Adriana Lastra denuncia que la explotación sexual es "el último residuo del sistema esclavista"

Adriana Lastra denuncia que la explotación sexual es "el último residuo del sistema esclavista"

Y recuerda durante la defensa de la propuesta para abolir la prostitución que en España hay 45.000 mujeres explotadas sexualmente.

La abolición de la prostitución se debate en el Congreso. La propuesta del Partido Socialista para prohibir cualquier clase de proxenetismo busca la mayoría de los apoyos para sacar adelante uno de sus planes estrella y que se quedó fuera del debate de la Ley de libertad sexual, más conocida como Ley del solo sí es sí.

Para defender el proyecto, la vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra, ha subido a la tribuna para defender que “la libertad de las mujeres no tiene precio”.

“Es una propuesta que parte de la convicción de que el peor enemigo de la libertad es la explotación que convierte a unas personas en dueñas de otras”. ha denunciado.

Lastra ha subrayado que la iniciativa tiene “cuerpo de ley pero alma de pacto”. Y ha destacado que supone un acuerdo para un país donde las mujeres no puedan ser compradas, explotadas ni vendidas. Se estima que hay en España 45.000 mujeres explotadas sexualmente.

La explotación sexual, el comercio con el cuerpo de las mujeres es el último residuo del sistema esclavista
Adriana Lastra

“Este es el momento, este es el tiempo y esta es nuestra responsabilidad”, ha subrayado la dirigente socialista y ha llamado a los grupos de la izquierda reticentes al defender a ultranza la libertad de las mujeres para ejercer la prostitución.

Además ha subrayado que “lo que se compra es el sometimiento, lo que se compra es la desigualdad y lo que se perpetua es el machismo”.

“No hay libertad en los prostíbulos”; “No es posible un país en igualdad mientras se vende el acceso al cuerpo de las mujeres en carreteras, polígonos y pisos”; “Quien decide por necesidad no decide libremente”, ha insistido.

Tras abogar por un pacto para acabar con la impunidad del proxenetismo y combatir una práctica que “perpetua el machismo”, ha asegurado que saben que se enfrentan a un negocio que mueve miles de millones de euros y que habrá presiones y manipulaciones, pero ha afirmado que “la libertad de las mujeres no tiene precio”.