Ana de Armas, descontenta con la calificación no apta para menores de 'Blonde'

Ana de Armas, descontenta con la calificación no apta para menores de 'Blonde'

Varios medios han publicado que en la cinta se incluye un "plano subjetivo vaginal".

Ana de Armas en la proyección de 'The Gray Man'.Samir Hussein via Getty Images

A la actriz Ana de Armas no le gusta la calificación por edades que le han adjudicado en Estados Unidos a su última película, Blonde, sobre la vida de Marilyn Monroe, ya que sólo está recomendada para mayores de 17 años.

Blonde recibió una calificación NC-17 de la Motion Picture Association de Estados Unidos a principios de este año debido a “cierto contenido sexual” que incluye el film, según el sitio web de la organización.

Esto significa que la película se recomienda solo para adultos y que nadie menor de 17 años debería entrar en un cine a verla.

En una entrevista con la revista L’Officiel, de la que es portada, la actriz hispano-cubana habla de la personalidad hipersexualizada de Monroe, ya sea como un reflejo de sus propios deseos o de cómo la gente se aprovechaba de ella, algo que el director del film, Andrew Dominik, quiso abordar de frente. “No entendí por qué sucedió eso”, dice la actriz sobre la calificación.

“Puedo hablarte de toda una serie de programas o de películas que son mucho más explícitos, con mucho más contenido sexual que Blonde. Pero para contar esta historia es importante mostrar todos esos momentos en la vida de Marilyn que la hicieron terminar como terminó”,

“Necesitaba ser explicado. Todos (los miembros del reparto) sabían que teníamos que ir a lugares incómodos. Yo no fui la única”, precisó.

En medio de esta polémica, medios estadounidenses como Empire han recordado que la idea de Carol Joyce Oates era hacer una película sexual e incómoda, a semejanza de la vida de Monroe y eso incluiría escenas subidas de tono e incluso un “plano subjetivo vaginal”, al que puede hacer referencia De Armas con esos “lugares incómodos”.

″[Se trata de] una película que desafía los límites cinematográficos y empuja los tabúes culturales, alterna entre blanco y negro y color, cambia de relaciones de aspecto, cámaras corporales, un plano subjetivo vaginal, diálogos con un feto y tomas cámara en mano”, señalaban en el reportaje.