Mario Vaquerizo: "No me considero inteligente"

Mario Vaquerizo: "No me considero inteligente"

El periodista y su mujer Alaska dan el salto al mundo del podcast: él como profesor de Historia y ella como presentadora de un programa musical.

La cantante Alaska y el entretenedor Mario Vaquerizo en Madrid.GTRES

A estas alturas no hay que explicar quiénes son Alaska y Mario Vaquerizo, ni profesional ni personalmente. Siempre han hablado sin tapujos. Aunque, si hay algo que los caracteriza, es la serenidad de ella para explicarse y la incontinencia verbal de él. Las preguntas para la cantante también las responde su marido, que se reconoce de profesión “entretenedor”. Desde luego, escucharlos entretiene, de ahí su nuevo proyecto.

El periodista —que insiste en que, “aunque pocos lo crean”, sacó matrícula de honor en la universidad— se ha convertido en profesor de Historia gracias a Audible, la nueva plataforma de podcast, audiolibros y series narradas de Amazon en España. Quién se lo iba a decir.

En su nuevo podcast, se ajusta al programa de 2º de Bachillerato para narrar la Historia de España. Con este nuevo trabajo ha descubierto “que no es tan inculto como pensaba”.

Alaska se mueve en su terreno. Su podcast Gen DRO es una serie documental sobre 12 discos clave en la historia del pop español. Cada episodio contará con la presencia de los propios autores, como Loquillo, que revivirán cómo fue la grabación de su álbum.

Mario, quién te iba a imaginar al frente de un programa de Historia. ¿Te escriben los guiones?

M: Obviamente me los han escrito, pero no es un podcast sólo para los chicos que están estudiando, también sirve para los que ya hemos estudiado, para rememorar. No soy historiador, soy un entretenedor. Cuando era pequeño agradecía mucho a los profesores que no eran un coñazo dando clase. El reto es saber transmitir. El saber no ocupa lugar y, cuanto más sabemos escuchar, más sabios y cultos somos. A todos nos escriben los guiones, cariño.

Dices que has descubierto que no eres tan inculto como pensabas. Hay una opinión generalizada sobre ti...

M: ¡Que soy maricón!

...no, que eres muy inteligente y juegas a hacerte el tonto.

M: Tengo inteligencia emocional y soy una persona natural. No me considero inteligente, hago en cada momento lo que me apetece y tengo la suerte de que me dejen hacer lo que quiero. Trato de hacerlo con la mayor humildad del mundo. Inteligente no lo sé, cultos podemos serlo todos. Ser culto es fácil, ser inteligente es más difícil. Eso sí, soy muy profesional. Me encanta hacer promoción. Sé lo que significa ser periodista. Los artistas que hacen un trabajo y después no quieren promocionarlo me parecen unos gilipollas.

Alaska, das el salto al podcast cuando tu terreno, la música, es uno de los sectores más golpeados por la pandemia. Tú has podido reconducirlo porque siempre has hecho televisión, radio y ahora esto. ¿Hay nuevos escenarios para los artistas?

A: Yo lo tengo muy fácil, tengo muchas cosas a las que recurrir. Fangoria ha cancelado la gira y no hemos hecho conciertos en streaming, para nosotros el directo es vital. El planteamiento de concierto que tenemos no se puede transmitir de otra forma. Hay otros artistas que lo han hecho.

M: Los artistas son dueños de sí mismos, no existen plataformas mas allá de las adversidades. Estás hablando con una señora que hace televisión desde los ochenta, porque cree en ella y le gusta la televisión, aunque ha sido un medio repudiado durante mucho tiempo. Perdona que coja el papel de marido, pero es así.

Es decir, nada de conciertos con holograma.

A: ¡No! Holograma no, tengo que dejarlo en el testamento para que no los hagan cuando falte.

Sois una pareja que ha roto, desde hace mucho tiempo, con las imposiciones más rancias de la sociedad: no eres madre porque no quieres, tenéis vuestros propios códigos y os aburre que os pregunten sobre vuestra orientación sexual. 

M: Yo no rompo ningún esquema. Me he casado con mi mujer, creo en el matrimonio, creo en la fidelidad y no hablo de mi orientación sexual porque no hace falta. No somos abanderados de nada. Soy muy tradicional: católico, quiero que mi mujer sólo esté conmigo y si no quiero tener hijos es por una cuestión de profesionalidad. Porque estoy educado a la antigua usanza, no quiero tener un hijo y meterlo en un internado.

A: Es relativo. No nos importa cómo nos vean los demás. A día de hoy parece que lo que no son los esquemas al uso se impone como lo políticamente correcto. Escribes una ficción con dos padres, los abuelos y el hijo y parece que falta el niño gay. Todo lo que es teóricamente minoritario, como cada día tiene mas presencia, la gente piensa que es lo habitual.

M: Cada uno tiene que ser dueño de su vida y hacer lo que quiera, más allá de lo que opinen los demás. Cada maricón es un mundo, como decía Fabio McNamara. Ella ha decidido no ser madre porque no tiene instinto maternal y yo, por respeto, lo tengo que aceptar. Me habría encantado tener un Alaskito. Pero también tengo que ser egoísta: si ella tuviera un hijo a mí ni me miraría a la cara.