Aprende a detectar síntomas tempranos de párkinson 10 años antes

Aprende a detectar síntomas tempranos de párkinson 10 años antes

¿Qué tal tienes el olfato?

Senior Woman Suffering With Parkinsons DieseaseDaisy-Daisy via Getty Images

Hace unos días se celebró el día mundial del párkinson. Es una enfermedad del cerebro de las más frecuentes junto con el alzhéimer. Normalmente, el riesgo de padecerla aumenta con la edad, sobre todo a partir de los 65 años. Sin embargo, cada vez es más frecuente detectar casos a edades tempranas. El incremento de las personas que padecen párkinson se ha duplicado en 15 años desde 1990, y es también más frecuente en personas por debajo de los 50 años. Se ha convertido en una pandemia.

Normalmente, los síntomas iniciales no tienen que ver con temblores o debilidad muscular forzosamente, sino con otros aspectos más sutiles. Aprende a detectar estos síntomas para poder tomar iniciativas lo antes que puedas.

¿Qué tal tienes el olfato?

Uno de los síntomas iniciales más comunes es la pérdida del olfato y por añadidura del gusto. No se basa en tener el olfato de un sumiller, sino que se trata de distinguir olores sencillos.

Los estudios demuestran que una de las zonas del cerebro que se ve afectada hasta seis años antes de los síntomas típicos del párkinson es precisamente la pérdida del olfato. 

Un reciente estudio científico elaborado por diversas Universidades de Estados Unidos incluyó más de 2.400 participantes con una media de edad de 75 años. Se evaluó en estas personas la capacidad olfativa.

Para ello, tenían que distinguir entre distintos olores comunes (limón, cebolla, canela, gasolina, etc). Los participantes se calificaban en olfato bueno, medio o flojo según los resultados. Posteriormente, se hizo un seguimiento de estas personas de los cuales un grupo nutrido desarrolló párkinson con la edad. Curiosamente, todos ellos habían sido calificados de “olfato flojo” años antes. Por causas poco claras, este efecto parecía ser más común en particular en varones de raza blanca.

Por supuesto, ello no quiere decir que una persona que tenga pérdida momentánea del olfato por un catarro o una sinusitis vaya después a desarrollar párkinson. 

Escribir de manera inusual o bostezar mucho

Otros síntomas tempranos detectados en personas susceptibles de desarrollar párkinson incluye empezar a tener trazos de escritura distintos de los habituales: Escribir inclinado, o con la letra inusual. También se pueden comer algunas otras. 

Bostezar en exceso es también frecuente. Bostezar es un acto normal en todas las personas, que empezamos a hacer desde la etapa fetal y continuamos durante toda la vida.

Sin embargo, bostezar más de tres veces cada 15 minutos de manera continuada es un comportamiento común en enfermedades el párkinson. También en otras enfermedades como el infarto cerebral, la esclerosis múltiple, la epilepsia, la migraña, los tumores cerebrales, la hipertensión intracraneal o el insomnio crónico. Incluso el exceso de cafeína puede aumentar la frecuencia del bostezo. Pero no te alarmes si un día bostezas más de la cuenta, ya que puede ser simplemente porque tu cerebro necesita enfriarse. Bostezar es una práctica normal.

Merma cognitiva

Otros síntomas tempranos de párkinson están relacionados con el aumento de la ansiedad, la depresión, tener sensación de estar perdiendo memoria, mayor lentitud en la toma de decisiones sencillas e incluso tener a veces dificultades para expresarse. 

Es también frecuente que estas personas tengan trastornos del sueño. Por ejemplo, que experimenten somnolencia por el día y sin embargo estén perfectamente espabilados de noche.

Problemas intestinales: ¿Causa o consecuencia?

En épocas recientes cada vez más estudios científicos apuntan a que el párkinson se inicie antes en el intestino que en la cabeza. Los problemas intestinales (estreñimiento, sangrado en las heces, intestino perezoso, dolores o inflamación intestinal) suelen ser frecuentes. Algunos estudios han demostrado que el estreñimiento se manifiesta en una gran mayoría de los enfermos entre 15 y 24 años antes de que aparezcan los temblores y los problemas motores.

Un síntoma que ha recibido una particular atención es el incremento de la permeabilidad de la mucosa intestinal, es decir, de la barrera que tenemos en el intestino para el transporte de nutrientes y otras sustancias al interior de la sangre. También los problemas de motilidad del intestino que pueden generar estreñimiento o todo lo contrario. 

Ocuparse y buscar apoyo

Estar más informados sobre las enfermedades del cerebro más comunes puede suponer una fuente de riqueza adicional que nos permita tomar mejor nuestras propias decisiones de vida. 

Por ello, sería importante entender que si se tienen estos síntomas de manera recurrente podría ser el momento de visitar al neurólogo. Muchas personas jóvenes no acuden por vergüenza o por sentimiento de culpabilidad, cuando en realidad no hay nada de lo que sentirse culpables. No conviene aislarse o esconderse. Precisamente, uno de los factores que más beneficios genera en las personas con párkinson es el contacto con los demás, la vida social. En palabras de una paciente de esta enfermedad y amiga personal: “El contacto social es la energía que nos pone en marcha, es terapéutico” 

Si te interesa conocer, alimentar y potenciar tu cerebro, puedes matricularte en este nuevo curso online para todos los niveles y de mucho interés.

  Dale vida a tu cerebro. ¡En tercera edición! Y nuevo libro ya en librerías. ¡Muy útil!
MOSTRAR BIOGRAFíA

Raquel Marín es neurocientífica y catedrática de Fisiología. Coordina el grupo de investigación de «Señalización celular en enfermedades neurodegenerativas», de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, en la que también da clases. Estudió Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid, y fue allí donde se inició en la investigación médica. Máster y doctora en Biomedicina por la Universidad Laval de Quebec, sus tesis se centraron en investigar el sistema nervioso. Con posterioridad, y antes de llegar a La Laguna, trabajó en la Universidad Rockefeller de Nueva York. Investigadora de excelencia Ramón y Cajal durante cinco años, a lo largo de toda su carrera académica y profesional ha centrado su línea de investigación fundamentalmente en enfermedades neurodegenerativas asociadas al envejecimiento. Es autora de varias monografías y de casi un centenar de artículos científicos publicados en revistas internacionales referentes de su ámbito de estudio, ponente invitada en una treintena de congresos internacionales y conferenciante y divulgadora científica. Ha recibido el Premio a la Mujer Investigadora en Biomedicina en la Universidad Laval (Canadá), el Premio de Investigación Agustín de Bethencourt de la Fundación Caja Canarias, la Medalla Europea al Trabajo de Economía y Competitividad, y la Medalla de Honor del Instituto de Ciencias Forenses (Barcelona). En su página www.raquelmarin.net escribe un blog de divulgación sobre el cerebro, la nutrición y recetas neurosaludables. Dale vida a tu cerebro es su primer libro de divulgación, que tras cinco meses desde su publicación ha entrado en su 3ª edición.