Arte contra la lacra de la violencia machista

Arte contra la lacra de la violencia machista

El arte feminista ha adquirido una importante representación ocupando y abriendo espacios para la reivindicación y que crece día a día.

Cartel de la exposición 'Equivocada no es mi nombre'. 

Un país donde se piensa que la cultura es una cuestión que sólo compete a fiestas patronales y a grandes espacios esencialmente carentes de cercanía, y que, si se concreta en el mundo del arte, sólo lo es al apartado esnob de las clases privilegiadas. Los presupuestos de cultura de cualquier entidad siempre aparecen en el último apartado y casi como una anécdota, sin tener en cuenta que cultura es todo lo que nos rodea, lo que nos entra por los ojos o por los oídos, consciente o inconscientemente, y que está en la base de nuestro comportamiento, en la forma de mostrarnos al exterior y que indudablemente crea y destruye valores.

Se nos olvida que desde hace ya más de un siglo las artes plásticas se alejaron rotundamente de la personal reinterpretación de la realidad y que actualmente no se entiende sin la preciosa palabra “compromiso”.

Cuando en el 2013 el actor y diputado por Ciudadanos Toni Cantó publicó en Twitter “La mayor parte de las denuncias por violencia de género son falsas”, despertó un sentimiento unánime ante tamaña falsedad. Entre todas las respuestas que se sucedieron, también se materializó en un grupo de artistas, esencialmente mujeres, que quisieron denunciarlo mediante sus obras, con la exposición Lo hace porque te quiere.

Desde entonces, muchas son las exposiciones, acciones y performances que  han denunciado la violencia machista que sobre las mujeres se ejerce. En definitiva, el arte feminista ha adquirido una importante representación ocupando y abriendo espacios para la reivindicación y que crece día a día, no sólo en la calidad de las obras, también por el interés en las instituciones. 

El arte feminista ha adquirido una importante representación ocupando y abriendo espacios para la reivindicación y que crece día a día.

Al igual que en estos momentos el movimiento Me too ha sido capaz de despertar una conciencia colectiva, las también norteamericanas Judy Chicago y Miriam Schapiro en 1972 con su macro instalación Womanhouse fueron capaces de mover los cimientos del mundo del arte con un programa de arte feminista.

Con el título Equivocada no es mi nombre y con el comisariado de Semíramis González, se plantea una exposición en la Laboral de Gijón, que supone un recorrido por las obras de artistas de trayectoria nacional e internacional que han trabajado denunciando esa violencia y que supone una reflexión sobre la creación artística y el activismo feminista, algo común a todas las que forman parte de la muestra, y que plantea nuevos debates.

Las artistas Pilar Albarracín, Yolanda Domínguez, Sandra Paula Fernández, Ana Gallardo, Sukran Moral, Esther Pizarro, Martha Rosler o Amalia Ulman son mujeres comprometidas con una realidad que a veces se hace insufrible. Para ello basta ver las cifras de mujeres asesinadas, un número que crece día a día y que también abarca a hijas, hijos, padres, madres, amigas, familiares, parejas actuales… una lacra que hay que combatir desde todos los frentes, pese al retroceso que algunas instancias políticas incomprensiblemente parecen no compartir.

De entre las obras, cabe destacar el vídeo de 1975 de Martha Rosler Semiótica de la cocina, una pieza fundamental del arte contemporáneo que en su día supuso la incorporación del mundo cotidiano al arte y lo hizo con un sentido irónico muy especial.

Basta ver las cifras de mujeres asesinadas, un número que crece día a día y que también abarca a hijas, hijos, padres, madres, amigas, familiares, parejas actuales…

Es notoria la gran calidad del resto de piezas que forman la exposición, y tal y como dice la comisaria: “No están todas, sería imposible abarcar todo el corpus de trabajos que cientos de artistas han realizado durante décadas para denunciar la violencia contra las mujeres. Se ha buscado plantear, en esta exposición, un recorrido amplio por algunas de las muchas vías en las que el patriarcado agrede a las mujeres sólo por el hecho de serlo. Nosotras seguimos enfrentándonos al acoso, a la violencia, a las amenazas, a silencios cómplices y a no ser creídas”.

Por todo ello, sólo cabe felicitar al Centro de Arte y Creación Industrial LaBoral, por su sensibilidad y compromiso por un mundo más justo a través de esta exposición que se inaugurará el próximo día 27 de septiembre.

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