Apedrean el coche del rey de Bélgica durante una protesta contra la brutalidad policial
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Apedrean el coche del rey de Bélgica durante una protesta contra la brutalidad policial

Pasaba en su camino entre el Palacio Real, donde trabaja, y el castillo de Laeken, donde vive. El chófer tuvo que escapar dando volantazos.

El rey de Bélgica se ha visto envuelto en una batalla campal que ha tenido lugar en el corazón de Bruselas, al término de una protesta contra la brutalidad policial. La manifestación, convocada para denunciar la muerte de un joven de raza negra tras ser detenido, se tornó violenta al caer la noche del miércoles, sorprendiendo a las fuerzas del orden. En un momento dado, el coche del rey Felipe quedó atrapado en el fuego cruzado entre los agentes y los manifestantes. Según varios medios locales, el vehículo llegó a ser apedreado.

Según Le Soir, el monarca pasaba por la zona, habitualmente tranquila, en su trayecto ordinario entre el Palacio Real, donde tiene su oficina, del castillo de Laeken, donde vive. De pronto, se adentró en unas calles que estaba siendo tomadas por los manifestantes, que pronto se dieron cuenta de la identidad de quien estaba pasando con el coche, no sólo por la importancia del vehículo, sino porque lleva en la matrícula el número 1. Todo el mundo en Bélgica sabe que el 1 es el número de placa del rey.

Varios testigos han narrado que el conductor del vehículo oficial demostró una pericia importante, acelerando y dando volantazos con precisión hasta conseguir dar la vuelta y adentrarse en un trayecto alternativo, ya despejado. La Policía los fue escoltando.

Una comisaría fue incendiada y varios negocios, destrozados, durante la misma protesta que afectó a la comitiva real. La policía de Bruselas ha confirmado que cuatro de sus agentes resultaron heridos y que se habían realizado varias detenciones. La ministra del Interior, Annelies Verlinden, ha condenado los disturbios como “totalmente inaceptables”, pero prometió que los acontecimientos que rodearon la muerte de Ibrahima serían objeto de una importante investigación.

Esta explosión de ira se ha producido por el fallecimiento el pasado sábado, en extrañas circunstancias, de un ciudadano de origen africano de 23 años de edad. La policía le paró para hacerle un control de identidad y se lo llevó detenido después de que el joven empezara a grabar lo que estaba ocurriendo con su teléfono móvil. Según la versión policial, se desmayó tras llegar a comisaría y fue trasladado a un hospital, donde falleció. Las autoridades han abierto una investigación por “homicidio involuntario”.

Los manifestantes portaban pancartas replicando los mensajes del movimiento Black Lives Matter, iniciado en EEUU, y de hecho lo masivo y violento de las protestas recordaban los incidentes en dicho país, mucho menos graves pero desconocidos en la Vieja Europa. Los grupos antirracistas belgas han sido especialmente críticos en los últimos meses con la Casa Real, pues la tienen en el punto de mira debido a las actuaciones en el Congo del rey Leopoldo II. El rey Felipe ha tenido que pedir incluso disculpas por esa colonización esclavista.