfrutando de los cuadros del Museo de Prado antes de la cena de líderes por la Cumbre de la OTAN en Madrid
'¿El parecido es razonable?'. Fuera bromas, es un retrato de la reina de Inglaterra.
No estamos seguros de si está preguntando si lo tienen en un tamaño más grande, pero este es un momento de su visita a una fábrica militar en Belfast
Ojalá supiésemos qué le ha dicho este niño de una escuela de Kent a Boris Johnson
Johnson en una fotografía tomada el 13 de noviembre de 2020, durante la pandemia, en lo que aseguró que era una "reunión de trabajo"
Johnson, ayudando a un estudiante de fontanería de un centro de Blackpool con las medidas de un tubo
Johnson, en el mismo centro educativo, pero esta vez poniendo su granito de arena para terminar un muro
A punto de embarcar hacia Kiev para visitar al presidente ucraniano, justo después de que saliese publicado el informe del 'partygate'
Vale, en esta no sale Johnson, pero esta es la cara del gato Larry (la mascota de Downing Street) el mismo día en que Boris dimitió
Johnson, a punto de cortar un pepino recogido de una granja de Cornwall por él mismo. Y bajo la atenta mirada de preocupación de su acompañante.
Johnson, durante una visita a una escuela de Kigali (Ruanda) y, al parecer, es el único que no sabe la respuesta a la pregunta.
Las mil caras (y gestos) de Boris Johnson. Un personaje popular y populista que ha dejado no pocas imágenes 'sui géneris'. Y es que jugando a la cuerda con traje, corbata y zapatos la cosa pintaba fea.
Johnson, ¿dejándole paso? al canciller federal alemán Olaf Scholz en un paseo durante la última reunión del G7
Johnson, nada agobiado por la presencia de periodistas antes de aterrizar en Madrid para asistir a la Cumbre de la OTAN 2022
No solo se le ve practicando deportes, también (hace que) trabaja, como en esta imagen.
En su etapa de alcalde de Londres se implicó mucho en promocionar deportes como el rugby de cara a los Juegos Olímpicos. Quizá demasiado. Pobre niño...
Pero en un plano más "serio", fue uno de los grandes referentes de la campaña por el "Sí al Brexit". Por supuesto, su campaña fue "a lo Boris Johnson".
En cualquier lugar y con cualquier objeto: a la salida del bus promocional para el "Vote Leave" contra la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.
No sabemos si es fan de Pink Floyd, pero aquí hizo un guiño a su "Another brick in the wall".
Y con la vuvuzela, que tan popular se ha hecho en los últimos mundiales de fútbol.
Rugby, voleibol, atletismo... y un poco de tenis, como en este partido benéfico en Queen's.
