Agreden a una tendera de A Coruña por vender fruta procedente de Cataluña

Agreden a una tendera de A Coruña por vender fruta procedente de Cataluña

Un hombre le dio dos puñetazos en la cabeza. "Me dijo que cómo le compraba a ellos, que no tenía vergüenza", denuncia

Frutería en el Mercado de la Boquería, en Barcelona. traumschoen via Getty Images

Sandra Castro, una dependienta que tiene una pequeña frutería en A Coruña, ha denunciado que esta semana un varón de unos setenta años le propició “dos puñetazos en la cabeza” por vender fruta procedente de Cataluña.

Según cuenta la dependienta en declaraciones a Efe, denunció los hechos ante la Policía Nacional, pero el hombre todavía no ha sido localizado, por lo que manifiesta tener “miedo”.

Los hechos ocurrieron el 22 octubre cerca del mediodía y se están investigando debido a la denuncia de la frutera por posible agresión, informan a Efe fuentes de la Policía.

Fue una caja de unas peras de Cataluña, entre otros productos originarios de dicha comunidad, los que desencadenaron la ira en este establecimiento de la calle Marqués de Pontejos.

“Me dijo que tenía fruta de Cataluña, que cómo le compraba a ellos, que no tenía vergüenza”, recuerda Sandra sobre el suceso ocurrido este martes, cuando el septuagenario “en actitud agresiva” la agarró por el brazo dejándole marcas.

Asimismo, relata que sacó el móvil para sacarle una foto y denunciarlo, momento en el que el hombre, que no era un cliente habitual, le dio dos puñetazos en la cabeza y se lo cogió.

Tras el forcejeo por el teléfono, la dependienta pudo deshacerse del agresor con la ayuda de un vecino que vio la escena e intervino haciendo que el hombre le devolviese el móvil y se fuera corriendo.

“Negaba que me había pegado, pero yo estaba sangrando por la nariz”, afirma la víctima, que añade que “ser mujer, trabajar aquí sola y que me venga a pegar un hombre es una impotencia”.

La víctima fue al médico para dar parte de lesiones e irá hoy a declarar a los juzgados por lo sucedido.

En declaraciones a La Voz de Galicia, la señora ha sido tajante: “Seguiré vendiendo lo que me dé la gana”.