Bad Bunny: el cantante que dignificó al reguetón

Bad Bunny: el cantante que dignificó al reguetón

Bad Bunny dejó de producir para unirse a las protestas de Puerto Rico, defiende los derechos LGTBI y también el uso de la música para la inclusión.

LOS ANGELES, CALIFORNIA - JANUARY 11: Bad Bunny performs during Mega 96.3 FM Calibash 2020 at Staples Center on January 11, 2020 in Los Angeles, California. (Photo by Taylor Hill/Getty Images)Taylor Hill via Getty Images

Que el reguetón, el rap y el trap son estilos de música tradicionalmente machistas y masculinizados es un hecho indiscutible. De vez en cuanto aparece alguien —en su mayoría mujeres— que tratan de romper con esta dinámica y componen canciones feministas que hablan de empoderamiento. Lo mismo pasa con la política: no suelen ser ámbitos muy politizados hasta que, una vez cada cierto tiempo, aparece alguien para dignificarlos. Pero rara vez son los hombres privilegiados los que hacen uso de su altavoz para dar visibilidad a otros colectivos. Y menos en el reguetón.

Entre esos estilos musicales se mueve el cantante Bad Bunny, que trata de hacer trap llevándoselo a su terreno latino, lo que hace que su música sea una especie de mezcla entre trap y reguetón con partes rapeadas en algunas canciones. Este artista, que aparece en las listas de grandes éxitos junto a otros como Daddy Yankee, Don Omar o Maluma, se diferencia de ellos por su corte social y activista, que trata incluso de llevarse a sus temas, haciéndolos cada vez más inclusivos. Además, es compositor de todas sus canciones aunque nunca ha estudiado música, algo de lo que no pueden presumir todos los artistas.

Su último disco es un claro ejemplo de lo que hace: lo que le da la gana— HLGMDLG: Hago lo que me da la gana, se llama —. Lo presentó en el programa de Jimmy Fallon volviendo a romper moldes y estereotipos: con las uñas pintadas, falda y una camiseta que denunciaba el asesinato de una mujer trans en su país.“Mataron a Alexa, no a un hombre con falda”, se podía leer en la prenda.

Su último videoclip tampoco ha dejado a nadie indiferente. En Yo perreo sola, Bad Bunny se viste de mujer y de drag y perrea con... Bad Bunny. Un videoclip más o menos criticado que, más allá de los errores, deja clara la intención del cantante de poner el foco en la inclusividad. Carteles con letras de neón en las que se lee “ni una menos” mientras él perrea sola y pide “que ningún baboso se le pegue y que la disco se prenda cuando ella llegue”.

Referentes como Héctor Lavoe

Benito Antonio Martínez ( Puerto Rico, 1994) se puso ‘Bad Bunny’ por una foto que tiene de cuando era pequeño, disfrazado de conejo y con cara de pocos amigos. Es autodidacta: no ha dado clases de música más allá de pasarse horas y horas escuchando a referentes como Hector Lavoe.

Al contrario que muchos de su gremio, Bad Bunny ha demostrado estar comprometido con los derechos de las personas vulnerables. En 2019 dejó de producir para participar en las revueltas que consiguieron que Ricardo Roselló, el gobernador de Puerto Rico, renunciase a su cargo. Las protestas estallaron por la filtración de unas conversaciones de Roselló donde había comentarios homófobos, discriminatorios y burlándose de las víctimas del huracán María de 2017.

Dejó la música por las revueltas de Puerto Rico

Liderando estas manifestaciones estaban artistas como Ricky Martin, Ñengo Flow, Residente o el propio Bad Bunny, que acusaron al gobierno de corrupción y exigieron la renuncia del entonces gobernador.

El cantante puertoriqueño dejó la música un tiempo. Publicó un comunicado en el que explicaba que iba a hacer una causa en su carrera para mostrar su apoyo a las protestas y viajó a su país para unirse a las multitudinarias marchas. “Yo sé que la noticia está corriendo el mundo, pero no es lo mismo yo verlo con mis propios ojos y sentir tanto!! A mis fanáticos de otros países, espero que me entiendan, no es el momento de sacar ni promocionar música ni estar subiendo fotos. No puedo, mi gente me necesita y yo los necesito a ellos”, señaló junto a un vídeo en el que decía que volvería a su país porque era hora de “romper con el cabrón fanatismo político”.

Expresó también que la lucha “contra el Gobierno corrupto y abusador” era necesaria para dar ejemplo al mundo y a las “nuevas generaciones”, además de para “enseñar al Gobierno quién manda en Puerto Rico”. Y dicho y hecho: viajó a su país para “salir todos los días a la calle y seguir manifestándose”, ya que “no podemos darle la espalda al pueblo, a nuestra patria ni a nuestra isla”.

De padre camionero y madre maestra, Bad Bunny creció en Puerto Rico y estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad. Entonces no se podía imaginar que años después, en 2019, estaría dando una charla nada más y nada menos que en la universidad de Harvard. En ese encuentro, explicó a los alumnos cómo abrir espacio para el activismo y la protesta dentro de la música, además de evidenciar la necesidad de espacios socialmente inclusivos.

No es la primera vez que se dirige a los estudiantes: en una de sus visitas a Miami, apareció por sorpresa en un instituto para anunciar un programa de becas dirigido a los hispanos de bajos ingresos y les animó a que no abandonasen nunca los estudios.

Inclusivo y defensor de los derechos LGTBI

También a su paso por España dejó huella. Y no sólo con sus shows. Denunció públicamente a una peluquería de Oviedo por no querer hacerle las manicuras al ser un hombre. ”¿En qué año estamos? ¿En 1960?”, criticó.

Su rollo alternativo y su defensa de los derechos LGTBI son ya evidentes después de algunos guiños en sus canciones. La más popular en este sentido es el videoclip de ‘Caro’ donde el cantante comienza haciéndose la manicura y acto seguido se convierte en una mujer andrógina que encarna su figura. ”¿Qué carajo te importa a ti como soy yo?”, canta, ”¿qué carajo te importa a ti cómo soy yo? Vive tu vida, yo vivo la mía...”. En la pasarela que se ve en el vídeo, aparecen modelos muy diversas: chicas con síndrome de down, una mujer con sobrepeso, una drag queen...

Como todos, Bad Bunny caerá en contradicciones. Pero se ha subido al carro del reguetón y se ha hecho con el podium, evidenciando de esta manera el peligro de meter a todos los cantantes de este estilo de música en el mismo saco. Porque representa esa corriente de personas que defendemos que “no escuchar reguetón no te hace mejor persona”. Y porque Bad Bunny ha conseguido que podamos perrear solas y música como la suya, de personas que sí nos representan.