El Ayuntamiento de Madrid logra lo que es imposible en el Congreso: un acuerdo de todos los partidos

El Ayuntamiento de Madrid logra lo que es imposible en el Congreso: un acuerdo de todos los partidos

Los Acuerdos de la Villa, firmados por Más Madrid, PP, Cs, PSOE y Vox.

Acuerdos de la VillaTWITTER / ALMEIDA

Cibeles logra lo que no sabe hacer el Congreso. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y los grupos de la oposición han firmado este martes los Acuerdos de la Villa, 352 medidas para el Madrid pos-COVID-19 que han sido pactadas por unanimidad y que se debaten en una sesión cargada de simbolismo en el pleno de la Casa de la Villa, edificio del siglo XVII que fue sede del Ayuntamiento de Madrid hasta noviembre de 2007.

De menor a mayor, empezando con el portavoz de Vox Javier Ortega Smith, los portavoces de los cinco grupos municipales -Más Madrid, PP, Cs, PSOE y Vox- han rubricado este acuerdo, con la firma final del regidor madrileño.

A este pleno extraordinario, rodeado de medidas de seguridad y donde se garantiza la distancia social, han acudido los exalcaldes de Madrid José María Álvarez del Manzano (PP), Alberto Ruiz-Gallardón (PP) y Manuela Carmena (Ahora Madrid).

La sesión, en la que se va a exhibir la unidad para planificar el Madrid posterior a la pandemia del coronavirus, comenzará con una exposición de las medidas por parte de la oposición, con discursos neutrales y que conocen el resto de grupos, y seguirá con un debate entre los portavoces.

Con mascarilla, saludos con los codos y gel hidroalhólico, la puesta en escena se da en la Casa de la Villa, el edificio del siglo XVII que fue sede del Ayuntamiento de Madrid durante 400 años hasta que Ruiz-Gallardón trasladó el Consistorio a su ubicación actual, el Palacio de Cibeles.

Para evitar contagios en el Salón de Sesiones Histórico, de pequeño tamaño, no acuden los 57 concejales, sino que siete de ellos seguirán la sesión por videoconferencia, con una pantalla instalada en el interior del Salón. Hay marcas en el suelo para evitar aglomeraciones por los pasillos.

Los periodistas siguen la sesión en una sala próxima al salón de plenos de la que no se permite salir durante la sesión, evitando los tradicionales corrillos en los pasillos.